sábado, 9 de junio de 2012

HIGIENE.


1.- INTRODUCCIÓN
La higiene, entendida desde una perspectiva amplia, incluye la higiene corporal, del vestido, de la vivienda, del centro educativo… es una actividad educativa que se debe plantear desde edades muy tempranas. Su objetivo inmediato es conseguir el bienestar del niño.
Las actividades relacionadas con la higiene deben plantearse y repetirse diariamente, para que el niño poco a poco interiorice esa rutina y adquiera los hábitos relacionados con todos y cada uno de los aspectos relacionados con la higiene.

2.- DEFINICIÓN
La higiene se define como la ciencia de la salud que tiene por objetivo el estudio de todas las condiciones y factores que intervienen en el mantenimiento de la salud del ser humano. Es el conjunto de reglas para conservar y fomentar el estado de salud y prevenir la aparición de posibles enfermedades.
La relación entre la higiene y la salud parece evidente:
Uno de los objetivos de la higiene es el fomento de la salud; pero esta relación de conceptos ha ido evolucionando con el tiempo, debido a los cambios que ha sufrido la manera general de entender la salud; antes de 1946, la salud se entendía como la ausencia de enfermedad o dolencia; en esa fecha la OMS, la define como un estado de bienestar físico, mental y social.
Y derivado de esta nueva concepción, surge una nueva idea, la promoción de la salud, desde la que la salud se entiende como un valor en sí mismo, en el cual debemos educar, pasando de ser un concepto sanitario a uno sociosanitario, y de estar reducida al ámbito individual a salir al comunitario.
La salud está determinada por distintos factores:
  • La biología del ser humano.
  • El medio, el contexto social del sujeto.
  • Las costumbres, las manera de vivir
  • La asistencia sanitaria
De los cuatro, los 3 últimos son modificables, y por tanto educables; la salud cobra así protagonismo en la escuela infantil, que se configura como agente de la salud y desarrollará su función a partir de la prevención y la educación en hábitos de estilos de vida saludables.

3.- TIPOS DE HIGIENE
La higiene puede hacer referencia y ocuparse de aspectos generales o bien de las condiciones determinadas y específicas de la vida de las personas; por lo que en función de este criterio se pueden diferenciar dos grandes bloques: la higiene general y la higiene específica:

3.1. Higiene general.
La higiene general se ocupa del estudio de todos los aspectos globales que dependen de la relación de las personas con su hábitat. Incluye: 

       Higiene ambiental: incluye todos los procedimientos preventivos relacionados con los factores presentes en el medio en que vivimos que influyen sobre la salud: el aire, el clima, el agua, el suelo, las condiciones de la vivienda… 
       Higiene rural-urbana: se ocupa del estudio de las condiciones especificas de la vida del entorno rural o urbano: demografía, las condiciones laborares, sociales, psicológicas…  
    Higiene personal-individual: se refiere al conjunto de aspectos que influyen sobre la salud personal del individuo: el aseo personal, el vestido y calzado, la adquisición de hábitos saludables… 
     Higiene alimentaria: se ocupa del estudio de las dietas equilibradas para cada persona en función de sus características y circunstancias, así como de la obtención, manipulación, elaboración, conservación y preparación de los alimentos.
    Higiene mental: se ocupa de las condiciones idóneas que permiten el mejor desarrollo y realización de las personas en el entorno social en el que viven y su adaptación a dicho medio. 
     Epidemiología: se ocupa del estudio de las enfermedades, transmisibles y no transmisibles, para poder establecer sus causas y los mecanismos más adecuados para la recuperación de la salud del sujeto 
       
        3.2. Higiene especifica. 
La higiene específica es la aplicación de la higiene general a las situaciones concretas del sujeto; se apoya en aspectos como:
  • El desarrollo evolutivo del sujeto, que permite hablar de higiene infantil, higiene adolescente, higiene adulta, higiene en la vejez…
  • La actividad que desempeña el sujeto: higiene laboral, higiene escolar, higiene deportiva…
En esta unidad de trabajo, nos centramos en la higiene infantil y en la higiene del entorno en el que el niño crece y se desarrolla, es decir, hablaremos de la higiene familiar y la higiene escolar.

4.- HIGIENE INFANTIL
El objetivo de la higiene infantil es proteger el cuerpo del niño de agentes infecciosos o tóxicos, contribuyendo a la mejora de su bienestar.
El bienestar físico del niño se consigue, en parte mediante su aseo y limpieza (sin olvidar otras necesidades básicas: alimentación y descanso). La limpieza del bebé es la mejor garantía frente a las infecciones; es función imprescindible que deben realizar los adultos responsables del niño, sus padres y educadores.
El sistema inmunológico del bebé no esta desarrollado plenamente, por eso higiene durante los primeros meses va a ser un factor esencial para la salud, y hay que extremar las precauciones, tanto las referidas al propio cuerpo como las referidas al ambiente que le rodea: mobiliario, juguetes, materiales con los que está en contacto… éstos deben ser lavados y desinfectados frecuentemente. Hay que tener especial cuidado con los objetos que acumulan polvo y humedad, que son fuente de infecciones .
Como recomendación general se aconseja lavarse las manos con agua y jabón antes de realizar cualquier actividad relacionada directamente con el bebé.
Dentro de la higiene infantil se pueden diferenciar:
  • El aseo personal del niño; imprescindible para el desenvolvimiento del niño, su correcto desarrollo, y la buena convivencia con los demás.
  • El arreglo personal, es decir, vestido y calzado del niño, importante de cara a la primera impresión que las personas causan en nosotros y con gran influencia en el desarrollo de la personalidad.
Teniendo en cuenta esto, el educador debe fijarse especialmente en que los niños lleguen a la escuela en condiciones higiénicas óptimas, tanto por la salud de cada niño en sí mismo, de manera individual, como porque ese niño “sucio” puede ser fuente de infecciones y contagios para los demás, ya que en la escuela el contacto y la convivencia entre todos es constante y la facilidad de contagios máxima. El educador tiene que desarrollar un seguimiento escrupuloso en este aspecto y exigir a los padres unos requisitos mínimos pero indispensables que cumplir; desarrolla así su función asesora y concienciadora de la familia.

4.1. EL ASEO PERSONAL DEL NIÑO
4.1.1. LA HIGIENE CORPORAL
La higiene corporal del niño tiene como objetivo la limpieza de la piel y sus anejos (pelo, uñas) y los órganos de los sentidos.
  1. La limpieza del cordón umbilical
Desde el nacimiento hasta los 7-10 días de vida, la herida del cordón umbilical va cicatrizando hasta su total desprendimiento; como en el caso de cualquier otra herida puede ser puerta de infecciones, por tanto durante ese periodo debe realizarse las curas apropiadas.
El educador raramente lo tendrá que realizar, ya que normalmente no trabaja con niños tan pequeños, aun así es necesario conocer el procedimiento y estar capacitados para hacerlo en caso de necesidad, (centros de acogida)
Procedimiento a seguir:
  • Lavarse las mano con agua y jabón y utilizar unos guantes de látex.
  • Limpiar bien la herida y la piel que la rodea, usando gasas estériles humedecidas con agua templada, y alcohol de 70º u otro desinfectante similar.
  • Sujetar la pinza del cordón umbilical con una gasa e impregnar la herida con gasas empapadas en solución desinfectante.
  • Cubrir con apósitos secos la zona que rodea la herida, dejando la pinza por fuera.
  • Tanto la cura de la herida como la limpieza de la zona debe realizarse siempre que esté sucia; se puede aprovechar el momento del baño y el cambio de pañales.

