sábado, 9 de junio de 2012

LA ALIMENTACIÓN



Que el alimento sea tu medicamento” (Hipócrates)

1.- INTRODUCCIÓN
        La alimentación es una de las necesidades básicas del ser humano; es quizás el factor externo que influye de manera importante en el desarrollo y crecimiento del niño.
Se puede decir que una buena alimentación es la base de una buena salud, por ello, tanto educadores como padres tienen la responsabilidad de inculcar en los pequeños hábitos alimenticios saludables, que favorezcan un desarrollo adecuado.
En el proceso de implantación de esos hábitos saludables, el adulto actuará teniendo en cuenta que en un principio, deberá satisfacer la necesidad de alimentación al niño pero que, poco a poco irá participando en las conductas que se le plantean, hasta que finalmente sea autónomo y por tanto, capaz de realizar las conductas por sí mismo siempre que la situación lo requiera.
Es fundamental, en cualquier caso que las familias y la escuela trabajen de manera coordinada, consensuando los objetivos a conseguir en relación con la conductas alimenticias e intercambiando información sobre las posibles dificultades o trastornos que pudieran surgir.

2.- CONCEPTOS BÁSICOS
  • Alimentación: Los seres vivos requieren alimentarse; la alimentación es la forma de proporcionar al cuerpo humano sustancias del exterior que le son indispensables para mantener la salud y la vida, los alimentos. A partir de ellos el organismo obtiene la energía que necesita para contrarrestar las pérdidas fisiológicas provocadas por la actividad y mantener el desarrollo y el crecimiento de la persona.
La alimentación es uno de los instrumentos más eficaces para mantener la salud, y prevenir la enfermedad y los estados carenciales. Una alimentación adecuada favorece el desarrollo físico e intelectual correctos. Es fundamental enseñar a los niños, desde edades tempranas, la importancia que tiene la alimentación para el mantenimiento de la salud. Los hábitos alimentarios que se adquieren en este periodo son decisivos en el comportamiento alimentario de la edad adulta, y éste, a su vez, puede incidir en el comportamiento de generaciones futuras.
La alimentación es un proceso voluntario mediante el cual elegimos los alimentos y la forma de consumirlos que deseamos (preparación, cocinado… primer, segundo plato… desayuno, almuerzo, cena…); el proceso de la alimentación está muy influido culturalmente: la cultura influye en nuestros gustos y hábitos alimenticios. El clima, la actividad, la religión, la economía.. también influyen en nuestra alimentación.

Cuando decimos que la alimentación es un proceso voluntario, queremos decir que es un proceso susceptible de modificación y que por tanto, se puede influir en ella a través de la educación. El objetivo de la educación será la implantación de hábitos alimenticios saludables.
Además, al hablar de alimentación debemos ser conscientes de la realidad privilegiada en la que vivimos; los alimentos escasean en muchos países y, debemos tener conciencia del valor de este recurso, imprescindible para mantener la salud y el desarrollo. Según Manos Unidas:
  • El 25% de la población mundial esta suficientemente alimentada o sobrealimentada (Europa, Norteamérica, Japón y minorías privilegiadas en el Tercer Mundo).
  • El 15% tiene una alimentación cuantitativamente suficiente (2.500 a 2.800 calorías) pero con escasez de proteína de origen animal (20 a 30 gr al día)
  • El 20% tiene una alimentación en el limite cuantitativo (2.500 calorías al día) pero con solo de 10 a 20 gr de proteína animal.
  • El 30% tiene una subalimentación neta (2.000 a 2.500 calorías) y de 5 a 10 gr de proteína de origen animal.
  • El 10% que padece hambre crónica (menos de 2000 calorías y muy poca proteína animal). Se calcula que son aproximadamente unos 500 millones de personas, siendo el hambre responsable directa o indirecta de la muerte de 100.000 personas al día.
  • La nutrición: es el conjunto de fenómenos químicos, fisiológicos, y bioquímicos, cuyo resultado final es el aprovechamiento de los nutrientes (elementos más simples en los que se transforman los alimentos una vez ingeridos) bien mediante la transformación en elementos más simples, dando lugar a la producción de energía y eliminación de elementos de desecho, bien mediante su incorporación como elementos estructurales del organismo o como elementos de reserva.
La nutrición, a diferencia de la alimentación, es un proceso involuntario, (en ningún momento el individuo decide nada sobre ella), e inconsciente, no educable.
La nutrición depende directamente de la alimentación, y la única forma de influir en aquella es mediante la educación de la alimentación: dado que, el ser vivo siempre emplea aquello que le llega en forma de alimento para nutrirse, es imprescindible una alimentación correcta. Hay muchas formas de alimentarse y sólo una de nutrirse.
La nutrición se realiza, principalmente, en el aparato digestivo y en el aparato excretor. Se diferencia en ella las siguientes fases:
  • La ingestión: se realiza en la boca, consiste en la masticación, la salivación y la deglución de los alimentos. Al terminar esta fase, los alimentos quedan convertidos en el bolo alimentario. Éste es desplazado a través de los movimientos musculares innatos y la fuerza de la gravedad hacia el esófago y el estómago.
  • La digestión: una vez en el estómago se inicia el proceso de la digestión, que tiene como objetivo hacer asimilables las sustancias ingeridas. El proceso se produce gracias a la intervención de hormonas, encargadas de producir jugos gástricos, procesos químicos y a la intervención de órganos como el hígado y el páncreas.
  • La absorción y la asimilación: del estómago los nutrientes pasan al intestino, donde se realizan los procesos de absorción y asimilación, que son los procesos a través de los cuales se produce la transferencia selectiva de los nutrientes del intestino a la sangre. Son procesos que se inician en el intestino delgado y terminan en el intestino grueso. Los restos alimentarios que no pueden ser asimilados son expulsados a través del sistema excretor.
  • El metabolismo: Es el conjunto de reacciones bioquímicas a través de las cuales se aprovechan los nutrientes, obteniendo la energía necesaria para las diversas funciones del organismo (mantenimiento de la temperatura, trabajo muscular, renovación de tejidos y fluidos orgánicos…). Son reacciones que se producen en las células, y en función de la presencia o ausencia de oxígeno, se habla de un metabolismo aeróbico y un metabolismo anaeróbico.
Se puede diferenciar además entre:
  • Anabólico: procesos a través de las cuales se forman nuevas sustancias.
  • Catabólico: procesos que descomponen sustancias complejas para hacerlas más simples.
  • La dietética: Es la ciencia que trata de profundizar en el conocimiento de los procesos nutricionales para aconsejar la alimentación más adecuada según cada momento y circunstancia. Es la aplicación práctica de los principios científicos establecidos por la nutrición. Se apoya en la idea básica de que es necesario desechar la una alimentación basada en modas o tradición y parte de la necesidad de someter la alimentación a un análisis crítico.

