lunes, 11 de junio de 2012

ACCIDENTES INFANTILES.


Las mayores amenazas para la salud de l@s niñ@s, se encuentran precisamente en los lugares donde deberían estar más a salvo: el hogar, la escuela y el entorno. Cada año más de cinco millones de niños de 0 a 14 años mueren sobre todo en países desarrollados, a causa de enfermedades relacionadas con su ambiente, el entorno donde estudian, viven y juegan.
Todas ellas se peuden prevenir, se han trazado estrategias para combatir estas amenazas para la salud de los niños. Ahora es preciso ponerlas en práctica a escala mundial y nacional.
Dra. Gro Harlem. Directora General de la OMS
1.- LOS ACCIDENTES
La Organización Mundial de la Salud ofrece las siguientes definiciones de accidente:
    • Accidente: acontecimiento independiente de la voluntad humana provocado por una fuerza exterior que actúa rápidamente y que se manifiesta por un daño corporal o mental.
    • Accidente infantil: toda acción fortuita o suceso eventual que provoca daños corporales o psicológicos en los niños
Los accidentes infantiles son la primera causa de mortalidad infantil en los países desarrollados; además su morbilidad es muy alta y dada su elevada incidencia se consideran un problema de salud pública.
Su importancia relativa ha aumentado notablemente por distintas razones y los niños se configuran como un colectivo de riesgo fundamental:
    • La mejora de las condiciones y la calidad de vida ha aumentado considerablemente: en general, la alimentación es mejor, los niveles de higiene más altos, se valora la importancia de hacer ejercicio físico…
    • Los avances médico-tecnológicos son notables: se entiende la salud desde un punto de vista amplio, y se tiene en cuenta la acción preventiva, promocional y curativa de la misma.
    • Las situaciones de riesgo han aumentado: mayor nivel de tráfico, gran cantidad de aparatos en los hogares, gran cantidad de productos tóxicos…
Si nos fijamos en los tipo de accidentes son muchos y variados; los más frecuentes están relacionados con las caídas, el tráfico, (sea el niño peatón, conductor o pasajero) y las intoxicaciones. Pero también hay que tener en cuenta los accidentes relacionados con ahogamientos (inmersión, ingestión, envenenamiento), eléctricos, cortes, quemaduras… etc.
Si realizamos un análisis de los accidentes infantiles vemos que en general:
  • Sexo: Afectan más a los niños que a las niñas.
  • Edad: En los niños el grupo más afectado es de 5-9 años, en las niñas el de 0-4.
  • Lugar: En los niños son más frecuentes en la calle, en las niñas en casa
  • En general, hasta los 3 años, la mayoría de los accidentes se producen en casa, mientras que a partir de esa edad la mayoría se producen en el centro educativo.
  • Los accidentes son más frecuentes en capas sociales más bajas.
En cualquier caso, los accidentes pueden tener consecuencias graves y dejar secuelas importantes en los niños, si no son mortales; su influencia puede incapacitarles temporal o permanentemente y sin duda, tienen una repercusión negativa y directamente en su familia y sus horas de escolarización.
Dada la importancia que tienen debemos trabajar desde el punto de vista de la prevención y teniendo en cuenta que los accidentes se producen porque la relación entre el medio y el sujeto (niño) no es la adecuada; esa falta de adecuación tiene que ser resuelta desde 3 pilares:
      • Ámbito legislativo: se fijarán los requisitos mínimos para que los espacios donde están los niños sean seguros y contribuyan a disminuir la incidencia de accidentes.
      • Ámbito sanitario: su función principal es atender y actuar ante los accidentes; además pueden realizar una función investigadora de las causas y los factores que intervienen en los mismos.
      • Ámbito educativo: Hay que educar para que el niño aprenda a cuidarse de sí mismo, a conocer sus limitaciones y posibilidades, para que sepa actuar en el medio que le rodea y tener precaución ante los peligros. Para eso debe ver en los adultos que les rodean actitudes destinadas a la prevención. Desde el ámbito educativo se debe proporcionar al niño un entorno seguro sin caer en un excesivo proteccionismo y sin recortar la necesaria libertad de movimientos que se precisa en la infancia para ir descubriendo el mundo que nos rodea. En definitiva, se debe actuar para:
    • Proteger al niño
    • Ayudarle a lograr una autonomía suficiente para que sea capaz de afrontar esquivar los peligros por sí mismo.
La prevención de accidentes se enseña y trabaja con el niño a partir del aprendizaje de hábitos saludables; y para ello debemos tener en cuenta algunos aspectos comunes a la enseñanza de otros hábitos:
  • Interrelación con la familia, pautas de actuación los más similares posibles.
  • Coherencia: los niños imitan la actuación de los adultos de referencia, esos adultos son sus modelos, que deberán adoptar actitudes preventivas ante los accidentes.
  • Cotidianidad: la actuación preventiva debe realizarse por norma general.

En el aprendizaje de los hábitos relacionados con la prevención de accidentes infantiles, el adulto debe asumir un papel de guía, acompañándole en sus primeros intentos de hacer las cosas por sí mismo, haciéndole de modelo en unas ocasiones y en otras indicándole previamente que es lo que tiene que hacer y cómo, advirtiéndole asimismo de los posibles peligros y las precauciones que ha de tomar, para que en su futuro pueda actuar como una persona autónoma y responsable.

2.- MEDIDAS DE PROTECCIÓN Y PREVENCIÓN DE ACCIDENTES.
Debemos partir de la idea de que cualquier situación puede ser peligrosa si no se ponen las medidas de protección adecuadas.
Para diseñar correctamente las normas y medidas de seguridad que se deben adoptar para la prevención de accidentes es necesario conocer la frecuencia y las circunstancias en las que éstos se producen. Cuanto más preciso sea el conocimiento sobre los accidentes más adecuadas y eficaces serán las medidas de prevención de los mismos.
Para analizar los factores que favorecen las accidentes hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
  • Las características del niño: edad, sexo, tamaño, personalidad, circunstancias psicológicas y sociales…
  • El medio físico: el lugar del accidente y las circunstancias concretas en el momento de sufrir el accidente: climatología, luz, ruido…
  • Los agentes causantes: medicamentos, electricidad, juguetes, vehículos…


2.1. CLASIFICACIÓN DE LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN
  • En función del medio
    • Medidas preventivas en el hogar: con carácter general
      • Los enchufes deben estar protegidos
      • Los objetos cortantes y punzantes deben estar fuera del alcance de los niños: cuchillos, tijeras, cuchillas de afeitar…
      • Los medicamentos y productos de limpieza deben estar fuera del alcance de los niños.
      • La ventilación de todas las estancias de la casa debe ser adecuada.
      • Se debe evitar tener estufas, y si las hay, se deben tener en cuenta las normas de seguridad adecuadas.

        • EN EL BAÑO
          • No cerrar la puerta por dentro.
          • Colocar agarraderos en la bañera
          • Colocar una alfombrilla antideslizante dentro de la bañera
          • Evitar utilizar electrodomésticos cuando el suelo esté mojado (secador, maquinilla de afeitar, estufas…)
          • Tener cuidado con la temperatura del agua y graduarla para evitar quemaduras
          • No dejar al alcance objetos cortantes o punzantes, como tijeras, hojas de afeitar, cuchillas, pinzas de depilar..
          • Recomendable tener un asidero en la bañera
          • Cuidado con pequeños electrodomésticos enchufados como secadores o ventiladores de calor
        • EN LA COCINA
        • Los mangos de sartenes y cacerolas no deben sobresalir fuera de la cocina, para evitar que se vuelquen.
        • Cuando se esté cocinando se debe estar muy atento y evitar que los niños estén en la cocina
        • El horno debería estar colocado en alto, para evitar que los niños puedan acercarse y abrir la puerta.
        • Cuando se derrame cualquier líquido hay que limpiarlo inmediatamente par evitar resbalones y caídas.
        • El cubo de la basura debe estar fuera del alcance de la casa.
        • Vigilar el gas.
        • Cualquier producto tóxico, lavavajillas, detergentes, pastillas de lavado, abonos líquidos, aguarrás, lejías… deben estar fuera de su alcance o con cierre de seguridad
        • Comprobar la seguridad de los enchufes y cables de los electrodomésticos. Y si están preparados para que no puedan meter los deditos mucho mejor.
        • Los objetos cortantes, cuchillos, tijeras.. deben estar fuera del alcance
        • La ventilación de la cocina debe de respetar las normas de seguridad y ser la adecuada
        • Evitar que los niños estén solos en la cocina cuando se esté cocinando o usando el horno, aunque les hayamos dejado en la trona asegurados
        • Es aconsejable poner cierres-temporales* a armarios y cajones
        • Cuidado con electrodomésticos enchufados como tostadoras…
        • EN EL SALÓN / DORMITORIO:
        • Se debe evitar que los cables de los distintos aparatos eléctricos crucen por la estancia favoreciendo los tropiezos.
        • Es conveniente colocar antideslizante bajo las alfombras.
        • Es conveniente proteger las esquinas de los muebles.
        • Las estanterías y los muebles deben estar bien sujetos a la pared-suelo, para evitar que vuelquen.
        • Las ventanas y balcones
          • Cierres de seguridad
          • Barandillas suficientemente alta y barrotes estrechos
          • No objetos que sirvan de escalera
          • Las herramientas del jardín, los pesticidas, abonos… no deben estar a su alcance.
          • Enchufes alejados de las cortinas o de otros materiales inflamables
          • Enchufes protegidos
          • Nunca dejar medicamentos en los cajones a su alcance
        • EN EL JARDÍN
  • Si hay piscina nunca debe de estar solo y vigilar que no juegue cerca del bordillo. Vigilar igualmente los filtros y depuradora
  • Las herramientas de jardinería no deben estar a su alcance, así como los pesticidas y abonos
  • Evitar tener plantas venenosas