  1. El baño
Uno de los objetivos del baño es el mantenimiento de la limpieza de la piel, el pelo, las uñas… para evitar posibles infecciones y mantener la piel hidratada; pero no se puede olvidar la función que el baño cumple como momento lúdico y su papel en el desarrollo afectivo y emocional del niño.
La piel del bebé es muy frágil y sensible y necesita ser limpiada frecuentemente; ocasionar problemas de visión.
    • Limpieza de los ojos:
      • Se debe utilizar una gasa húmeda, mojada sólo con agua (no jabón) y pasarla suavemente desde el lagrimal (ángulo interior del ojo) hacia fuera, nunca al revés.
      • Se secan suavemente con una toalla
      • Hay que limpiarlos siempre que sea necesario, y en el momento del baño.
Otros cuidados higiénicos:
      • Evitar la luz escasa; la luz debe ser apropiada al tipo de actividad que se realiza.
      • Evitar la fatiga visual
      • Facilitar-recomendar las visitas al oftalmólogo con el fin de detectar y corregir precozmente los posibles problemas.
    • Limpieza de los oídos:
  • Durante el baño se debe limpiar la oreja, el pabellón auditivo, teniendo en cuenta que es una zona de pliegues donde es fácil que queden restos de jabón; también se debe tener en cuenta en el momento del secado
  • Para limpiar el oído por dentro hay que tener mucho cuidado, ya que se pueden producir lesiones. No son recomendables los palillos; se usan gasas o algodones enrollados para limpiar el cerumen. Pero hay que partir de la premisa de que los conductos internos se limpian solos mediante secreciones orgánicas.
Otros cuidados higiénicos:
  • Evitar los sonidos fuertes y los ruidos innecesarios.
  • Evitar introducir objetos extraños
  • Facilitar-recomendar las visitas al oftalmólogo para detectar y corregir precozmente los posibles problemas.
    • Limpieza de la nariz:
  • Hay que limpiar las costras y las secreciones viscosas de la nariz siempre que sea necesario. Antes se usaban “las peras”, actualmente los aspiradores nasales.
Otros cuidados higiénicos:
  • Evitar introducir objetos extraños y dedos.
    • Limpieza de las manos:
  • Las manos hay que limpiarlas siempre que estén sucias y en el momento del baño, teniendo en cuenta que los niños lo tocan “todo” y pueden convertirse en una fuente grande de infecciones y contagios.
     
    • Los momentos imprescindibles para su limpieza serán antes y después de comer y en el momento de trabajar el control de esfínteres

    • Limpieza de las uñas:
  • La limpieza de las uñas es importante ya que éstas son vehículos de transmisión de gérmenes y son responsables de muchas infecciones gastrointestinales; retienen con facilidad la suciedad y hay una tendencia natural del niño de llevarse las manos a la boca.
  • Hay que lavarlas con agua y jabón y si se ve necesario usar un cepillo de cerdas suaves, que limpien sin hacer daño al niño.
  • Durante los 15 primeros días del niño no hay que cortar las uñas, pero sí es necesario ponerle unas manoplas en algunos casos, para que no se autolesione
  • Hay que cortarlas siempre que las tenga largas, (aproximadamente una vez a la semana) y tener presentes las de las manos y las de los pies. El ritmo de crecimiento es mayor en los niños que en los adultos.
  • Para cortar las uñas a los niños utilizaremos unas tijeras de punta roma.
Procedimiento a seguir:
    • Uñas de los dedos de las manos: seguir la línea del dedo (redondeadas), sin apurar en exceso.
    • Uñas de los dedos de los pies: cortarlas en “cuadrado”, sin cortar los ángulos de los lados para evitar que se encarnen y provoquen heridas.
    • Limpieza de la boca:
  • Al recién nacido y al lactante no es necesario limpiarle la boca; aun así, sí se quiere se puede pasar una gasa después de comer, sobre todo de cara a la prevención de la caries del biberón.
  • Es importante vigilar el paladar, ya que es fácil que se produzcan infecciones, es fácil el contagio a través de las tetinas del biberón, si no se limpian bien.
Procedimiento a seguir:
  • Lavarse bien las manos
  • Colocar al niño con la cabeza ladeada y presionar ligeramente la mandíbula hacia abajo.
  • Pasar por las encías una gasa seca con el dedo en gancho.
  • Pasar una gasa empapada en suero por las encías con una pinza.
  • Secar bien las comisuras de los labios
    • Limpieza de los dientes:
El objetivo de la limpieza de los dientes es mantener la higiene dental, evitando que los residuos de la alimentación se depositen en dientes formando placa bacteriana (proliferación de bacterias) que cuando se calcifican dan lugar al sarro; además se pueden crear caries y otras infecciones.
Se recomienda empezar la limpieza de los dientes a edades tempranas, en torno a los 18 meses. El educador tiene un papel importante, porque:
  • A veces en casa no se le da importancia: se considera que los niños son todavía demasiado pequeños, van a cambiar los dientes…
  • El momento ideal es después de la comida y en la mayoría de los casos los niños comen en la escuela.
Generar el hábito de lavarse los dientes es básico para la salud dental. Desde el principio hay que tratar de que el niño se acostumbre a lavarse los dientes después de las comidas, especialmente después de la cena, ya que el riesgo de caries e infecciones es mayor.
Este hábito hay que plantearlo como un juego, teniendo en cuenta los aspectos higiénicos a enseñar; y cómo se lavan los dientes: como se pone la crema en el cepillo, la forma de cepillado, cómo nos enjuagamos, limpiar y guardar el cepillo… Primero sólo con el cepillo mojado en agua, después, cuando el niño sea capaz de enjuagarse se utiliza la pasta de dientes.
El cepillo de dientes debe ser pequeño, adaptado a su tamaño, con una cabeza corta para que tenga acceso a todas las partes de la boca, las cerdas deben ser sintéticas, blandas y de puntas redondeadas. El dentífrico, cuando empiece a utilizarlo, será fluorado. Es necesario también tener un vaso para enjuagarse.
Técnicas de cepillado de dientes:
En un principio se debe usar una técnica fácil, ya que la destreza del niño es limitada. Se deben plantear movimientos pequeños y circulares; tener en cuenta las dificultades que supone el enjuague y que el niño tendrá tendencia a tragarse el dentífrico.
Según la destreza del niño va aumentando, se le puede exigir más a la técnica:
  • Incisivos: de arriba a abajo, los dientes de arriba
    • De abajo a arriba, los dientes de abajo
    • Por dentro igual
  • Molares: de atrás a delante.
  • Enjuague bucal.
    Seda dental.

     
    Otros cuidados higiénicos:
  • Evitar introducir objetos extraños y dedos.
  • Retirar el chupete lo antes posible ya que es fuente de infecciones.
  • Recomendar-facilitar visitas al dentista.
  • Evitar el abuso de golosinas, y acostumbrar a lavarse los dientes después de haberlas comido.