3.- LOS ALIMENTOS Y LOS NUTRIENTES
3.1. Conceptos básicos: alimentos y nutrientes
Los alimentos son productos de origen diverso (animal, vegetal y/o mineral) que contiene las sustancias indispensables para el desarrollo adecuado del organismo.
Algunas sustancias como el agua, las sales minerales y el oxígeno no responden estrictamente a la definición anterior, y sin embargo, tienen un papel de gran importancia desde el punto de vista nutricional.
El organismo no puede utilizarlos directamente debe convertirlos en otras sustancias más simples que si pueda utilizar, son los nutrientes.
Los nutrientes son las sustancias, orgánicas o inorgánicas, en las que se descomponen los alimentos a través de los procesos de la nutrición.
El valor nutritivo de un alimento, es el contenido y la proporción de nutrientes que contiene dicho alimento. Es importante para la elaboración de dietas sanas y equilibradas.

        3.2. Las funciones de los nutrientes
A través del proceso digestivo y metabólico los nutrientes pasan a la sangre, y a través del sistema circulatorio, a todas las células del cuerpo, donde se aprovechan desarrollando distintos tipos de funciones:
  • Función energética: los nutrientes con función energética aportan la energía precisa para el mantenimiento del conjunto de las reacciones bioquímicas inherentes a la vida; son sustancias ricas en calorías.
  • Función reguladora: es una función que consiste en la activación de las reacciones bioquímicas , permitiendo su mantenimiento y regulación, acelerándolas o frenándolas en función de las necesidades.
  • Función plástica: consiste en la aportación de los materiales precisos para formar los tejidos nuevos y para reparar los desgastados.

        3.3. Tipos de nutrientes
Los nutrientes, en función de sus características y de la función que realizan en el organismo se pueden agrupar en dos grandes bloques:
  • Los macronutrientes o principios inmediatos: son nutrientes que aportan energía al organismo; entre ellos, se diferencian a su vez hidratos de carbono, proteínas y grasas.
  • Los micronutrientes o oligoelementos: son nutrientes no energéticos, pero básicos para el correcto desarrollo de la persona, realizan funciones reguladoras y plásticas en el organismo. En ellos se incluyen las vitaminas y las sales minerales.