    • Medidas preventivas fuera del hogar: según el niño va creciendo su estancia fuera de casa va siendo más importante; los parques, la calle, los centros de atención a la infancia… deben cumplir unas medidas de seguridad mínimas.
      • LOS CENTROS EDUCATIVOS: deben cumplir la medidas preventivas establecidas legalmente; algunas medidas generales:
        • La escuela infantil debe ser un espacio cerrado; debe haber vallas protectoras alrededor del patio, para que los niños no se salgan.
        • Evitar objetos que puedan hacer tropezar (escalones…)
        • Establecer zonas de juegos de movimientos rápidos y zonas de juegos reposados.
        • Las barandillas deben tener los barrotes a una distancia que no permita que pasen los niños entre ellos.
        • Los escalones deben tener un ancho y una altura adecuada a la edad de los niños.
        • Los materiales deben ser no tóxicos, (lápices, pinturas, platilina…
        • Los juguetes y materiales deben ser homologados y adaptados a la edad de los niños.
        • Los columpios han de estar protegidos con vallas
        • Enseñar y vigilar para que los niños pasen por los lugares adecuados
        • Vigilar cuando pasen cerca de los columpios
          • Concreción en diferentes zonas*:
            • Aulas
            • Comedor
            • Patio
            • baños
      • LA CALLE: las medidas preventivas en la calle se basan principalmente en las normas de seguridad vial:
        • Caminar siempre por las aceras
        • Se tiene que enseñar a respetar semáforos y pasos de cebra
        • Mirar antes de cruzar la calle, de izquierda a derecha, cogidos de la mano…
        • Esperar el autobús en la zona adecuada de la parada, siempre cuando esté parado totalmente y en la parada obligatoria.
        • Antes de cruzar la calle asegurarse de que no hay ningún peligro. Los más pequeños tienen que ir siempre asegurados o cogidos de la mano de un adulto
      • EL COCHE: normativa establecida según el Ministerio de Sanidad:
Utilización de dispositivos de seguridad homologados; en general, sillitas rígidas pero acolchadas que envuelvan todo el cuerpo del niño, estrechas en su interior para impedir el movimiento del niño.
        • Bebés de 10 kg máximo, 0-9 meses (grupo 0):
          • Sentados en la sillita, sujeta por el cinturón de seguridad, en el asiento de delante, en sentido contrario a la marcha. (airbag desactivado)
          • En el cuco rígido, dispuesto transversalmente en el asiento de detrás, fijado mediante el cinturón de seguridad.
        • Niños de 9-18 kg, 9 meses-3 años (grupo 1):
          • Sentados en la sillita, en el asiento de detrás, en el sentido de la marcha; la sillita enganchada con el cinturón de seguridad.
        • Niños de 15-25 kg, 3-6 años (grupo 2):
          • Cojín-elevador homologado, colocado en el asiento trasero y siempre con el cinturón.
        • Niños de 22-36 kg, 6/12 años (grupo 3):
          • Igual que en el grupo anterior.
      • Las sillitas y cojines elevadores deben estar homologados según la norma ECE R-44.03. Se ha de comprobar que lleven el distintivo “E” de homologación
      • En caso de vehículos provistos de airbag en el asiento del copiloto, es imprescindible desactivarlo, si éste va a ser ocupado por el niño en la silla infantil. Ante dudas de desactivación del mismo, es preferible montar la silla infantil en los asientos posteriores. El airbag del vehículo deberá desactivarse por algún técnico de un centro oficial. Además deberá desconectarse eléctricamente ya que se han dado casos en los que la desconexión del programa no ha sido suficiente.
      • Asegurarse de que las sujeciones de los cinturones de las sillas están firmemente fijados y ajustados a los hombros del niño y hacer lo posible para que el niño se mantenga bien apoyado sobre el respaldo de su silla. Si se observa una excesiva holgura en la silla, se han de repasar las instrucciones de instalación.
      • EN EL CAMPO, PLAYA, PISCINA…
        • Elegir bien el lugar de baño: evitar lugares peligrosos, donde cubra demasiado el agua o haya corrientes fuertes, respetar las señales del estado de la mar.
        • Evitar que el niño se bañe cuando esté muy cansado o en malas condiciones psíquicas.
        • Esperar un tiempo prudencial para bañarse después de comer
        • Utilizar protectores solares y evitar tomar el sol en las horas centrales del día. Poner gorras o sombreros de tela al niño y protección solar adecuada
        • Tomar el sol con precaución y gradualmente para evitar insolaciones y quemaduras. Cuidado con los días nublados por que este hecho no evita las radiaciones solares.
        • Llevar ropa y calzado adecuado al terreno y actividad a realizar.

  • EN LA MONTAÑA
  • No tocar ni comer plantas vegetales, sino se está seguro de que no son venenosos
  • Llevar ropa y calzado adecuado para estar en el campo o montaña
  • Repelentes para picaduras
  • Tomar las mismas precauciones que en el mar o piscina, respecto a la protección solar
  • Siempre prever la ruta para que el niño no llegue a cansarse, y puedas satisfacer todas sus necesidades básicas.
  • Comentar con familiares y amigos que te vas y donde lo haces. Llevar el móvil cargado
  • Llevar agua, comida, frutos secos

    • En función de la edad
    • Medidas preventivas de 0-6 meses: el bebé está en una situación de total dependencia, es un sujeto pasivo y es el adulto el que tiene que prestar atención a aspectos tales como:
      • No dejarle nunca solo en un lugar donde pueda caerse (cambiador, cama, sofá…)
      • Evitar caídas de objetos pesado encima del bebé.
      • Vigilar que no se atragante-ahogue con ropa, almohada, juguetes
      • Evitar objetos desmontables y piezas pequeñas y otros objetos y sustancias que se pueda llevar a la boca, nariz u oídos.. y le puedan atragantar o causar alguna lesión
    • Medidas preventivas de 6-12 meses: el niño ya gatea y tiene interés en conocerlo todo; se empieza a poner de pie y se agarra a cualquier sitio para hacerlo, además puede “trepar”, sin noción alguna de peligro; la vigilancia del adulto debe ser extrema:
      • Evitar que juegue con enchufes, cables, alargadores… no dejarlos a su alcance sin la protección adecuada.
      • Vigilar todo los objetos de los que pueda tirar, cortinas, manteles, cuerdas… con el consiguiente peligro de arrastrar lo que pueda haber encima y por tanto caer sobre él.
      • Abrir y cerrar las puertas y ventanas despacio, teniendo en cuenta donde está el niño, para evitar caídas, golpes…
      • Poner las protecciones adecuadas en puertas, ventanas, escaleras…
      • No se deben dejar recipientes de agua llenos (bañera, cubo…), ni recipientes que contengan productos calientes (cafetera, cazuela…) al alcance del niño
      • Utilización de juguetes homologados, normas de seguridad.
      • Vigilar cuando esté con el andador, porque al poder volcar, puede producirle heridas o contusiones
    • Medidas preventivas de 1-3 años: el niño anda y tiene una gran curiosidad que le permite descubrir el medio que le rodea; esa curiosidad y la inconsciencia ante el peligro aumentan las situaciones de riesgo de accidentes; la prevención se debe centrar en:
      • Las caídas en general, con especial cuidado de que no se caiga de sillas, camas, escaleras...
      • Las intoxicaciones: evitar dejar a su alcance productos tóxicos (medicamentes, limpieza, cosméticos, pinturas…). Evitar no guardar productos tóxicos en envases reciclables de productos alimenticios
      • A partir de esta etapa y en la siguiente, evitar que el niño esté en la cocina cuando se esté cocinando; los riesgos de quemaduras son elevados.
      • En la calle, siempre debe ir con un adulto y cogido de la mano, especialmente al cruzar la calle
      • Se debe vigilar que los alimentos estén bien troceados, para prevenir atragantamientos.
      • Cuando viajen en el coche deben de ir en una silla especial fijada en los asientos posteriores
    • Medidas preventivas de 4-6 años: en esta etapa la autonomía del niño aumenta notablemente; es el momento de dotarle de instrumentos que le permitan ser consciente de los riesgos y por tanto de evitarlos.
    • En la calle, siempre debe ir con un adulto y cogido de la mano.
      • Normas básicas de seguridad vial.
      • Importante aprender a nadar.
      • Si van en coche siempre en los asientos posteriores en sus sillas homologadas y las puertas dotadas de un dispositivo de seguridad.

sábado, 9 de junio de 2012

ENFERMEDADES INFANTILES


El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados”.
(Artículo 4 de la Declaración de los Derechos del Niño de 1959)

  INTRODUCCION

Desde el punto de vista de la prevención, debemos decir que a pesar de los esfuerzos realizados, no es siempre suficiente. Existen grupos sociales desfavorecidos a los que no les llega la información y desconocen la repercusión y consecuencias de determinadas prácticas de riesgo, grupos que por razones ideológicas, religiosas y morales no aceptan los avances médicos y científicos, y población en general que, aun disponiendo de información y manteniendo una actuación consecuente con ella, son afectados por la enfermedad. Además, hay enfermedades para las que no existe una
prevención específica.
Se diferencian tres niveles de prevención de la enfermedad:
  • Prevención primaria: el objetivo es evitar la aparición de la enfermedad y la actuación se centra en la intervención sobre los factores de riesgo, ya sean de carácter individual (genético, constitucionales…), ya sean de carácter ambiental (contaminación, tabaco, alcohol…). La información es básica para garantizar esta prevención y la labor de la escuela es importante para ello
  • Prevención secundaria: el objetivo es la detección precoz de los síntomas, para evitar que la enfermedad progrese y aparezcan complicaciones y secuelas que afecten al desarrollo del niño. El educador puede dar la primera voz de alarma en este sentido, pero la actuación determinante vendrá del ámbito sanitario ya que, la mera detección de síntomas no tiene sentido en sí misma si no hay un tratamiento adecuado de la enfermedad desde los centros de salud.
  • Prevención terciaria: tiene como objetivo el diagnóstico y la aplicación del tratamiento adecuado que contribuya a frenar la enfermedad, función propia de los centros sanitarios.
Dicho esto, partimos de que la enfermedad es consustancial a la vida de la especie humana y por tanto va a estar presente en la vida de todas las personas, y de manera especial en la vida de los niños.
Definimos la enfermedad como una alteración orgánica o funcional que pone en peligro la salud de la persona.
Antes de continuar con el tema, nos fijamos en algunos términos de carácter médico que debemos conocer:
  • Síntoma o signo: cualquier indicio o manifestación de una alteración orgánica o funcional que revela la posible aparición de una enfermedad.
  • Síndrome o cuadro: conjunto de síntomas y signos que se dan en un tiempo concreto y que definen clínicamente una enfermedad.
  • Morbididad o morbilidad: Número proporcional de personas que en una población y tiempo determinados, padecen una enfermedad concreta.
  • Patógeno: Agentes productores o causantes de enfermedades.
  • Infección: estado producido por la implantación, desarrollo y actuación en el organismo humano de seres vivientes patógenos, y por tanto causantes de una enfermedad.
  • Infestación: Estado producido por la implantación de parásitos macroscópicos.
  • Profilaxis: conjunto de medios y medidas de tipo preventivo que sirven para preservar de enfermedades al individuo y la sociedad.