4.1.2. EL ARREGLO PERSONAL
El segundo aspecto relacionado con la higiene del niño es el arreglo personal del mismo, que incluye el vestido y el desvestido. El arreglo personal es responsable de la primera impresión que las personas causan en nosotros y contribuye a…
  • El desarrollo de la personalidad
  • La formación de la conciencia de uno mismo y
  • Al desarrollo en la toma de decisiones, en cuanto al aspecto estético de uno mismo.
  • Es importante para la adquisición de autonomía.
Para el educador infantil aprender a vestir y desvestir al niño es una actividad importante, así como el baño se hace de manera ocasional y por circunstancias extremas, el cambio de ropa es una actividad más o menos diaria, especialmente cuando el niño aun no controla esfínteres y hay que cambiarle el pañal.
El vestido cumple distintas funciones
  • Estética: importante de cara al desarrollo del autoconcepto, la conciencia de sí mismo, la personalidad… desde que nacemos hay cosas que nos gustan y otras que no nos gustan.
  • Protectora: una de las finalidades del vestido es mantener el equilibrio térmico del niño, protegiéndole del calor, el frío, la humedad… por eso es importante que el vestido del niño se adapte a las condiciones climáticas existentes. Entre la ropa interior y la ropa exterior se crea una capa de aire, que el cuerpo puede mantener caliente y que nos protege del exterior, ayudándolos a mantener la temperatura corporal adecuada.
  • Ergonómica: la ropa tiene que permitir el movimiento natural del niño y no comprimir el cuerpo
El educador tiene una función asesora de cara a los padres de los niños; respecto al vestido y calzado de sus hijos podrá hacerles las siguientes recomendaciones:
  • El elegir la ropa del bebé hay que poner especial cuidado en la ropa que está en contacto directo con el cuerpo del niño, más aun si se trata de bebé.
  • Es mejor que la ropa sea de fibra natural, de hilo, de algodón… antes que de fibras artificiales, que pueden que dificulten la transpiración, no absorban bien la humedad, e incluso puedan provocar alergias/irritaciones…
  • Las costuras de las prendas no deben ser demasiado gruesas.
  • Las prendas elegidas para los niños deben ser fácilmente lavables, es normal que los niños se manchen mucho; hay que tener cuidado con los detergentes, suaves y no irritables para prevenir posibles reacciones cutáneas; hay que asegurar un buen aclarado de la ropa.
  • Para facilitar la autonomía del niño y el trabajo del educador se deben elegir prendas fáciles de quitar y poner, ya que a veces no se cuenta con la colaboración del niño. Para esto nos podemos fijar en…
    • Los bodys tengan 2 aberturas, una en la entrepierna y otra en el cuello-hombro. Debemos pedir a los padres que no les pongan bodis que impliquen quitárselos enteros para cambiarles el pañal.
    • Es preferible usar 2 piezas de ropa (pantalón-camiseta) que una.
    • Evitar petos y pantalones con tirantes
    • Evitar cierres complicados: cinturones, lazos…
    • El belcro y similares, los corchetes… facilitan la autonomía, es más fácil
    • Los botones no son especialmente recomendables, pueden ser un riesgo evitable, si los hay, es mejor que sean grandes y planos.
    • También se recomiendan prendas sin cierres específicos, con gomas elásticas, pero prestando atención a lo que aprietan.
  1. Referencia especial al calzado
Durante los primeros meses de vida los pies son un órgano con una función especialmente táctil, no un soporte para andar. Mediante el pie el niño recibe estímulos del exterior. Por eso es un error utilizar un calzado que impida o dificulte ese contacto
Cuando el niño empieza a andar el pie es la base de sustentación del niño, está en contacto con el suelo, contribuye al mantenimiento del equilibrio, mediante los pies se materializa la capacidad de desplazamiento; por la posición del pie (sus ligamentos, sus tendones…) el cerebro recibe información y reacciona ante tropiezos, para evitar caídas. Por estas razones es muy importante que el calzado que utilice el niño sea cómodo y adecuado; el educador debe concienciar a los padres sobre la importancia de los zapatos.
Hasta los 6 años aproximadamente el pie del niño no alcanza la forma del pie adulto: la planta es plana, el puente del pie aun no se ha desarrollado, están recubierto de tejido adiposo que les dan una forma más redondeada, menos estilizada que la del adulto. Además tiene una gran flexibilidad, que según pasa el tiempo se va perdiendo, lo que hace que se giren y doblen con gran facilidad. Su crecimiento es muy acelerado, (unos 3 cm/año). Son cuestiones que tenemos que tener en cuenta el elegir un buen calzado para el niño.
Normas básicas para la elección de un buen calzado:
  • Que no perjudiquen el desarrollo del pie
  • Que tengan en cuenta ese crecimiento acelerado del pie.
Los zapatos deben ser adecuados al tamaño del pie y adaptarse perfectamente a él.
No deben salirse del pie al andar (evitar rozaduras y malos andares-posturas), deben tener una buena sujeción en la parte del talón, y permitir la movilidad de los dedos (abrirse en abanico). No deben pesar demasiado.
El cuerpo del zapato debe ser flexible pero con refuerzos para evitar que el pie se desparrame hacia los lados (no recomiendan zapatillas de deporte).
El interior del zapato no debe tener costuras ni dobleces internos (rozaduras, molestias).
La suela debe ser flexible y permitir los movimientos de torsión y flexión del pie.
Además: deben ser fáciles de poner y quitar, ya que el niño no siempre colabora para ponérselos; es mejor que tengan que tengan una apertura amplia (garantizando la buena sujeción del pie). Para favorecer la buena sujeción del pie es necesario un buen cierre:
  • el belcro se recomienda en menores de 3 años;
  • los cordones son el mejor cierre, pero deben ser buenos para que el pie no resbale hacia delante, 4-8 agujeros.
  • Las hebillas sujetan bien pero limitan la autonomía.
Los zapatos deben ser de material transpirable, que eviten la acumulación de humedad debido a la sudoración; ésta se evita también mediante el uso de calcetines, se recomiendan de algodón.
Es importante el mantenimiento del calzado mediante la limpieza, cepillado y aireado frecuente. Contribuyen a la higiene de los pies.
  1. Procedimiento para vestir y desvestir al niño
El vestido y desvestido del niño va a ser una tarea frecuente para el educador; especialmente en los niños que no controlan esfínteres; el cambio de pañales es una tarea que se repite 2,3 o más veces al día.
Es un proceso que hay que realizar de manera suave y paciente… evitando hacer daño al niño, (especial cuidado al introducir brazos y piernas) y sin dejarle solo y sin agarrar en ningún momento.
El momento de vestir y desvestir es muy adecuado para potenciar los lazos afectivos. Poco a poco, en función de características y capacidades del niño, hay que fomentar la colaboración y el aprendizaje.
La acción del vestido y desvestido del niño se puede aprovechar para inculcarle hábitos de higiene, y de orden y cuidado de la ropa. Debemos ser conscientes de que a veces somos los adultos, padres y educadores, quienes retardamos el proceso de aprendizaje: el niño al vestirse sólo tarda más, y muchas veces por cuestiones de prisa no le dejamos hacer y se lo hacemos; debemos controlarlo en la medida de lo posible y como educadores, tratar de asesorar a los padres sobre la importancia de que los niños vayan haciendo las cosas por sí mismos.
¿Qué le ponemos?
La elección de la ropa del niño debe hacerse antes de empezar a desvestirle, e implica tener en cuenta aspectos como los siguientes:
  • Tener en cuenta la temperatura y la actividad que va a realizar el niño
  • Después del baño poner ropa limpia;
  • Utilizar para dormir ropa específica distinta de la del uso por el dia, un poquito más holgada que la del día, cómoda.
Preparación del ambiente:
Al vestir al niño es necesario preparar todo lo necesario para facilitar el proceso y reducir los riesgos de accidente. Si se nos ha olvidado algo, se recomienda coger al niño en brazos e ir a buscarlo antes que dejarlo sólo en el cambiador.
La temperatura variara entre 21 y 24º; en los recién nacidos más alta (24º) y a partir de las 6 semanas puede bajar un poco (22º), evitando que haya corrientes de aire.
Es conveniente antes de coger al niño lavarnos las manos con agua y jabón.
Una vez preparado el ambiente…
  • Primero se pone el pañal
  • Se empieza a vestir al niño de arriba abajo: el body se recoge abriendo al máximo el hueco de la cabeza y se coloca detrás de la cabeza del niño, con un movimiento rápido y suave, se levanta la cabeza del niño y se mete por el agujero.
  • Las mangas se arrugan como un acordeón y metemos nuestros dedos por ellas, cogemos la manita del niño y la estiramos suavemente, no la soltamos hasta que esté fuera, para evitar que algún dedito se enganche y que el niño se haga daño.
  • Se estira el body hacia abajo, se comprueba que el pañal está en su sitio y se abrocha en la entrepierna.
  • Camisetas, jerseys, chaquetas… se sigue el mismo proceso.
  • Para poner otras prendas, antes de empezar se debe observar la botonadura, y pensar la forma más fácil de ponérselo.
  1. Procedimiento para el cambio de pañal
El cambio de pañales va a ser una actividad diaria y frecuente del educador infantil durante los primeros años de vida del niño.
Las deposiciones en esos primeros años están directamente relacionadas con la ingesta de alimentos. En la medida en que esos alimentos son más líquidos, las deposiciones también lo serán, en la medida en que aumenta el consumo de sólidos, las deposiciones irán siendo más sólidas y más independientes de la ingesta.
El niño suele hacer caca 5-6 veces al día (las veces que come) y con un intervalo de tiempo que oscila entre 1,5-3 horas.
Respecto a la orina, hasta que cumple 1 año, el niño hace pis entre 15-20 veces al día, desde esa edad más o menos empieza a disminuir hasta regularse en 6-8 veces al día, como el adulto, dependiendo además de lo que se sude, del líquido que se consuma…
El cambio de pañal debe realizarse antes de acostarse, después de levantarse, después de cada ingesta y siempre que se compruebe que el niño está sucio.
Generalmente el material para el cambio de pañal en las escuelas infantiles lo aportan los padres: pañales, toallitas, cremas, mudas limpias… es conveniente que el educador reflexione sobre este tema, para dar y exigir a los padres instrucciones precisas al respecto: qué tienen que aportar, cómo y cuando lo tienen que hacer, y reponer… Y ser estrictos con el tema, ya que los productos de higiene corporal del niño deben ser de uso personal.
En los niños con pañal, sobre todo al principio, son frecuentes las irritaciones y escoceduras en al zona que ocupa el pañal; se debe a que la piel es muy delicada y al efecto corrosivo de las deposiciones… por eso es importante quitar el pañal sucio siempre que sea necesario (no establecer un horario para ello) y utilizar crema y productos adecuados.
Si observamos una irritación grande o irritaciones que se producen constantemente se puede derivar a los padres al pediatra, productos más específicos.
Preparación del ambiente:
  • Al cambiar al niño es necesario preparar todo lo necesario para facilitar el proceso y reducir los riesgos de accidente. Si se nos ha olvidado algo, se recomienda coger al niño en brazos e ir a buscarlo antes que dejarlo sólo en el cambiador.
  • Debemos tener a mano: pañal limpio, toallitas desechables, crema protectora, agua tibia en un recipiente, toalla, ropa limpia….
  • La temperatura variara entre 21 y 24º; en los recién nacidos más alta (24º) y a partir de las 6 semanas puede bajar un poco (22º), evitando que haya corrientes de aire.
  • Es conveniente antes de coger al niño lavarnos las manos con agua y jabón. En la escuela infantil se recomienda el uso de guantes de látex.
Una vez preparado el ambiente…
  • Se tumba al niño sobre una toalla-protector, en un cambiador. Es importante tener en cuenta la altura del mismo en relación con la del educador, postura ergonómica.
  • Se quita el pañal sucio, levantando los pies del niño hacia arriba, de tal forma que se levante la pelvis.
  • Se limpia toda la zona, en sentido amplio: zona genital, esfínteres, muslos, tripa… teniendo en cuenta que en los niños se procede de manera diferente que en las niñas:
    • El cambio de pañal en niños:
  • La limpieza se realiza de los muslos hacia el pene.
  • Se debe poner especial esmero en los testículos, ya que por su rugosidad pueden quedar restos de desechos.
  • El prepucio se debe desplazar con cuidado hacia abajo para limpiar la parte que queda recubierta, no hay que forzar y hay que evitar hacer daño.
  • Hay que tener en cuenta que en los niños la orina se esparce más; la zona de limpieza se debe extender e incluir la tripa y los muslos siempre.
  • El cambio de pañal en niñas:
  • La limpieza de las niñas se realiza de delante hacia atrás, de la vagina al ano, nunca al revés; se trata de evitar que las bacterias intestinales penetren en la vagina y la vejiga, para evitar que se produzcan infecciones.
  • Los labios vaginales no deben abrirse más de lo que se abran de manera natural; los conductos internos se limpian solos.
  • Hay que tener cuidado de que no entre en la vagina crema hidratante ni otros productos que utilicemos en la limpieza, solo agua.
  • Procedimiento común:
  • Cuando el bebé está limpio, se seca toda la zona, especialmente los pliegues de piel; y se echa crema protectora por toda la zona. No es conveniente utilizar polvos de talco, porque reseca mucho la piel.
  • Una vez que el bebé está limpio y seco, se le levanta por los pies, hasta que se sube la pelvis. El pañal limpio y abierto se coloca debajo, con la parte superior del mismo a la altura de la cintura del niño. Se bajan las piernas, se levanta la parte delantera del pañal y se cierra con los adhesivos de los laterales.
  • Un pañal bien puesto permite al niño estar cómodo, es decir no le tiene que apretar en exceso, sin estar tampoco demasiado suelto, para que el pis no se salga.

El aseo del niño en general, y en concreto el cambio de pañal…
  • Debe favorecer el contacto corporal entre el niño y el adulto (caricias, besos…), debe ser un momento en el que la comunicación sea personal, directa e intensa, es un momento que se debe aprovechar para potenciar la afectividad
  • Es un momento en el que se deben potenciar las sensaciones auditivas (voz del educador, sonido del agua, sonido de la crema…) sensaciones olfativas, (agua, crema, jabón…)…. Desarrollo sensorial!!!
  • Se debe buscar potenciar la sensación de bienestar del niño, diferenciar limpio-sucio, cómodo-incómodo, mojado-seco…


4.3. LA LIMPIEZA EN EL DOMICILIO FAMILIAR
El domicilio familiar es, junto a la escuela el contexto donde el niño pasa más tiempo. Las características ideales de una vivienda donde hay niños son las siguientes:
  • Espacio suficiente para todos los miembros de la familia.
  • El niño debe contar con habitación propia, y la casa con otras dependencias de uso más general (salón-comedor, cocina, aseo…)
  • Zonas verdes alrededor, que faciliten salir a dar un paseo, el contacto con otros niños, el contacto con la naturaleza…
  • Servicios: tiendas, colegios, ambulatorios, trabajo de padres… que permitan llevar una vida tranquila a la familia, y a los padres disponer del tiempo necesario para atender a sus hijos.
  • Además, las condiciones de ventilación, temperatura, humedad e iluminación deben ser similares a las descritas para la escuela infantil.