  1. LAS ENFERMEDADES 
    Hemos definido la enfermedad como toda alteración orgánica o funcional que pone en peligro la salud de la persona. De esta definición se derivan repercusiones sociales o psíquicas, que pueden afectar al sujeto, muchas veces de manera grave; nosotros en este tema nos fijaremos únicamente en la repercusión física de las mismas.
Las enfermedades pueden clasificarse en dos grandes bloques en función de su causas, y así diferenciamos entre:
  • Enfermedades congénitas: enfermedades estructurales o funcionales presentes desde el momento del nacimiento, son enfermedades genéticas, dentro de las cuales con carácter general, podemos citar los siguientes factores como causantes de los mismos:
    • Alteraciones en el desarrollo embrionario producidas por agentes externos, teratógenos: radiaciones, enfermedades maternas, consumo de sustancias tóxicas por parte de la madre…
    • Alteraciones genéticas del feto.
    • Acción conjunta de los 2 factores
Estas enfermedades congénitas son tratadas en otros módulos de manera más específica, únicamente señalaremos aquí algunos datos:
  • Afectan al 5% de los nacimientos, teniendo en cuenta además, que el número de abortos aumenta en estos embarazos.
  • En torno al 20% de los niños con alteraciones congénitas mueren en el periodo postnatal.
  • El 10% de las alteraciones congénitas son hereditarias
  • Enfermedades transmisibles- infecciosas: son enfermedades causadas por organismos vivos (bacterias, virus, parásitos, priones) que entran en el organismo humano provocándole la enfermedad y que son capaces de pasar de unos individuos a otros, (contagio).
En los países desarrollados las mejoras de las condiciones de vida y los avances médicos han contribuido a la disminución de las enfermedades infecciosas; aun así hay que tener en cuenta que no están erradicadas totalmente, la afectación que tienen en los distintos grupos sociales y no olvidar que en los países del tercer mundo estas enfermedades son la primera causa de mortalidad infantil.
  • Tipos de enfermedades infecciosas:
  • Infecciones bacterianas: Son enfermedades causadas por bacterias. Las bacterias son microorganismos unicelulares, células vivas independientes, que producen su efecto al multiplicarse dentro de un individuo. Están muy extendidas por toda la naturaleza y por tanto es muy fácil que entren en contacto con el cuerpo humano.
Existen diferentes tipos de bacterias, no todas causan efectos negativos:
  • Patógenas: son bacterias causantes de enfermedades cuando entran en contacto con el organismo, pudiendo provocar infecciones graves. Ej, cólera, tuberculosis, neumonía….
  • Oportunistas: están en la piel, en la boca, en la mucosa genital…. En un principio no producen ningún prejuicio, pero a veces, cuando bajan las defensas del individuo pueden generar una infección. Ej, otitis, forúnculos…
  • Saprofitas: son bacterias que producen beneficios en el organismo. Ej, las que viven en la flora intestinal
El grado de severidad de las infecciones causadas por bacterias pueden variar de acuerdo con la agresividad del microorganismo y el estado inmunológico del individuo (su nivel de defensas).
El tratamiento adecuado ante las infecciones bacterianas son los antibióticos, y dentro de los cuales se diferencian dos tipos:
  • Bacteriostático: impiden la multiplicación de bacterias.
  • Bactericida: eliminan bacterias.
La aplicación de los tratamientos antibacterianos debe hacerse bajo estricta recomendación y seguimiento médico, su uso indiscriminado puede producir efectos contraproducentes, especialmente en edades infantiles
  • Pueden favorecer la aparición de resistencia bacteriana ante determinados fármacos, volviéndose estos ineficaces.
  • Pueden producirse alergias a determinados antibióticos que pueden generar graves problemas.

Infecciones víricas: Son enfermedades causadas por virus. Los virus son organismos de estructura muy sencilla que viven en el interior de células vivas, se reproducen en ellas y generalmente las destruyen; son parásitos celulares. Mucho más pequeños que las bacterias.
Las enfermedades producidas por los virus son muy variadas y de muy diversa gravedad; el resfriado común y la gripe están causadas por un virus, el sarampión y el SIDA también.
El mejor garante en la lucha contra las infecciones víricas es el sistema inmunitario de la persona, que se refuerza a través del uso de vacunas (veremos su actuación y efecto más adelante). Aun así, destacar que los sistemas inmunológicos más frágiles son los de los niños y los de los ancianos; por eso las consecuencias de las infecciones víricas en estos sectores de población suelen ser más graves.
Los tratamientos médicos contra las enfermedades víricas se basan en los llamados fármacos antivirales, medicamentos complejos, que pueden dar lugar a efectos secundarios importantes, ya que su actuación se desarrolla dentro de las células del organismo, pudiendo dañarlas.

  • Enfermedades causadas por virus y bacterias. Hay enfermedades que pueden estar causadas tanto por virus como por bacterias, y en función del organismo que las produzca tendrán efectos diferentes en la salud del individuo, así por ejemplo, existe la meningitis viral o bacteriana y neumonía viral o bacteriana.
  • Infecciones causadas por parásitos. Los parásitos son organismos que viven a costa de otros de distinta especie, no solo del ser humano (también se dan en plantas y en animales), y cabe decir que no siempre tienen efectos negativos para la salud aunque en algunos casos sus efectos pueden ser muy graves.
En el caso del ser humano, los parásitos se pueden transmitir a través del agua, de los alimentos, del contacto con otros animales, de picaduras de mosquitos…
Algunos tipos de parásitos y sus afectaciones son los siguientes:
  • Protozoos: microorganismos que suelen vivir en el agua o ser parásitos de gatos, perros, ratas, mosquitos… cuando esos animales pican o muerden al hombre, les contagian. Ej, giardia lamblia (parásito del intestino)
  • Hongos: Ej, Candidasis, muguet, tiñas (hongo de tipo moho)…
  • Parásitos pluricelulares: Ej, piojos, lombrices, pulgas…Una infección común en escuelas infantiles es la Giardia Lamblia o parásito intestinal que produce diarreas.
  • Gusanos. Algunos causan enfermedades en el hom­bre como la triquinosis, las tenias...En el niño la parasitación más común son los helmintos o lombrices.

  • Infecciones causadas por priones. Los priones son agentes infecciosos de reciente descubrimiento, de los que aun no se sabe mucho. Ej, encefalopatía espongiforme, (enfermedad de las vacas locas).

3. TRANSMISIÓN DE ENFERMEDADES: LA CADENA EPIDEMIOLÓGICA
Una vez conocidos y explicados los microorganismos que causan las enfermedades, la pregunta que surge es la siguiente ¿dónde están y cómo llegan al ser humano? Para contestarla es necesario hablar de la cadena epidemiológica. Ésta nos
permite saber por qué y cómo se produce la transmisión de la enfermedad de una persona a otra, y en ella se diferencian los siguientes eslabones:

  • Fuente de infección o reservorio: es el hábitat o lugar donde se encuentran los microorganismos. Ese hábitat puede ser,
    • Las personas: son los principales reservorios de enfermedades infecciosas. Ej, resfriado común, SIDA…
    • Los animales: las enfermedades pueden tener como intermediarios a los animales, puede que los esos microorganismos no afecten negativamente a la salud de los animales, pero sí al ser humano. Ej, rabia
    • El suelo, el agua, objetos… pueden ser hábitat de gérmenes que pasan al ser humano mediante su contacto en determinadas situaciones. Ej, tétanos.

  • Mecanismo de transmisión: es el mecanismo por el cual los organismos causantes de enfermedades pasan del reservorio donde se encuentran al ser humano sano. Ese mecanismo da lugar a hablar de diferentes tipos de contagio:
  • Contagio directo: Los microorganismos pasan de una persona infectada a otra, a través de distintos fluidos (sangre, semen…), los ejemplos más claros se ven en la transmisión del SIDA y otras enfermedades sexuales
  • Contagio indirecto: Este contagio es propio de microorganismos que pueden aguantar más tiempo fuera de un organismo vivo y la transmisión se efectúa a través de otros medios:
    • Del aire: al toser, al estornudar, al hablar…expulsamos gotas de saliva pequeñas cargadas de gérmenes. Ej, resfriado, gripe, sarampión…
    • De alimentos contaminados: hay alimentos en los que la proliferación de bacterias y virus es muy rápida si no se tiene en cuenta su adecuada conservación (huevos, leche, pescados…) y el material con el que se manipulan. Ej, salmonelosis, infecciones gastrointestinales…)
    • El agua: El agua es otro medio de contagio de enfermedades, ya sea por ingestión directa o por ser utilizada para lavar frutas o verduras. Ej, hepatitis A, fiebre tifoidea…
    • El suelo, los objetos contaminados … acordaos de los juguetes, cubiertos, peines…
    • Insectos hematófagos Ej, mosquito anofeles que transmite la malaria, o mosca tse-tse que contagia la enfermedad del sueño

  • La persona sana: Finalmente, el último eslabón de la cadena es la persona sana a la que los gérmenes llegan, y penetran en su organismo a través de distintas vías: boca, nariz, piel, genitales… ante los microorganismo, la respuesta del organismo es la activación del sistema inmunológico, obteniendo resultados:
    • Positivos, respondiendo adecuadamente a la agresión y manteniendo así su salud, o
    • Negativos, sus defensas no son capaces de superar la agresión, y el individuo pierde la salud
  • FACTORES QUE INFLUYEN EN LA TRANSMISIÓN.
  • Factores ambientales, esto es:
    • Condiciones cli­máticas, el aire, la contaminación atmosférica, la calidad higiénico-sanitaria de las viviendas, la calidad de las infraestructuras urbanas...
  • Factores sociales:
    • Constituyen uno de los aspectos de mayor influencia en la salud.
    • La cul­tura, la economía, la educación o las tradiciones, configuran el contexto en el que se va a dar un patrón epidemiológico u otro. (La escuela infantil debe valorar el contexto sociocultural en el que se encuentra (barrio, actividad laboral de los padres, etc) para poder intervenir adecuadamente desde la E.P.S.).
  • Factores individuales: sexo, herencia genética, edad, etc.
  • Factores sanitarios: grado de desarrollo de la organización sanitaria: recursos,...

  1. ENFERMEDADES INFECCIOSAS MÁS FRECUENTES:
Por lo que vamos diciendo y por lo que tu ya sabes, existen muchos tipos de enfermedades transmisibles, vamos a agruparlas en grandes bloques y ver sus características más generales.
  • Enfermedades exantemáticas: Son enfermedades que presentan exantemas, erupciones cutáneas en forma de placas o granos, de color rojizo, púrpura… que pueden tener distinto tipo de distribución en el cuerpo y características, en función de la de enfermedad concreta de que se trate.
Son enfermedades infecciosas, víricas normalmente (aunque también las hay bacterianas), muy comunes en la infancia. Ej, sarampión, rubéola, varicela, paperas…
Muchas de estas enfermedades están prácticamente erradicadas, gracias a la vacunación sistemática de los niños, pero aun así de vez en cuando se dan brotes que pueden ser más o menos importantes y que pueden deberse a diferentes factores: fortalecimiento de virus, migraciones, viajes…

  • Enfermedades respiratorias: Son enfermedades comunes, que afectan al sistema respiratorio individuo, ya sea a:
    • Las vías altas o superiores: nariz, boca, laringe, bronquios…
    • Las vías bajas o inferiores: bronquiolos respiratorios, alvéolos pulmonales.
Las enfermedades respiratorias tienen distintos niveles de afectación y gravedad, y son frecuentes los individuos que las padecen de manera crónica; cabe diferenciar entre:
    • Enfermedades breves, pero normalmente intensas: gripe, difteria…
    • Enfermedades crónicas y de larga duración: asma, bronquitis crónica
El origen y la causa de estas enfermedades es variado:
    • Pueden tener origen infeccioso:
        • Causado por virus: gripe, resfriado común, neumonía
        • Causado por bacterias: difteria, tuberculosis, neumonía…
    • Pueden ser provocadas por agentes alérgicos: asma
    • Ser una complicación de enfermedades crónicas: bronquitis y bronquiolitis crónicas
  • Enfermedades digestivas: Son enfermedades más o menos comunes que afectan al aparato digestivo, siendo sus manifestaciones más normales las diarreas y los vómitos: Gastroenteritis
  • Otras enfermedades comunes: Además existen muchas otras enfermedades que no se pueden englobar dentro de estos bloques de carácter general, pero que debemos tener presentes, dada su incidencia en la población, especialmente en la infantil: Meningitis, otitis, conjuntivitis, SIDA…
5. SISTEMAS DE PROTECCIÓN Y DEFENSA DEL ORGANISMO. Prevención de enfermedades trasmisibles.
  • Actuaciones preventivas
El mantenimiento de la salud y la prevención de la enfermedad debe darse a lo largo de toda la vida, y tener en cuenta los factores físicos, psíquicos y sociales (recuerda la definición de salud!!). Repasamos algunos aspectos a tener en cuenta en este epígrafe:
    • Prevención durante el embarazo: La mujer embarazada deberá adquirir hábitos y estilos de vida saludables: dieta equilibrada, ejercicio físico adecuado, horas de sueño, supresión de consumo sustancias como alcohol, tabaco, antibióticos…
Debe tener especial cuidado con la prevención de enfermedades como la rubéola, la varicela, el SIDA… que pueden generar malformaciones graves y enfermedades congénitas en el feto.
Especial cuidado también con la toxoplasmosis, cuyos síntomas en la mujer son parecidos a los del resfriado común, pero que en el feto puede causar enfermedades congénitas y malformaciones. La prevención adecuada es evitar contacto con gatos y animales, y el consumo de carne cruda.
En el caso de que la mujer sufra enfermedades como la diabetes, tenga una avanzada edad… deberá someterse a los cuidados específicos de su ginecólogo y llevar un embarazo controlado.
    • Prevención en la etapa infantil: En la etapa infantil la prevención de enfermedades se basará principalmente en la satisfacción de la necesidades básicas (como hemos estudiado ya), en el mantenimiento de la salud mental del sujeto, que desde la escuela se realizará trabajando la relación afectiva y el ambiente de calma y seguridad, mediante la intervención con familias (módulo de 2º curso de educación infantil) y mediante la generalización de las vacunas como mecanismo de inmunización preventiva
  • El sistema inmunológico
El sistema inmunológico es el sistema responsable de la defensa del organismo de posibles agresiones procedentes del exterior. Tiene como finalidad proteger al organismo y mantener su integridad.
Su acción se lleva a cabo mediante distintos mecanismo de defensa, mecanismos inespecíficos y mecanismos específicos, vemos que implican y cómo actúan cada uno de ellos:
    • Mecanismos de defensa inespecíficos: Los mecanismos inespecíficos de defensa son mecanismos que se activan para proteger al organismo de forma genérica o inespecífica, es decir sin conocer la sustancia extraña agresora del organismo.
Estos mecanismos son la primera defensa ante las infecciones, y entre ellos están:
    • La piel: Uan de las funciones de la piel es impedir la entrada de microorganismos nocivos en el organismo, y la realizará a no ser que:
        • Presente lesiones o roturas (heridas)
        • No funcionen bien las glándulas sudoríparas y las sebaceas
        • No mantenga un ph adecuado.
    • Mucosas: sustancias que tapizan las entradas del organismo: boca, nariz, ojos, oídos, genitales, superficie urinaria… en cada caso tienen unas características específicas. Algunos ejemplos:
        • Secrección lagrimal: las lagrimas surgen como defensa ante la entrada de sustancias en el ojo, destruyen las bacterias y las expulsan hacia fuera del mismo.
        • Mucosa respiratoria: atrapan los gérmenes que tratan de penetrar por la nariz y favorecen su expulsión.
    • Barrera hematoencefálica: Son células pequeñas que limitan el paso de sustancias nocivas al cerebro a través de los vasos sanguineos, evitan que los gérmenes invadan el sistema nervioso central. El fallo en esta barrera produce la meningitis.
Aun así, cuando estas barreras fallan y los microorganismos, toxinas o sustancias extrañas logran traspasarlas entran en acción otros mecanismos de defensa, que tienen como objetivo neutralizar o eliminar a los invasores:
  • Fagotitos: son células que tratan de destruir a los microorganismos extraños; utilizan un sistema de reconocimiento inespecífico, lisozomas, que es una sustancia con acción antiviral y bactericida.
Es la única sustancia que es mayor en el recién nacido que en el adulto.
  • Macrófagos: son células que ingieren células muertas y partículas extrañas y se encargan de fabricar anticuerpos.
  • Interferones: sustancia que tiene por objetivo proteger a las células no infectadas y evitar que se infecten ante una infección de tipo vírico. La producen los macrófagos.
  • El sistema de complemento: sistema de proteínas básico para la defensa del organismo frente a virus y bacterias. Produce una sustancia para destruir las células nocivas.
  • La inflamación: es una forma de inmunidad innata; es una respuesta del organismo ante la infección o la lesión de tejidos. La zona inflamada permite aislar al agente patógeno del contacto con otros tejido, mediante la subida de la temperatura de la zona afectada.
    • Mecanismos de defensa específicos: Son mecanismos de defensa del organismo frente a la invasión por una sustancia extraña mediante la producción de anticuerpos que específicamente la neutralizan o destruyen.
Para entender esto mejor es necesario comprender dos conceptos:
          • Antígeno: Sustancia que forma parte de los agente patológicos y que es capaz de producir una respuesta específica del sistema inmunológico del individuo.
          • Anticuerpos: sustancias químicas (proteínas) que ayudan a destruir-neutralizar a los agentes nocivos.
Sí el sistema inmunológico reconoce los antígenos producirá los anticuerpos específicos para neutralizarles. Así, en la respuesta inmunológica específica se diferencian dos partes:
          • La identificación del antígeno concreto.
          • La generación del anticuerpo específico que lo erradica.
La generación de un anticuerpo concreto proporciona memoria al sistema inmunológico y así, ante el mismo antígeno, la capacidad del reacción del sistema inmunológico será más eficaz, más rápida y efectiva.
Las respuestas inmunológicas específicas también se llaman de inmunidad adquirida, y se diferencian varios tipos:
          • Defensas naturales o espontáneas activas: anticuerpos específicos creados por el organismo tras pasar una enfermedad.
          • Defensas naturales o espontáneas pasivas: anticuerpos que el niño recibe de su madre; desaparecen a los 3-4 meses.
          • Defensas artificiales o provocadas activas: Anticuerpos que adquirimos por medio de las vacunas, y que tienen un efecto a largo plazo, o incluso para toda la vida del sujeto
          • Defensas artificiales o provocadas pasivas: anticuerpos administrados directamente a través de sueros; es una protección a corto plazo que se administra ante brotes muy fuertes y sujetos de alto riesgo.
Normalmente y a pesar de la clasificación, el sistema inmunológico no responde a los ataques de manera parcial frente a los agente patógenos, si no que normalmente se trata de una acción combinada de los dos sistemas defensivos, específico e inespecífico.