5.- TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA HIGIENE
5.1. TRASTORNOS MÁS FRECUENTES
Una inadecuada actuación en los temas relacionadas con la higiene del niño puede provocar la aparición de infecciones, alteraciones… La cantidad de problemas que pueden surgir por una higiene no adecuado son muchos y muy molestos, pero por lo general no son excesivamente peligrosos.
Muchos de los trastornos relacionados con la higiene son de fácil y rápida transmisión, y una vez que un niño en la escuela está infectado se puede producir el contagio rápido de los demás niños.
El educador tiene que ser muy escrupuloso con el establecimiento de normas y la exigencia de su cumplimiento, y pensar tanto en la higiene y la salud de los niños de manera individual como de éstos en grupo; debe tener en cuenta la higiene del aula y la comunicación con los padres.
Además el educador debe estar atento ante las posibles deficiencias y negligencias que pueda haber por parte de la familia de cara a la satisfacción de las necesidades básicas del niño; debe actuar desde la prevención, la detección y la actuación.
La labor de prevención de situaciones de riesgo social es básica; el educador debe observar a los niños e ir haciendo seguimiento específico de los mismos, ya que la falta de higiene, y en general la falta de satisfacción de necesidades básicas puede esconder maltrato infantil o abandono, temporal o permanente. Algunos indicadores físicos de ese abandono-maltrato relacionados con la higiene son:
  • Ir constantemente sucio, con escasa higiene.
  • Usar un vestido inapropiado a la temperatura-clima.
  • Problemas médicos no atendidos: heridas infectadas-sin curar, ausencia de cuidados médicos, no cartilla de vacunación al dia…
Algunos de los trastornos más frecuentes son…
  • Eritema
Supone la inflamación con lesiones visibles en la piel que afectan a la zona que cubre el pañal: aparato genital, anal, glúteos muslos… está relacionado directamente con la deficiente limpieza del aparato genital; la zona del pañal es una zona que constantemente está húmeda y esto facilita la irritación de la piel (muy sensible en los bebés)
En los casos más leves supone un enrojecimiento de la zona. En los casos más graves supone la aparición de úlceras más o menos profundas.
Las causas de la eritema pueden estar en:
  • la escasa frecuencia en el cambio de pañal.
  • Las diarreas más o menos crónicas, de heces líquidas y ácidas.
Intervención:
Desde el punto de vista de la prevención se debe cambiar el pañal del niño siempre que estés sucio, (no establecer horarios para hacerlo).
Una vez que el eritema ha aparecido se debe lavar la zona con agua y jabón adecuado, secar bien y dejar al aire libre el mayor tiempo posible (en la escuela no), si le da el sol mejor.
En casos graves se derivará al pediatra, y se le aplicará las pomadas adecuadas que recete.
Si la causa está en diarreas constantes, es necesario cuanto antes conocer a qué se deben, se derivará al pediatra y se seguirá el tratamiento que determine.
  • Muguet y candidiasis del pañal
Es una infección por hongos que afecta a la boca y al aparato genital.
En el caso de la infección de la boca, se observan granitos blancos sobre base roja, que causan dolor al niño; como consecuencia el niño rechaza el alimento.
La causa de la infección en la boca está en biberones y chupetes mal desinfectados, y en objetos que se llevan los niños a la boca.
En el caso de la zona genital, supone un enrojecimiento-irritación brillante, que en ocasiones se puede confundir con la eritema; si no se trata, la zona afectada cada vez es mayor.
Hay que derivar al pediatra que suele recetar un tratamiento, pomada, con la que desaparece fácil y rápidamente.
  • Pediculosis
La pediculosis es la infestación por piojos, muy normal en niños que conviven juntos.
Los piojos son insectos diminutos de color rojizo o negro que viven como parásitos en la cabeza de los seres humanos y se alimentan de su sangre. Sus picaduras producen dolor y picor fuerte, al arrascarnos se producen irritaciones y heridas por el cuero cabelludo.
El piojo vive en el pelo de la cabeza (si la infestación es muy grande puede hacerlo en cejas y pestañas). No salta ni vuela, se desplaza rápidamente entre los pelos si están secos, les cuesta más si el pelo está húmedo. La hembra del piojo pone unos 10 huevos al día, que los pega mediante una secreción dura a 3-4 mm de la raíz del cabello, por eso son difíciles de ver. Son las liendres de color blanco, amarillento.
Afectan especialmente a los niños de 3-10 años, pero pueden darse antes y después de esa edad, incluso en adultos.
Se transmiten por contacto directo cabeza-cabeza; por eso son frecuentes en escuelas, colegios, campamentos… el riesgo es mayor si se comparten utensilios como peines, almohadas, gorros, cintas del pelo… pero existe también cuando los niños juegan juntos.
El síntoma que nos llamará la atención es que el niño se rasca constante fuertemente la cabeza
Una vez que se producen los picores debemos comprobar que se trata de piojos; se puede confundir con otros problemas que también producen picores: otros insectos, enfermedades de la piel, caspa abundante, suciedad o partículas sólidas…
Una vez que constatamos que son piojos mediante la observación es necesario aplicar el tratamiento adecuado:
  • De farmacia: champús y productos especiales, seguir instrucciones, normalmente se aplican en pelo seco
  • Casero: vinagre, se aplica en pelo mojado
El efecto suele ser mayor si se aplica el producto y se envuelve la cabeza con un gorro de piscina o toalla. Una vez limpio, se recomienda repetir el tratamiento pasados 7-10 días para prevenir regestaciones.