  • Referencia especial al sistema inmunológico del recién nacido
El sistema inmunológico del niño es similar al del adulto, pero podemos señalar algunas características especiales, relacionadas especialmente con la falta de maduración del mismo.
            • La piel y las membranas del bebé son muy sensibles y vulnerables, y pueden infectarse rápidamente, por lo que se deben extremar las precauciones (recuerda la unidad de trabajo de higiene). Aun así sus secreciones tienen un mayor poder bactericida que las del adulto.
            • Barrera hematoencefálica está muy inmadura, las infecciones se producen fácilmente.
            • Los mecanismos de inmunidad inespecífica están inmaduros, lo que dificulta la neutralización de bacterias y virus; la producción de fagotitos y de interferón es deficitaria todavía.
            • Los mecanismos de inmunidad específica son insuficientes, y no hay producción propia de anticuerpos hasta los 8 meses aproximadamente. Mediante la lactancia materna el niño recibe anticuerpos de su madre (recuerda unidad de trabajo de alimentación)

  • Medidas inmunizadoras: las vacunas
A lo largo del tema hemos hecho numerosas referencias a la importancia de las vacunas, en este epígrafe nos fijamos de manera especial en ellas.
Las vacunas son mecanismos de defensa artificial y se consideran la medida más eficaz para prevención de infecciones. Su uso y generalización han contribuido notablemente a la disminución de la mortalidad infantil.
Las vacunas son un preparado químico constituido por microorganismos nocivos modificados (debilitados, muertos…) capaces de proporcionar una respuesta inmunitaria contra la infección por parte del organismo atacado, es decir, las vacunas introducen alérgenos en el individuo sano y contribuyen a la generación de anticuerpos que protegerán de futuros contagios.
La esencia de la vacunas está en 2 particularidades:
  • Su especificidad: Dan respuesta contra los agentes patógenos específicos.
  • La memoria: Proporcionan la sistema inmunológico la capacidad para recordar el antígeno y actuar con mayor contundencia ante su presencia.
Así, las vacunas aportan protección duradera contra antígenos específicos, responsables de ciertas enfermedades.
El calendario de vacunación vigente en la Comunidad de Madrid:














  1. EL EDUCADOR Y SU ACTUACIÓN ANTE LAS ENFERMEDADES.
La misión del educador ante las enfermedades no es resolver los problemas sanitarios que puedan tener los niños, no es hacer un diagnóstico ni establecer un tratamiento, no es actuar sobre la enfermedad en sí misma.
La función del educador infantil es prevenir la enfermedad y paliar sus efectos mediante una detección precoz, que permita establecer cuanto antes un diagnostico y tratamiento adecuado por parte de los profesionales sanitarios. De esta rápida actuación va a depender en muchos casos de un buen diagnóstico.
El educador tiene que estar alerta a la aparición de síntomas y colaborar con el tratamiento determinado por el médico, siempre que sea posible.
Ese estar alerta a la aparición de síntomas, implica que el educador sepa leer indicadores en los niños que le digan que no se encuentran bien, por la razón que sea.
  • REPERCUSIÓN DE LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES EN LA ESCUELA INFANTIL
La aparición de algún brote de enfermedad transmi­sible en la escuela infantil, tiene unas consecuencias importantes porque puede llegar a afectar a toda la comuni­dad escolar (alumnos, personal educativo y padres) y extenderse ese contagio más allá de la escuela, repercutiendo en su entorno social.
¿Qué medidas básicas, debe tomar la escuela?
- Comunicarlo a los padres.
- Asesoramiento sani­tario acerca del brote que se ha producido.
- Tomar medidas y comunicarlas.
- Seguir informando adecuadamente de lo que ha sucedido en el centro en relación con el brote.
- Con relación al niño afectado, la escuela se preocupará de las reper­cusiones psicopedagógicas que para él tiene la enfermedad.

6.1. CLÍNICA DE LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES

Nos referimos a la sinto­matología que caracteriza a estas enfermedades. Dos tipos:

  • Sintomatología general: son síntomas que pueden aparecer en casi todas las enfermedades, destacando:
    • El niño se muestra cansado, decaído, irritable, llorón...
    • Disminución del apetito, por lo que no se le debe obligar a comer; es mejor darle líquidos y comidas ligeras.
    • Tendencia a vomitar con facilidad.
    • Fiebre.
  • Sintomatología específica, esto es, que depende directa­mente del agente causante. Dependen del tipo y localización de la infección. Los síntomas más comunes son:
  • Tos, debido a la irritación de las vías respiratorias altas.
  • Dolor en las partes inflamadas (garganta, oídos, etc.)
  • Dolor e inflamación de las articulaciones.
  • Exantemas (erupciones cutáneas) y manchas en la piel en enfermedades como el sarampión, la rubéola,...
  • Dolor de cabeza..
Además de estos indicadores generales (que no siempre tienen por qué indicar enfermedad), existen algunos signos de alarma que hacen necesaria la intervención del educador.
  • La actuación específica estará en función de la normativa interna de cada centro educativo, que debe tener elaborado un protocolo de actuación para situaciones de emergencia y que debe conocer todo el personal que trabaje en la escuela.
El protocolo va a garantizar la intervención común de toda la plantilla del centro, y va a ser una justificación ante los padres de los modos de actuación llevados a cabo.
Los padres conocerán ese protocolo desde comienzo de curso (matriculación, reuniones informativas…). Y se comprometerán a respetarlo y cumplirlo en las cuestiones que les afecte.
Con las peculiaridades de actuación propias de cada escuela, podemos señalar con carácter general las siguientes pautas de intervención:
  • Ante la duda sobre el estado de salud de un niño, comprobar si hay fiebre o alguna otra señal de enfermedad.
  • En caso de confirmarse, garantizar una atención individualizada al niño.
  • Si en el centro hay algún profesional sanitario, se hará cargo del niño inmediatamente.
  • Avisar a los padres para que vengan a recogerle cuanto antes y en su caso, derivarles a un centro sanitario de urgencias.
  • Ante la tardanza de los padres, o sospecha de gravedad importante, llamar al servicio de urgencias correspondiente
  • Actuación concreta en caso de fiebre
La fiebre es uno de los signos de alarma que el educador tiene que aprender a leer en el niño. Es un síntoma de enfermedad muy frecuente ya que siempre que hay una infección en el organismo, la reacción de éste es elevar la temperatura. Es un mecanismo de defensa más.
La fiebre suele ir acompañada de otros síntomas: ojos brillantes, rubor en las mejillas, somnolencia, decaimiento, sudoración, manos y pies fríos y resto del cuerpo caliente…
Ante la sospecha de que un niño tiene fiebre el educador debe comprobarlo poniéndole el termómetro, es una intervención fácil y no agresiva para el pequeño.
Existen varios tipos de termómetros: de mercurio, de oído, digitales.
La temperatura se puede tomar en varios sitios, en la axila, la ingle, la boca y el ano; en la escuela infantil lo más frecuente es hacerlo en la axila.
La temperatura normal del organismo es de 36.5ºC si se toma en la axila; y en función de esto se considera fiebre los valores que están por encima, así se habla de,
          • Febrícula si la temperatura está entre 37-37,5ºC
          • Fiebre si la temperatura está entre 37,5-39ºC
          • Fiebre alta si la temperatura está por encima de 39ºC

NOTA: Hay que tener en cuenta además, que si medimos la temperatura en el ano, los valores serán entre 0,6-1ºC más elevados.
En caso de que se confirme que el niño tiene fiebre, la intervención adecuada se basará en los siguientes pasos:
  • Avisar a los padres para que vengan cuanto antes a recoger al niño.
  • Atender al niño de manera personal, en una habitación bien ventilada.
  • Aligerarle de ropa, no taparle pero tampoco desvestirle.
  • Suministrar líquidos al niño (agua, zumos…), pero no obligar a tomarlos
  • Si los padres no llegan y la fiebre es muy alta, tratar de bajarla con paños de agua fría o bañando al niño en agua tíbia, (25ºC).
  • Si se ve necesario llamar a los servicios de urgencias.
  • No administrar medicamentos en ningún caso.

  • Actuación concreta en el caso de vómitos
El vómito es la expulsión forzosa del contenido del estómago de manera más o menos brusca, implica una arcada (no confundir con regurgitación).
Las causas son variadas; el educador debe saber diferenciar cuándo son consecuencia de una infección y algunos indicios de esto son:
  • Los vómitos van acompañados de otros síntomas: nauseas, fiebre, diarreas…
  • Después del vómito no hay un bienestar.
  • Agotamiento, inapetencia, pesadez…
La intervención adecuada ante los vómitos será la siguiente:
  • Avisar a los padres para que vengan cuanto antes a recoger al niño.
  • Atender al niño de manera personal, en una habitación bien ventilada y tranquila.
  • Suministrar líquidos al niño (agua, zumos…).
  • No administrar medicamentos en ningún caso.

  • Actuación concreta en el caso exantemas
Los exantemas son síntomas de muchas enfermedades infecciosas, son granos, sarpullidos, que en función de la infección concreta adoptarán distintas formas y colores, tendrán un erupción diferente y se generalizarán por distintas partes del cuerpo.
La Intervención ante ellos será la siguiente:
  • Avisar a los padres para que vengan cuanto antes a recoger al niño.
  • Derivar al pediatra con carácter de urgencia.
  • No administrar medicamentos.

  • Las familias y su actuación ante las enfermedades.
La escuela establecerá unos requisitos de actuación ante las enfermedades que los padres deberán conocer y respetar, entre los cuales estará la no asistencia del niño a la escuela con el objetivo de evitar los contagios a otros niños.
Se exigirá a las familia no llevar al niño al centro si tiene:
    • Fiebre.
    • Diarrea líquida o con sangre.
    • Infecciones o llagas por la boca (estomatitis).
    • Erupciones y exentemas por la piel, a no ser que lleve un informe médico donde diga que no es contagioso.
    • Conjuntivitis purulenta (pus amarillo), si no se está tratando.
    • Muguet, si no se está tratando.
    • Parásitos intestinales, si no se están tratando.
La no asistencia al centro será de mayor o menor duración en función de la infección de que se trate, algunos de los periodos establecidos son los siguientes:
    • Paperas: mínimo 9 días.
    • Rubéola: 4 días
    • Tos ferina: mínimo 8 días
    • Sarampión: 7 días desde la erupción.
    • Varicela: cuando se secan los exantemas.
En cualquier caso se podrá solicitar un informe médico de no contagiosidad.

  • Tratamientos y medicación
El educador no debe administrar ningún medicamento al niño a no ser que cuente con un informe o receta médica, donde se establezca el medicamento recomendado por el pediatra, la dosis y el horario del mismo.
Si no hay ese informe, los padres deben hacer un informe ordenando la administración del medicamento bajo su responsabilidad, donde además de los datos anteriores, producto, dosis, horario de administración, figure el nombre del pediatra y el diagnóstico de la enfermedad.

  • Pautas de aplicación de medicación
  • Administración de jarabes.
Se recomienda utilizar una jeringuilla, para medir bien la dosis a administrar y para evitar que se caiga parte de ella.; se deposita el contenido en el lateral interior de la boca del niño. Conveniente no hacerlo si el niño está llorando. En los niños mayores se debe explicar que se les da y para qué.
  • Administración de supositorios.
El tratamiento con supositorios es un tratamiento agresivo, se debe buscar la calma y la tranquilidad. Se pone al bebé boca arriba para que vea la cara del adulto y no se asuste. Con una mano se le levantan los pies-piernas hacia arriba y con la otra se le introduce suavemente el supositorio. Se mantiene un ratito el culete cerrado-apretado para que no lo expulse.
  • Administración de suero en la nariz.
Se coloca al niño tumbado lateralmente; se aplican las gotitas en la fosa nasal contraria a la que se encuentra inclinado. En los niños mayores se explica que se les da y para qué. Es conveniente sujetarles las manos.
  • Administración de gotas en los oídos.
Se coloca al niño boca arriba, y se le ladea la cabeza. Se echan las gotas y se mantiene en esa posición durante unos segundo para que no se salgan las gotas. Es recomendable calentar un poco el recipiente con las manos, para que el líquido no esté tan frío.
  • Administración de gotas en los ojos.
Se coloca al niño boca arriba, se le abre el ojo con la mano y con la otra se ponen las gotas entre el parpado y el globo ocular. Es recomendable calentar un poco el recipiente con las manos, para que el líquido no esté tan frío.

  1. ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN LA INFANCIA
  • TRASMITIDAS POR BACTERIAS
    • Meningitis
    • Tosferina
    • Escarlatina
    • Tétanos
    • Difteria
    • Tuberculosis
  • TRASMITIDAS POR VIRUS
    • Gripe A,B,C
    • Parotiditis o paperas
    • Rubeola
    • Varicela
    • Sarampión
    • Hepatitis vírica: A,B,D,D,E,F y G. Más comunes A Y B
    • Poliomielitis
    • SIDA-VIH
    • Bronquiolitis
    • Neumonias
    • Asma Bronquial
7.1ENFERMEDADES TRANSMISIBLES PRODUCIDAS POR BACTERIAS
  • MENINGITIS
Es un proceso inflamatorio que afecta a las meninges (3 membranas que cubren el encéfalo y la médula espinal denominadas duramadre, aracnoides y piamadre); infección cuyo agente causal es el meningococo (o Neisseria meningitidis). Existe una variedad que es vírica y es inofensiva, pero la bacteriana puede dejar secuelas (sordera, ceguera, e incluso la muerte).
Período de incubación
No está determinado de forma exacta, aproximadamente se da entre 4 a 7 días.
Mecanismo de transmisión
Por contacto con el enfermo y/o a través de un portador sano asintomático. La fuente de contagio son las secreciones rinofaríngeas del enfermo o portador.
Clínica (síntomas)
Fiebre, vómitos, dolor de cabeza y rigidez de nuca. En los niños pequeños, en ocasiones la fontanela puede verse abombada. Los niños pueden estar muy decaídos o muy irritables. CONSEJO: si aparece fiebre alta y petequias (manchas rojas en la piel) y éstas no desaparecen haciendo un estiramiento de la piel en torno a la mancha, o no desaparecen al pasar por ellas un vaso de cristal tumbado, acudir rápidamente al hospital porque puede matar en 48 horas. A veces se puede confundir con una gripe porque da síntomas parecidos como náuseas, dolor de cabeza y articulaciones.... La detección es vital porque hay casos en que en 6-8 horas se paralizan órganos, lo que deja importantes secuelas.
Otros síntomas: fotofobia, hipersensibilidad a los ruidos, resistencia a extender las piernas...
Diagnóstico: se llega extrayendo y analizando el líquido de la médula espinal, por medio de una punción lumbar.
Tratamiento.
- Ingreso urgente en un centro hospitalario, ya que puede ser mortal. Se trata con antibióticos por vía intravenosa. Aislamiento.

Recomendaciones ante un caso de meningitis en la escuela infantil

- Tomar las medidas recomendadas por los sanitarios.
- Prestar especial atención al resto de los niños por si presentaran sín­tomas extraños para, en ese caso, acudir rápidamente al médico.
  • TOSFERINA
Enfermedad respiratoria causada por la Bordetella pertusis. Hace años era una enfermedad frecuente. Actualmente sólo suele afectar a niños pequeños (mayor incidencia de 1 a 5 años), que aún no han sido vacunados o han recibido pocas dosis de la vacuna. Gracias a las vacunas, su incidencia ha disminuido notablemente y cuando se presenta suele hacerlo de forma benigna.
El periodo de incubación oscila entre 1 y 3 semanas, aunque suele estar entre 7 y 10 días.
Se transmite por contac­to con el enfermo a través de gotitas de Pflügge
Los síntomas se manifiestan en 3 etapas:
  • En la primera (1 ó 2 semanas), el niño presenta los síntomas de un esta­do catarral, con temperatura algo elevada, lagrimeo y tos leve.
  • En la segunda (2 a 4 semanas), la tos se hace espasmódica, repetida al inspirar y espirar, pudien­do aparecer enrojecimiento facial, cianosis y vómitos con la tos.
  • Por último, pasa por una etapa de convalecencia (1 a 2 semanas), en la que va disminuyendo la sintomatología, aunque la tos puede persistir durante varios meses.
En niños muy pequeños puede hacer falta hospitalizarles si tienen difi­cultad para alimentarse, pero, en general, bastará con un antibiótico, antitusígenos y bebidas abundantes.
La profilaxis o prevención se hace mediante la vacunación específica.
  • ESCARLATINA
Enfermedad causada por el estreptococo hemolítico A. El contagio se produce por contacto con personas enfermas. Es una enfermedad muy contagiosa.
El período de incubación puede oscilar entre 2 y 7 días.
Comienza de forma brusca y durante las primeras 24 horas el niño se queja de dolor de cabeza y de garganta. Puede tener nauseas y vómi­tos. Los ganglios del cuello se inflaman y la temperatura suele superar los 39º C.
Al cabo de unos días, aparece la erupción que consiste en unos puntos rojos pequeños y elevados.
Las mejillas suelen estar enrojecidas mientras que alrededor de la boca hay palidez. Pasada una semana, la piel se descama, sobre todo en las manos y los pies.
Tratamiento: con antibióticos y antipiréticos (en caso de fiebre). Conviene dar dieta ligera y gran canti­dad de líquidos.
Medidas preventivas: no asistir a la escuela. El padecimiento de la enfermedad proporciona una inmunidad activa, que se mantiene durante 10 años.
  • TÉTANOS
Infección provocada por el Clostridium tetani, que penetra y se desarrolla en las heridas produciendo una toxina que se propaga por los nervios hasta el sistema nervioso central.
Período de incubación: Oscila entre 4 y 20 días.
Mecanismo de transmisión: Los gérmenes tetánicos viven en el suelo, en la tierra, en estercoleros y en lugares frecuentados por animales (abono).
Clínica: Suelen aparecer contracturas musculares, que empiezan por los mús­culos de la boca y que impiden cerrarla, para luego generalizarse por todo el cuerpo. Presentan fiebre elevada, irritabilidad, inquietud, rigidez y dificultad para tragar.
Tratamiento: Suero antitetánico, antibióticos, sedantes, antitérmicos.
Medidas preventivas: Inmunización activa mediante vacuna, a partir de los 3 meses de edad.
  • DIFTERIA
Es una enfermedad aguda muy infecciosa producida por el Bacilo de Löffler. Se transmite por contacto con la persona enferma o en periodo de incubación, a través de las gotitas de Pflügge(partículas minúsculas presentes en el aliento) y otras secreciones.
Período de incubación: entre 1 y 6 días.
Clínica: La infección se inicia con dolor de garganta, dificultad al tragar, fiebre ligera, dolor de cabeza y anginas enrojecidas. (síntomas comunes entre niños que están resfriados o sufren infecciones de garganta ordinarias, sin embargo, en la difteria el niño está más enfer­mo de lo que cabría esperar por estos síntomas).
Si la enfermedad progresa, aparecen en las amígdalas, faringe, fosas nasales y laringe unas lesiones inflamatorias recubiertas de unas falsas membranas blanquecinas muy adherentes, que al intentar quitarlas san­gran. Pueden desencadenar un problema respiratorio grave.
Tratamiento: Con antibióticos y suero antidiftérico.
Medidas preventivas: vacunación.
(Esta enfermedad se cobraba muchas víctimas pero gracias a la vacuna­ción no se registran casos desde hace varios años).
  • TUBERCULOSIS
Enfermedad producida por el Bacilo Mycobacterium tuberculosis, o bacilo de Koch (microbiólogo alemán que lo aisló), que puede afectar a cualquier tejido, pero de forma especial a los pulmones. Los bacilos se transmiten a través del esputo (flema expectorada) contaminado, o por las gotitas de Pflügge tras toser, estornudar, etc, de la persona enferma.
No tiene un periodo de incubación específico. Cursa con febrículas y pérdidas de apetito. En fase más avanzada, fiebre, fatiga, sudoración nocturna y pérdida de peso, trastornos respiratorios, dolor torácico, y esputos sanguinolentos. Requiere hospitalización en esta fase, pero después, se puede volver a la actividad normal. Puede tener complicaciones si no se trata adecuadamente (daño pulmonar...)
Prevención: vacuna indicada para personas que conviven con enfermos infectados o inmunodeprimidos (enfermos de SIDA, etc).