Intervención:
Para prevención la pediculosis se recomienda una buena higiene del cabello, peinar 2-3 veces al día, limpiar a menudo los peines y cepillos y no compartirlos entre varios niños. Aunque hay que destacar que en cualquier caso, los piojos no indican falta de higiene.
Una vez infectado el niño las pautas a seguir son las siguientes:
  • Informar a los padres sobre el problema y darles información sobre cómo actuar
  • Aislar al niño el tiempo establecido en RRI
  • Caries dental
Según la definición de la OMS la caries es un proceso patológico y localizado de origen externo que se inicia después de la erupción dentaria, empieza con un reblandecimiento del tejido duro del diente y evoluciona hacia una cavidad.
El efecto es la destrucción de los dientes, causa dolor y molestias y se puede complicar la aparición de flemones, que son un foco de infección.
La caries es el enemigo más grande de los dientes. Es muy frecuente en los niños de los países desarrollados, y está muy relacionada con los malos de hábitos de alimentación y la falta de higiene bucal.
Empieza afectando a la parte más superficial del esmalte, y en un principio no hay síntomas; a medida que va profundizando se va produciendo un cambio de color de la zona y poco a poco empiezan los dolores.
Caries del biberón, es un trastorno que tiene su origen en niños muy pequeños, que aun no tienen dientes pero cuando éstos les salen (6-18 meses) son de color negruzco. No implica que los dientes definitivos vayan ser también de ese color. Especialmente se produce en:
  • Niños que sufren muchos vómitos y regurgitaciones… y como consecuencia siempre tienen restos de comida en la boca
  • Niños a los que se los moja el chupete en azúcar, miel, yogurt…
  • Niños a los que se les sigue dando biberón después de 18 meses como fuente principal de alimentación.
Es importante conservar los dientes de leche en buen estado:
  • Favorece unos dientes definitivos más fuertes
  • Favorecen la mejor colocación de los dientes definitivos.
Intervención:
Para prevenir la caries es imprescindible una correcta higiene bucal después de las comidas, evitar el abuso de dulces, caramelos, facilitar las visitas frecuentes al dentista, quitar lo antes posible chupetes y biberones.
Una vez que la caries está: derivar al pediatra-dentista para que realice la intervención adecuada: empaste, oclusión… tratamientos que no son fáciles en niños pequeños.
  • Helmintiasis
Helmintiasis es el nombre genérico que damos a las enfermedades causadas por la parasitación de helmintos en el intestino, (nombre común lombrices).
Los helmintios son gusanos blancos minúsculos que se introducen en el organismo a través de alguna sustancia contaminada y viven en el intestino. Ponen huevos alrededor del ano y producen un picor-escozor intenso; en las niñas se pueden extender a la zona vaginal, con lo que el problema se agrava; a veces pueden producir intranquilidad, alteraciones en el sueño, … Son inofensivos, pero son muy molestos.
Su contagio es rápido y fácil, y está relacionado con la higiene inadecuada de manos y uñas principalmente. La transmisión es vía fecal-oral.
Intervención:
En los niños infectados es conveniente extremar la higiene de manos y uñas, (cortas), para impedir la infección de otras personas y evitar las irritaciones que se puedan causar al rascarse.
Cuando se detectan se debe derivar al niño al pediatra, y seguir el tratamiento que éste recomiende.
Ante un niño infectado es muy recomendable el uso de guantes de látex para el cuidador.
  • Onicofagia
La onocofagia es el mal hábito de morderse la uñas. Es muy frecuente, tanto en niños como en adultos. Influye en la estética y en la salud del niño, ya que causa heridas en dedos, labios, encías… supone una desgaste prematuro de los dientes, especialmente de los incisivos centrales superiores. Además facilita la transmisión y desarrollo de otras infecciones.
Se puede recomendar un tratamiento específico de médico y psicólogo, basado en técnicas de modificación de conducta.
5.2. TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA ELIMINACIÓN
  • Enúresis
La enuresis es la falta de control del esfínter urinario una vez que se tiene edad para hacerlo; el niño orina de manera involuntaria, como acto reflejo, no lo hace por su propia voluntad.
La evolución de la micción normalmente sigue los siguientes pasos:
  • 0-6 meses, las vejiga se vacía sin ningún tipo de inhibición, es un acto reflejo.
  • 6-12meses, empieza a producirse una inhibición producida por el sistema nervioso central, que hace que se orine con menos frecuencia.
  • 12-24 meses el niño va percibiendo cada vez más las necesidades de micción y la sensación de llenado y vaciado de las vejiga.
  • Hacia los 2 años es capaz de controlar aun por poco tiempo la necesidad de micción.
  • Entre los 2-6 años, es consciente de la sensación de la vejiga llena y de la necesidad de orinar, el acto reflejo se controla. Hasta los 5-6 años no debe considerarse un problema significativo.
A veces el problema de control sólo se tiene por la noche, es lo que se llama enuresis nocturna.
Las causas pueden estar en:
  • Problemas físicos de desarrollo.
  • Retraso en la implantación del hábito
  • Estrés psicosocial
  • Otros trastornos psicológicos, como la depresión
La enuresis puede llevar a la burla de los compañeros, el retraimiento social, la evitación de actividades que impliquen pernoctar… y a largo plazo, baja autoestima, problemas conductuales… mucha veces, más graves que la enuresis en sí misma.
La intervención se basa en un tratamiento medico-psicológico, y en la colaboración del educador en la medida de sus posibilidades.
  • Encópresis
La encópresis es la falta de control del esfínter anal una vez que tiene edad para hacerlo, 2,5-3 años aproximadamente; el niño está afectado por un gran estreñimiento, que hace que retenga heces muy duras en los últimos tramos del intestino; estás se escapan por rebosamiento de manera involuntaria, de forma casi continuada, son fluidas y líquidas.
Es un trastorno menos frecuente que la enuresis; pero el niño con encopresis normalmente también padece enuresis.
Los efectos de la encopresis se ven en una baja autoestima, conductas antisociales y agresivas, aislamiento social, dependencia afectiva…
Las causas pueden estar en:
  • Una perturbación en el aprendizaje del control de esfínteres: presiones excesivas, conductas intransigentes… planteamiento del aprendizaje antes de tiempo por edad o maduración del niño.
  • Estrés.
  • Puede ser un síntoma de depresión infantil.´
La intervención adecuada precisa de un tratamiento médico-psicológico y la colaboración por parte del educador y la familia.


6. ADQUISICIÓN DE HÁBITOS RELACIONADOS CON LA HIGIENE.

La adquisición de este hábito, además de favorecer la autonomía personal, incide en la autoimagen y la relación con los demás. Por tanto hay que sensibilizar al niño haciendo que entienda estas actividades como una necesidad y no como una imposición de cara a conseguir su bienestar físico, su autonomía, y su aceptación social.

En el proceso de adquisición de este hábito, podemos distinguir dos bloques:

  • Higiene corporal y vestido
  • Control de esfínteres
6.1. HIGIENE CORPORAL Y VESTIDO. 
Se pretende que el niño:
  • Comprenda la necesidad de la higiene para cuidar su salud y se motive para ello.
  • Aprenda las diferentes acciones para la realización de hábitos higiénicos.
  • Entienda la repercusión que una buena higiene tiene en su propia imagen y en la aceptación de los otros.
  • Comprenda los momentos y la periodicidad con que es adecuada realizarla.
OBJETIVOS
De 3 a 6 años:
  • Utilizar la ducha
  • Limpiarse después de caca y pis
  • Lavarse bien cara y manos
  • Sonarse la nariz
  • Secarse después del baño
  • Controlar el uso del jabón
  • Lavarse los dientes
  • Usar con moderación el agua
  • Valorar la limpieza

De 1 a 3 años:
  • Sentir lo agradable de la limpieza
  • Lavarse y secarse las manos
  • Secarse la cara y manos
  • Pedir ayuda para sonarse la nariz
  • Solicitar que lo laven y lo peinen
  • Disfrutar del baño
  • Sentarse y levantarse del orinar
  • Controlar esfínteres
  • Lavarse partes del cuerpo en bañera
  • Valoren buen olor corporal

Lavado de manos

Se puede aprovechar esta actividad para que el niño se vaya familiarizando con la apertura y cierre del grifo, darse él solo el jabón en las manos, aclararse y secarse. Siempre debemos estar pendientes, ayudándole a eliminar bien la suciedad, secarse del todo...
LAS ACCIONES SERÍAN:
      • Subirse las mangas para no mojárselas
      • abrir el grifo
      • coger el jabón y frotarse
      • aclararse
      • escurrir el agua sobrante
      • cerrar el grifo
      • secarse
      • colocar las ropas en su posición adecuada.

Baño

Se puede plantear la tarea como si se tratase de un juego, p.ej. mostrando las distintas partes de su cuerpo con la esponja, etc... aprovechando el momento placentero que le supone jugar en el agua con sus muñecos, barcos, animales... También hay que aprovechar los momentos en los que el niño va “imitando” al adulto, cuando intenta lavarse él solo con la esponja, dejándolo hacer a él y ayudando en lo que no pueda.
Es importante no obstante, enseñarle al niño que debe terminar completamente la higiene de su cuerpo antes de jugar con el agua y los juguetes de uso habitual.

Lavado de dientes

En torno a los dos años, se puede comenzar a utilizar el cepillo (de cerdas blandas), sin pasta, para que se familiarice con él, aunque sólo haga intentos “como si se los lavara”
Cuando haya aprendido a enjuagarse la boca correctamente, se podrá utilizar pasta infantil, no antes, porque podría tragársela. Siempre se debe supervisar la tarea para que el cepillado sea correcto. Los dientes se lavarán tanto por su cara externa como por su cara interna, incluyendo también la limpieza de las encías y la lengua.

Hay que fomentar el lavado de los dientes tras cada comida y antes de acostarse. Se facilitará este tipo de conducta si la observa en los padres o per­sonas que le rodean, incluso si nosotros lo hacemos con ellos.
Para que el aprendizaje sea más fácil, se pueden encadenar ciertas activida­des para evitar que al niño se le olviden. Así, al levantarse debe: ir al baño, lavarse la cara y las manos, lavarse los dientes y peinarse. Al mediodía y por la noche: ir al baño antes de sentarse a la mesa y lavarse las manos. Después de comer: lavarse las manos y los dientes.

Vestirse y desvestirse  
EN EL QUE DESTACARÍAMOS LOS SIGUIENTES ASPECTOS Y OPBJETIVOS:
Higiene y vestido van muy unidos en esta fase. ASPECTOS BÁSICOS:
  • Manipulación y cuidado de la ropa. Junto con higiene paralelamente
  • El niño irá asumiendo este hábito gracias tb a que adquiere dominio de su cuerpo y desarrollo De habilidades motrices finas.
  • Es un hábito que favorece mucho el desrrollo afectivo
  • Debe darse tiempo para la práctica de habilidades de vestido y desvestido
  • Iniciar con prendas fáciles
          6.2 EL CONTROL DE ESFÍNTERES.
Consiste en el dominio consciente y voluntario de los músculos del cuerpo que regulan las evacuaciones de la orina y las heces.
Supone un hito fundamental del desarrollo infantil por la importancia social que se le adjudica.

Su maduración implica tres aspectos fundamentales:

      • Maduración fisiológica adecuada, que sucede entre los 18 y 24 meses aproximadamente y que se observa a partir del intervalo de tiempo en el que el niño permanece seco entre los cambios.
      • Maduración neuronal y muscular y Desarrollo cognitivo y psicomotor suficiente, manifestado a partir de su nivel de comprensión y su dominio del equilibrio estático y control postural.
      • Maduración afectiva (factores emocionales) y social, así como una gran motivación, que le lleva a comprender el proceso y a la necesidad de llevarlo a efecto.

De este hábito se pretende que el niño:
- Aprenda el funcionamiento de su cuerpo, reconozca sus necesidades y la manera de satisfacerlas.

- Comprenda el proceso de evacuación de su cuerpo: lugar, momento, higiene (utilización del papel higiénico, tirar de la cadena, lavarse las manos...)


Puede ser un aprendizaje generador de tensiones por lo que requiere mucha paciencia. En todo el proceso, es fundamental la coordinación familia-escuela. Al inicio del proceso, hay que comunicarlo a la familia, con el fin de actuar bajo los mismos criterios.


Su aprendizaje supone la adquisición del control diurno y nocturno y está en función de la edad del niño. Con carácter educativo general, se realiza entre los 18 y 24 meses, iniciándose alrededor de los 18 meses y nunca antes de los 16. Se deberá programar en los niveles 1-2 y 2-3, ya que en ambos grupos puede ser un contenido de trabajo adecuado en función del ritmo individual de sus componentes.
El control del esfínter anal precede al del pis, como el control diurno al nocturno. Veamos:

MOMENTO

HECES
ORINA
Día
1-2-años
1,5-2,5 años
Noche
Al año y medio
2-4 años


           6.2.1.Criterios metodológicos en el control de esfínteres
Hay que elegir el MOMENTO MÁS ADECUADO para iniciar al niño en este hábito:
  • Nunca después de una enfermedad o cualquier cambio importante en su vida. (Es más, estos cambios pueden suponer un retroceso cuando ya se ha iniciado el control y hay que asumirlos con toda normalidad y apoyar al niño).
  • El niño muestra interés por las evacuaciones y por lo que aparece en los pañales (son conscientes de que ellos lo han hecho).
  • Utiliza el lenguaje corporal o verbal relacionado con este aprendizaje.
  • Percibe si está mojado o seco.
  • No muestra rechazo al orinal (al principio lo percibirá como un juguete) y su desarrollo motriz le permite sentarse solo sobre él y levantarse.
  • Distingue la orina de las deposiciones.
  • Se alargan los periodos en los que el pañal permanece seco.
  • Intenta subirse o bajarse los pantalones y la ropa interior.
  • Es conveniente aprovechar el buen tiempo para evitar enfriamientos, cuando además se lleva menos ropa
  • Nunca realizarlo durante el primer trimestre, al ser el periodo de adaptación.
- Educadores y padres deben conocer los momentos del día en los que el niño hace caca y pis, y su coordinación en todo el proceso es fundamental para conseguir objetivos con éxito.
- Respetar el ritmo de adquisición, muy variable de un niño a otro.
- La actitud del /la educador /a será de refuerzo y apoyo al niño /a, sin forzarle y comprendiendo sus fracasos con afecto y paciencia. Tendremos presente que hay circunstancias que inciden en el aprendizaje como enfermedades, separación de los padres, nacimiento de un hermano, etc...
- Como aspecto previo, es importante permitirles que manipulen distintos materiales, texturas y sustancias: agua, arena, arcilla, plastilina... que les permita familiarizarse con las texturas de sus propias producciones, y mancharse lo que les permite diferenciar entre estar sucio y limpio.
- Utilizar ropa fácil de manipular, que permita al niño quitársela él solo.
- Emplear inicialmente un orinal, para que el niño pueda utilizarlo autónomamente (previamente se introduce en el aula para que se familiaricen con él). Más adelante, se pasará al wc. Adpatado a su talla (en casa, se utilizará un adaptador de wc. con un escalón para que pueda subir.
         6.2.2. Procedimiento.

CONTROL DE ESFÍNTERES DIURNO
Retiramos el pañal.
Se procede a quitar el pañal cuan­do ya ha logrado mantenerse seco durante aproximadamente 2 horas pues con él no se da cuenta cuándo se está haciendo pis o cuándo ya se lo ha hecho. Es probable, que al principio nos avise después de que ya se ha mojado, esto es buen síntoma, pues demuestra que ya identifica el momento y con el tiempo apren­derá a avisarnos antes de que esto ocurra.