    1. ENFERMEDADES TRANSMISIBLES PRODUCIDAS POR VIRUS.
Muchas de las enfermedades más frecuentes durante la infancia están producidas por virus, entre ellas cabe destacar por su frecuencia, las siguientes:
  • GRIPE
Enfermedad infecciosa aguda que afecta a las vías respiratorias. La producen virus de tres tipos: A, B y C, que va mutando continuamente, por lo que la inmunidad de por vida es imposible.
Período de incubación: entre 2 y 8 días
Mecanismo de transmisión:
  • El contagio tiene lugar por contacto con el enfermo a través de las secreciones naso-faringeas y las gotitas de Pflügge.
  • También se propaga fácilmente por el aire produciendo epidemias periódicamente todos los años. Clínica:
- Comienza con escalofríos y temperatura elevada, tos, dolor de cabeza, palidez, cansancio, malestar general, catarro de las mucosas de la nariz y de los ojos.
Si la gripe no se complica, los síntomas remiten a los 5 ó 6 días, pero el decaimiento general dura unas 2 semanas. Las complicaciones suelen ser pulmonares y cardiacas y a veces de consecuencias importantes.
Tratamiento:
- Para aliviar o eliminar los síntomas: bajar la fiebre con antitérmicos, calmar la tos, aliviar el decaimiento general con analgésicos (que no sea aspirina).
- Guardar reposo y no exponerse a corrientes de aire.
Medidas preventivas: Vacunas. (el inconveniente es que cada año varía el tipo de virus causante de la epi­demia, aunque es muy recomendable sobre todo en personas con menos defensas como ancianos, enfermos, etc.).
  • PAROTIDITIS O PAPERAS
Es la inflamación de las glándulas parótidas o salivares, que están localizadas deba­jo del lóbulo de la oreja, por un virus del tipo mixovirus No son frecuentes antes de los tres años, aunque pueden aparecer en cualquier edad. En niños, su máxima incidencia es entre los 5 y 9 años.
Período de incubación: Suele oscilar entre 2 y 3 semanas desde el momento del contacto.
Mecanismo de transmisión:
Son muy contagiosas. Se transmite por contacto con el enfermo a través de las secre­ciones respiratorias, e indirectamente por medio de portado­res del virus sin síntomas de inflamación.
Clínica:
El enfermo presenta fiebre moderada, malestar general e inflamación dolorosa de una o de las dos glándulas que pueden impedir al niño abrir bien la boca (masticación dolorosa). Frío, pérdida de apetito y sequedad de garganta. Posteriormente se eleva la fiebre.
En niños pequeños no son frecuentes las complicaciones, pero en niños que hayan alcanzado la pubertad o en varones adultos puede aparecer una inflamación de los testí­culos (orquitis), que cursa con dolor y puede entrañar problemas de esterilidad.
Tratamiento:
Se debe administrar antitérmicos para bajar la fiebre y analgésicos para aliviar el dolor. Dieta blanda para facilitar la masticación.
Medidas preventivas:
Vacunación a los 15 meses, (triple vírica que incluye: sarampión, rubéola y parotiditis) y 4 años. Padecer la enfermedad proporciona una inmunidad permanente..
  • RUBÉOLA.
Enfermedad exantemática (erupciones semejantes a las de un sarampión), más frecuente en la infancia que en adultos, de curso habitualmente benigno. Tiene más importancia en la mujer embarazada, ya que puede provocar malformaciones en el embrión si la madre la contrae en el primer trimestre de la gestación.
Periodo de incubación: de 16 a 18 días hasta la aparición de los primeros síntomas, pudiendo llegar hasta los 21 días.
Mecanismo de transmisión: directo por medio de las secreciones rinofaríngeas, y a tra­vés de la placenta. A veces puede ser indirecto, a través de objetos contaminados...
El periodo de transmisión comienza unos 5 días antes y hasta 4 días después de la aparición de la erupción.
Clínica:
Empieza con malestar general y fiebre entre 38 y 39 ºC (a veces puede despistar porque la fiebre es baja), con sudores, dolor de cabeza, catarro rinofaríngeo, conjuntivitis, inflamación de los ganglios linfáticos retroauriculares y suboccipital (detrás de las orejas y nuca respectivamente). Dolor de cuello y cabeza.
La erupción comienza por la cara y el cuello, después pasa al tórax y las extremidades. Está formada por pequeñas manchas de color rosa bri­llante, que desaparecen con la presión. Sin prurito.
Tratamiento:
No existe ningún tratamiento específico. Por lo tanto será sintomático (fiebre...). Es conveniente el aislamiento del paciente para evitar su transmisión y que no tenga contacto con ninguna mujer embarazada
Medidas preventivas:
Su padecimiento proporciona una inmunidad que dura toda la vida.
Mediante la vacuna triple vírica a los 15 meses y otra dosis a los 4 años (en las niñas se valora si se administra de nuevo a los 11 años, para evitar que puedan contagiarse más adelante, en la edad fértil. Hay que procurar no acercarse a la mujer embarazada.
  • VARICELA
Enfermedad exantemática y contagiosa causada por el virus varicela-zóster (VVZ).
Período de incubación: entre 13 y 17 días, pudiendo llegar hasta 21 días.
Mecanismo de transmisión: por contacto directo a través de las secreciones bucofaríngeas y sobre todo, en contacto directo con sus erupciones, previo a la formación de costras (las vesículas contienen un líquido con altas concentraciones del virus). El periodo más contagioso es 1 ó 2 días antes de que la erupción aparezca y 5 días después de la aparición de las vesículas.
Clínica: malestar general, dolor de cabeza y de las extremidades, ligera elevación de la temperatura hasta que aparece la erupción, que consiste en unas manchitas redondas de color rojo que se acompañan de prurito. El rascado produce sobreinfección y deja cicatrices. Poco a poco se van convirtiendo en ampollas, y más tarde evolucionan formando costras. Aparecen en la cabeza, la cara y el tronco, siendo más raras en las extremidades. También puede atacar a las mucosas y aparecer el exan­tema en la boca y en los órganos genitales.
Tratamiento:
No hay ninguno específico, tan sólo sintomático. Puede administrarse alguna loción para calmar el prurito y antitérmicos. Conviene extremar la higiene de la piel del niño y evitar que se rasque. Aislamiento hasta 5 días después de la erupción. Evitar contacto con mujeres embarazadas.
Medidas preventivas:
Vacuna. Padecer la enfermedad proporciona inmunidad .
  • SARAMPIÓN.
Enfermedad exantemática con lesiones máculo-papulosas (mancha pequeña sólida y levantada) sin prurito, que se transmite a través del aire o por contacto directo secreciones rinofaríngeas de una persona infectada.
Período de incubación: es de unos 15 días. Desde que se produce el contagio hasta que apa­recen los síntomas de catarro, transcurren unos 10 días y desde éste hasta que aparece el exantema, unos 4 ó 5 días.
Clínica:
Suele empezar como un catarro que se acompaña de estornudos, con­juntivitis, fotofobia, tos seca y una temperatura por encima de 380C. En las encías y en el interior de las mejillas pueden aparecer unos puntitos blancos con bordes rojizos llamados manchas de Koplik. No son habituales las complicaciones (neumonías y encefalitis –infección del cerebro-), pero hay más riesgo en niños mayores y adolescentes.
Hacía el 5º día, aumenta la temperatura por encima de 39º C, y al mismo tiempo brota la erupción, que consiste en la aparición de unos puntos de color rojo oscuro que se unen formando manchas. Se inicia en el cuello, por detrás de las orejas y en la frente, extendiéndose por la cara, extremidades y el tronco.
Tratamiento: para aliviar los síntomas (antitérmi­cos, preparados contra la tos, etc.). También hay que administrar bastantes líquidos, mantener limpia la boca, nariz y ojos, y proteger los ojos de la luz fuerte.
Medidas preventivas: vacuna administrada a los 15 meses. Padecer la enfermedad supone la inmunización. El niño ha de estar ausente del cole un mínimo de 5 días.
  • HEPATITIS VÍRICA
Enfermedad producida por un virus que afecta a las células del hígado, dando lugar a una inflamación hepática con alteración de sus funciones.
Clínica: La enfermedad cursa con fiebre, falta de apetito, cansancio, síntomas generales de una gripe, aumento del tamaño del hígado, heces de color muy claro y orina oscura. Es característica la aparición de ictericia (coloración amarillenta de piel y mucosas).
Existen varios tipos de hepatitis: A, B, C, D, E y G. Las más comunes son la A y la B, siendo la C más propia de toxicómanos. Ésta, a diferencia de A y B, no tiene vacuna.
  • HEPATITIS A
Enfermedad de carácter benigno, que se contagia fácilmente y, de mane­ra especial, entre niños pequeños al tener lugar por vía fecal-oral, y a través del agua y alimentos contaminados principalmente por las heces de las personas contagiadas.
Es más propia de países en vías de desarrollo.
No hay un tratamiento específico para la enfermedad en sí, aunque sí existe vacuna para la población de riesgo: gente que manipula alimentos, que viajen a países subdesarrollados, que trabajen en albergues, residencias…, manipulen aguas residuales….
Es recomendable alimentarse con una dieta exenta de grasas y comidas pesadas, beber muchos líquidos y hacer reposo si el enfermo está muy débil. Si no hay complicaciones, suele desaparecer en pocas semanas.
No suele causar complicaciones, tendiendo a la curación espontánea, quedando inmune tras su padecimiento.
Recomendaciones para el control de un brote de hepatitis A desde familia y escuela:
  • Lavar por separado la ropa del enfermo.
  • No compartir cubertería o vajilla y lavar por separado, ni objetos de uso personal.
  • Limpiar bien aseos con lejía.
  • Lavarse profusamente manos y uñas con cepillo antes de manipular alimentos.
  • Cambiar pañales fuera de zonas de alimentación o almacenamiento.
  • Desechar pañales sucios fuera del alcance de los niños.
  • Desinfectar con lejía la superficie de cambio de pañales.
  • Utilizar vasos y toallas desechables, de un solo uso.
  • Limpiar y desinfectar cuidadosamente todos los juguetes.
  • HEPATITIS B
Período de incubación: entre 2 y 6 meses, por lo que es difícil identificar la fuente de infección.
Mecanismo de transmisión: Se transmite por la sangre (jeringuillas contaminadas, hemodiálisis, transfusiones, piercings, tatuajes…), relaciones sexuales promiscuas, y vía placentaria madre-hijo.
Tratamiento: No existe ningún tratamiento específico eficaz, pues aunque se administran antivirales, a menudo el virus sufre mutaciones. Debe vigilarse la dieta (poca grasa…). Los complejos vitamínicos ayudan a la recuperación del hígado. El 95% de casos en adultos suele tener curación espontánea, aunque si aparecen complicaciones, puede derivar en cirrosis hepática o carcinoma y en consecuencia la muerte del paciente.
Medidas preventivas: A través de vacuna. Se vacuna a los 0, 2, 4 y 6 meses de edad y profesionales sanitarios de hospital y a pacientes de hemodiálisis.
  • POLIOMIELITIS
Es una enfermedad de carácter agudo, producida por el poliovirus (1,2 ó 3), que puede manifestarse como una infección (diarrea, dolor de cabeza…) con lo que puede pasar desapercibida o como un cuadro de parálisis al afectar a los músculos de miembros inferiores en la mayoría de los casos, aunque también puede afectar al SNC (atacan a las neuronas y a los nervios).
Aproximadamente el 90% de los casos se presenta sin ningún tipo de síntomas y sólo el 10% restante presentan la enfermedad que cursa con parálisis.
Debido a la vacunación sistemática de todos los niños, en los últimos años no se ha detectado ningún caso.
Periodo de incubación: entre 1 y 3 semanas.
Mecanismo de transmisión: por contacto directo con el enfermo, a través de las gotitas faríngeas expulsadas con la tos, estornudos o simplemente al hablar, y por medio de las heces y la orina al contaminar el agua y los alimentos.
Clínica: Los principales síntomas son fiebre moderada, dolor de cabeza, males­tar general, rigidez de nuca y de espalda con o sin parálisis.
Medidas preventivas: distintos tipos de vacunación, normalmente oral.
  • SIDA
El SIDA es un conjunto de enfermedades que aparecen en personas infectadas por el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana). Este virus cuando infecta a una persona, puede producir un déficit inmunitario con disminución de la capacidad defensiva, que hace posible que gérmenes con los que habitualmente convivimos produzcan infecciones llamadas oportunistas y/o que se desarrollen ciertos cánceres de difícil aparición cuando el sistema inmunológico es normal.
Mecanismos de transmisión:
El virus se encuentra en sangre, semen y secreciones vaginales, y en menor cantidad en la leche materna de mujeres infectadas. El virus se transmite a través de:
  • Intercambio de jeringuillas con sangre contaminada.
  • Relaciones sexuales sin protección.
  • Transmisión perinatal de madre a hijo ( a través de la placenta o durante el parto).
  • Transfusiones sanguíneas (sangre infectada, si bien, actualmente el control es muy meticuloso).
Clínica: En general, el SIDA se manifiesta con pérdida de peso, fiebre, sudoración nocturna y diarrea.
Se acompaña de otras infecciones secundarias por microorganismos oportunistas y de cánceres (el más mortífero es el Sarcoma de Kaposi)
Tratamiento: con fármacos específicos. Se completa con un tratamiento sintomático y de las otras patologías sobreañadidas.
Medidas preventivas:
- No intercambiar nunca agujas ni jeringuillas.
- Usar siempre preservativo en las relaciones sexuales, si una de las personas está infectada.
- La mujer seropositiva (infectada) debe evitar el embarazo.
- No es aconsejable la lactancia materna si la madre está infectada aunque la probabilidad de contagio al bebé es baja.
NOTA: hay enfermos que no desarrollan nunca la enfermedad, siendo simplemente portadores. Además, en torno a un 5% de los enfermos tampoco lo hacen porque, según un descubrimiento de científicos americanos en septiembre de 2005, desarrollan una proteína llamada “A3G”que aísla el virus y le impide crecer y extenderse, por lo que podría ser una buena base sobre la que conseguir una medicación con el contenido de esta proteína que impediría que la enfermedad fuera mortal, ya que se paralizaría su extensión.
En la escuela hay que tener en cuenta:
- La transmisión del virus no se produce por compartir el lugar de tra­bajo o la habitación, usar los aseos públi­cos, convivir en la misma casa, comer en la misma mesa, compartir los lápices y juguetes, jugar en el mismo parque, utilizar la misma ropa, bañarse en la misma piscina, etc.
- El cambio de pañales y el aseo de los más pequeños no comporta riesgo de contagio. Tampoco por compartir cepillos de dientes, (aunque no debe hacerse, suele ocurrir entre niños) ya que la saliva no es fluido de riesgo y en el caso que haya habido mezcla con sangre, ésta suele estar presente en escasa cantidad.
- Un trabajador de la escuela infectado por el virus del SIDA puede desarrollar su actividad con absoluta normalidad.
- Cuando un niño se pincha con una jeringuilla en un parque, se acon­seja que acudamos a un servicio sanitario para que valoren el hecho y ver si procede hacer la prueba del SIDA, etc.
  • BRONQUIOLITIS
Infección vírica aguda del tracto respiratorio inferior que afecta a lactantes y niños pequeños. Produce dificultad al respirar, sibilancias y ruidos crepitantes. Dura entre 7 y 12 días. Producida por el virus sincitial y virus parainfluenza 3, que se encuentran en las microgotas del aliento (Pflüge). Los niños más propensos son los prematuros.
El periodo de incubación va de 2 a 8 días.
Clínica: comienza con síntomas catarrales y algo de fiebre y posteriormente dificultad respiratoria, respiración agitada, retracción de las costillas (tiraje), sibilancias, crepitantes y tos.
Tratamiento: uso de corticoides (muy discutido), antibióticos en caso de infección bacteriana, broncodilatadores y antiinflamatorios. Antitérmicos si hay fiebre. Suelen requerir hospitalización.
  • NEUMONÍAS
Inflamación de los pulmones que origina dificultad respiratoria. Muy frecuente en bebés menores de un año. Producidas por virus (adenovirus, sincitial, parainfluenza...) o por bacterias (Pneumococcus, rickettsias...), y muy rara vez por protozoos u hongos.
Se presenta en forma de crisis agudas apareciendo a medida que avanza, escalofríos bruscos, sudoración, dolor, fiebre alta, tos y esputos oscuros, vómitos, cefaleas, taquicardias, insuficiencia respiratoria, e incluso cianosis.
Es una enfermedad que, a pesar de ser grave, los niños se recuperan rápidamente.
Tratamiento: en casos graves, hospitalización si requiere oxígeno. Si la infección es bacteriana, antibióticos. Las víricas se curan solas. Se recomienda reposo, beber mucho líquido y si hay dificultad respiratoria y / o fiebre, broncodilatadores y antitérmicos respectivamente.
  • ASMA BRONQUIAL.
Enfermedad del aparato respiratorio que se manifiesta de forma más o menos súbita, con crisis de diseña (dificultad respiratoria). Sus causas son diversas: por factores endógenos predisponentes (alergias, asma...) o exógenos (clima, ácaros, alimentos, polen...)
Clínica: Tos, ruidos sibilantes a la oscultación, secreciones (flemas), diseña, fatiga y sudoración, piel fría y palidez. Después de periodos de crisis, suelen darse otros de normalidad. Los síntomas se suelen dar por las noches.
Ho es una enfermedad peligrosa si se trata, pero si perdura el asma, puede derivar en enfisemas (hinchazón o dilatación anormal de los alvéolos pulmonares).
Prevención y tratamiento: a través de medidas higiénicas ambientales para disminuir la presencia de ácaros y polvo, no fumar, utilizar humidificadores de vapor frío, etc. En cuanto a tratamiento, el facultativo actuará en cada caso según las causas; es frecuente el uso de broncodilatadores y antiinflamatorios corticoidales.