No obstante, nos avise o no, hay que tener en cuenta cuándo el niño siente la necesidad de evacuar (que en el caso de las heces es muy evidente), y cómo llama la atención; entonces se ofrece al niño el orinal, sentándole cada día a la misma hora, durante 5 minutos máximo y no más de 2-3 veces al día. (Esto especialmente para la eliminación de heces, que van a controlar antes que la eliminación del pis). Lo sentamos estando a su lado y esperamos el resultado.
En caso de que se le haya escapado en las ropas justo antes de sentarse, lo sentamos de todas formas, pues así es como relaciona ambas situaciones. En este caso, se le limpia enseguida y se le cam­bia, evitando enfadarse o gritar y se le deja otro rato en el orinal, pues posiblemente no haya terminado su evacuación (poco a poco irá asociando el evacuar con estar sentado en el orinal).
Si hace pis o caca, se le muestra el resultado, se valora positivamente manifestando nuestra alegría y se le limpia y se le seca.
Poco a poco le iremos inculcando cuándo debe ir solo al baño (apro­ximadamente a las 2 horas de no haber hecho pis) y con el tiempo, a ir abandonado el orinal para pasar a utilizar el wc, aprovechando el momento para enseñarle a utilizar el papel higiénico y tirar de la cadena, para posteriormente lavarse y secarse las manos, así como colocarse sus ropas.

Durante este proceso, el pañal se le retirará únicamente por el día, manteniéndose en la siesta, para salir a la calle, y durante la noche. Se hace necesario además que la familia siga las instrucciones de la escuela cuando ésta determine los momentos en los que hay que retirar el pañal y en los que debe permanecer puesto, como garantía de consecución de objetivos y de éxito y evitar confusiones y dificultades que no harían si no entorpecer el proceso.

CONTROL NOCTURNO DEL PIS.
Es más tardío por ser mucho más difícil ya que al estar dormido, no es consciente de lo que pasa y por tanto no es capaz de controlarlo. Ha de iniciarse únicamente cuando controle bien el diurno. Antes de quitarle el pañal durante la noche, hay que contemplar unos criterios básicos:
- Es conveniente que vaya al lavabo antes de acostarse y ponerle inmediatamente por la mañana al levantarse.
- Procurar que no beba demasiado líqui­do antes de ir a la cama.
- Comenzamos quitando el pañal de la noche, especialmente en verano dada la temperatura, teniendo en cuenta que al principio se hará pis; es necesario que el niño sienta las molestias que ello supone; pero se le limpia y se cambia la ropa de cama manchada y pijama para que el niño experimente la diferencia seco/húmedo, limpio/sucio. No se le deben hacer comentarios despec­tivos o de reproche que a cierta edad le pueden avergonzar; tan sólo se le resaltarán los aspectos positivos y los intentos que hace para superarse. Poco a poco, irá controlando.
- Mantener la constancia y tener paciencia sin esperar resultados rápidos. Nuestra ansiedad y angustia se transmitirá al niño, provocando un problema mayor. Tenemos que tener en cuenta que pueden darse retrocesos por distintos motivos.

Por otro lado, aunque las dificultades pueden darse en cualquier niño, son más propensos los acnees (psíquicos por su lentitud en maduración cognitiva por lo que su adquisición estará en relación a su edad mental, físicos y motóricos en que su causa será orgánica, etc).
En todos los casos donde se produzcan retrasos o retrocesos, el tratamiento será mejorar la autoestima y seguridad personal del niño, trabajando las relaciones afectivas y su integración social.

OBJETIVOS:
1-3 años
- Sentarse-levantarse
- Empezar a utilizar el orinal
- Sentirse sucio-mojado, y pedir ayuda
- Pedir pis-caca
- Controlar esfínteres a los 3 años
3-6 años
- Utilizar correctamente el papel higiénico
- Tirar de la cadena
- Lavarse las manos
- Manipular la ropas: subirse, bajarse…

6.2.3. PASOS METODOLÓGICOS DE ESTE APRENDIZAJE
  • Se organizan los espacios, los tiempos y los materiales como soporte de esta actividad.
  • Entrevista con los padres para informarles del proceso que vamos a iniciar, pidiendo su colaboración. Se insistirá en la importancia de este aprendizaje y de la coordinación con ellos como parte fundamental del proceso.
  • Transmitir al niño en el momento del cambio la acción que realizamos, haciéndole ver también las diferencias con los más mayores que ya controlan.
  • Iniciar el primer contacto con el orinal en grupo de forma lúdica y divertida, para que se vaya familiarizando con su uso.
  • Sentar al niño en el orinal unos 5 minutos procurando que no se canse ni aburra, lo que sería contraproducente. En cualquier caso, reforzarle continuamente con alabanzas y muestras de aprobación ante su esfuerzo y colaboración. Esto también puede trabajarse de forma grupal invitándoles a todos “a ir al baño”: “¿vamos a intentar hacer pis o caca?”, creando así la rutina cuando lo repetimos todos los días.
  • Centrar la atención del niño en sus propias heces/orina, mostrárselas y alabar la acción como un auténtico logro, demostrando nuestra alegría
  • Una vez conseguido lo anterior, proceder a las rutinas de higiene relacionadas con este proceso: lavarse las manos con agua y jabón, secárselas y tirar de la cadena.
  • Los contactos con las familias serán continuos con el fin de poder revisar y modificar nuestros planteamientos.
  • Se procederá a quitar el pañal durante el día, una vez que el niño permanezca seco un número significativo de veces entre las puestas, y en cualquier caso al menos dos horas, manteniéndolo en la siesta, en la noche y para salir a la calle. Podría retirársele antes si hace buen tiempo o si capta la sensación de mojado entre sus piernas. Esta misma secuencia la seguirán los padres en casa, especialmente los fines de semana.
  • El control se considerará plenamente adquirido cuando el niño nos manifieste con autonomía cuándo tiene ganas y sea capaz de ir solo al baño.

6.3. Adquisición del hábito de higiene y objetivos.
EN CUANTO A OBJETIVOS 1-3, el niño tiene que aprender a:
    • Pedir ayuda cuando tiene la nariz sucia.
    • Lavarse y secarse las manos.
    • Secarse la cara.
    • Usar la papelera.
    • Lavarse partes del cuerpo cuando está en la bañera.
    • Sentarse y levantarse del orinal.
    • Pedir caca y pis / Controlar esfínteres (aún puede tener escapes).
    • Pedir ayuda cuando se sienta manchado.
    • Valorar el buen olor corporal.
    • Valorar la buena presencia de los / ante los demás.
  • De 1 a 3 años
- Comienza gradualmente la retirada de pañales.
- Ha de iniciarse y comprender que debe lavarse las manos y cara cuando las tiene sucias.
- Tiene que empezar a valorar el estar limpio y colaborar en el baño...
- A mediados- final de la etapa, ha de iniciarse en el aprendizaje de la higiene bucal.
  • De 3 a 6 años.
    • Ha de asumir autónomamente el control del pis, aunque pueda haber descuidos.
    • Ha de comenzar a controlar y manipular su ropa para realizar sus evacuaciones.
    • Tiene que saber cómo y cuando ha de lavarse las manos, la cara y los dientes o peinarse, aunque a veces hay que recordarle que lo haga.
    • Ha de utilizar los espacios de higiene con cierta corrección, tirar de la cadena y utilizar el papel higiénico.
    • Empieza a querer bañarse solo, aunque suele pedir ayuda.
Más concretamente, EN CUANTO A OBJETIVOS 3-6, TIENE QUE APRENDER A:
      • Limpiarse después de hacer caca o pis.
      • Tirar de la cadena del retrete.
      • Lavarse y secarse las manos después de ir al lavabo, y antes y después de comer.
      • Sonarse la nariz con el pañuelo.
      • Lavarse y secarse después del baño con la toalla.
      • Lavarse los dientes.
      • Taparse la boca o girarse cuando tose.
      • Valorar la limpieza y buena presentación.

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