    1. OTRAS ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR DIFERENTES MICROORGANISMOS

  • GASTROENTERITIS
Es la infección del tracto gastrointestinal debida a virus, bacterias, hongos, parásitos o protozoos, que producen una inflamación de estómago (gastritis) y del intestino (enteritis).
En los niños, la mayoría son producidas por virus en invierno, y el resto, suelen ser bacterianas (salmonella, ) o parasitarias (Giardia lamblia...), y se transmite por via fecal-oral y a través de alimentos contaminados.
Clínica: Aparece bruscamente con fuertes dolores abdominales, náuseas, diarreas acuoas o con pus, sangre o moco, y vómitos, fiebre y malestar general. La gravedad depende de las pérdidas de líquidos e iones (partículas dotadas de carga eléctrica y cuya pérdida produce desequilibrio electrolítico)
Prevención y tratamiento: extremar las medidas higiénicas y reponer líquidos e iones para evitar la deshidratación, mediante soluciones acuosas de glucosa, bicarbonato sódico, cloruro sódico y cloruro potásico. Si la situación es grave, la administración será intravenosa. Dieta blanda (ya discutida). En casos de infección bacteriana severa, incluso algún antibiótico.
  • GIARDIA LAMBLIA o GIARDIASIS
Es el parásito infantil (protozoo) más frecuente y el mayor responsable de la mayoría de las diarreas en los centros infantiles más propio de países en vías de desarrollo. Sobre todo afecta a niños de 2 a 6 años y ancianos. La infección se transmite por vía fecal-oral o a través de la ingestión de agua o alimentos contaminados.
Periodo de incubación: entre 1 y 4 semanas.
La clínica responde con los mismos síntomas que cualquier gastroenteritis, y a veces se alternan episodios de diarreas con otros de estreñimiento. Las complicaciones pueden ser mayores que una gastroenteritis normal, como mayor cronicidad, anemia, retraso ponderal…
Su prevención es básicamente higiénica: lavado de manos antes y después de ingerir alimentos e ir al baño, aseo después de asear a un menor, e higiene alimentaria (especial cuidado en lavar los alimentos que se ingieren crudos como frutas y verduras...).
El tratamiento será bajo prescripción médica, aquel que permita la desaparición del agente patógeno.
  • CONJUNTIVITIS.
Es la más frecuente. Consiste en la inflamación de la mucosa que recubre el interior de los párpados y el exterior del globo ocular excepto la córnea.
Causa y modo de transmisión: puede producirse por una infección, alergia o traumatismo. Las infecciones son propias de virus y bacterias (clamydias, gonococos, estafilococos y estreptococos). Son muy contagiosas, a través del estornudo o de forma indirecta por medio de toallas, manos, pañuelos, lentillas... En recién nacidos se produce por contaminación en el canal del parto y hay que tratarlas inmediatamente para evitar que el niño pierda la visión. Es muy conveniente que el niño no acuda al cole.
Sintomatología: enrojecimiento, picor, inflamación, sensación de cuerpo extraño al parpadeo, fotofobia, secreción mucosa y pus.
Tratamiento: limpieza ocular con suero fisiológico y gasa estéril. Posteriormente, si es vírica remite sola y si es bacteriana con antibiótico (colirio o crema).
Prevención: higiene escrupulosa de manos lavándolas frecuentemente, no tocarse ni rascarse los ojos, no utilizar toallas, sábanas, etc de una persona infectada.