Nos fijamos con más detalle en cada uno de ellos.
a) Macronutrientes o principios inmediatos
  • Hidratos de carbono, glúcidos o azucares: Son compuestos de carbono, hidrógeno y oxígeno. Constituyen únicamente el 0,02% del organismo humano, pero una dieta equilibrada necesita que el 55% del aporte calórico que recibe provenga de estos nutrientes, ya que son imprescindibles como fuente de energía.
Los alimentos que contienen hidratos de carbono son muy variados y numerosos: cereales, verduras, frutas, azucares y leche. Es importante consumir la cantidad justa de estos alimentos ya que el exceso produce obesidad, colesterol y diabetes y su defecto, puede generar malnutrición. El hígado y los músculos son los lugares del cuerpo donde el cuerpo almacena los hidratos de carbono.
Algunas de sus funciones son las siguientes:
  • Los tejidos del cuerpo humano necesitan y emplean constantemente los hidratos de carbono, son imprescindibles para que el nivel de glucosa en la sangre se mantenga estable (y ésta es indispensable para el mantenimiento funcional del tejido nervioso).
  • Proporcionan calor y energía al organismo.
  • Intervienen en el metabolismo de las grasas (si el organismo quema grasa en ausencia de hidratos, no las quema de manera completa, y se produce dióxido de carbono, agua y un residuo tóxico).

Los hidratos de carbono se clasifican en:
  • Azucares sencillos o monosacáridos: Son nutrientes solubles en agua y de sabor dulce, es el grupo de los azucares propiamente dicho. Se encuentran principalmente en las frutas, las verduras, la miel y la leche, (glucosa, fructosa, y galactosa son los más importantes).
  • Compuestos de dos azucares o disacáridos: también son solubles en agua y dulces. Desde el punto de vista nutritivo los más importantes son la sacarosa, la maltosa, la galactosa Se encuentran entre otros alimento en la leche y la remolacha.
  • Polisacáridos: formados por muchas moléculas de monosacáridos; son insolubles en agua; desde el punto de vista nutritivo destacan el almidón, el glucógeno y la celulosa, que se encuentran en las verduras, el cereal, las patatas, el hígado, las frutas…
    • Lípidos o grasas: Su función principal es almacenarse en el cuerpo como reserva de energía, formando el llamado tejido adiposo. Tienen en común que son compuestos que no se disuelven en agua y por tanto, es difícil eliminarlos.
El exceso de grasas es nocivo para la salud y conduce invariablemente a la obesidad, pero no podemos olvidar que realizan funciones vitales en el organismo y tienen que estar presentes en toda dieta equilibrada.
Entre sus funciones destacan:
  • Las grasas son fuentes concentradas de calor y energía corporal, actúan como aislante térmico y protegen de la temperatura exterior.
  • Son necesarias para el funcionamiento normal de los tejidos del organismo humano.
  • Son necesarias para transportar algunas vitaminas (A,D,E,K).
  • Las grasas retardan el tiempo de vaciado gástrico, por lo que después de haberlas comido se produce una agradable sensación de saciedad (no ocurre con lo hidratos de carbono).
  • Mantienen a los órganos internos del cuerpo en su sitio, y forman a su alrededor una cubierta que también los protege de posibles traumatismos.

Las grasas se pueden clasificar desde distintos puntos de vista.
En función de su origen se habla de origen animal (mantequilla, tocino…) y de origen vegetal (aguacate, frutos secos, aceite…).
En función de su necesidad, se distingue entre ácidos grasos esenciales, lípidos que son imprescindibles, ya que el cuerpo humano no los puede sintetizar y tienen que ser por tanto aportados en la dieta; y los ácidos grasos no esenciales, que pueden ser sustituidos por otras sustancias.

Haremos una referencia especial a un tipo de grasa concreta: el colesterol.
Hay que diferenciar entre, el colesterol endógeno, que crea el propio organismo y tienen aspectos beneficiosos (es responsable de la activación de la vitamina D y de las hormonas sexuales entre otras y esencial para el metabolismo del calcio), y el colesterol exógeno, que se aporta a través de la dieta (especialmente mediante el consumo de ácidos grasos de origen animal). La suma de ambos implica la cantidad total de colesterol que circula por la sangre, y es esa cantidad la que repercute negativamente en la salud del individuo. Se acumula en altas concentraciones en el hígado, el páncreas, la médula espinal y el cerebro.

Por otro lado los lípidos se clasifican en:
  • Grasas saturadas: son sólidas a temperatura ambiente; se encuentran en la leche y sus derivados, la carne de cerdo, cordero y buey. Aumentan el colesterol del plasma cuando se consumen en exceso, lo que aumenta el riesgo de lesiones arteriales y cardiovasculares. Dentro de ellas se encuentran los triglicéridos, que son un tipo de grasas que, por su valor energético, son básicas para el correcto funcionamiento del organismo.
  • Grasas insaturadas: no aumentan el colesterol del plasma y protegen a las arterias y las venas. A su vez pueden ser:
    • Monoinsaturadas: Es necesario consumir diariamente alimentos que proporcionen este tipo de ácidos grasos, además de no aumentar el colesterol, protegen las arterias y las venas. El mejor ejemplo está en el aceite de oliva.
    • Poliinsaturadas: Se encuentran en los aceites de semilla, de girasol, maíz, pescado azul (atún, sardinas, salmón…). Contribuyen a disminuir el colesterol y contribuyen a eliminar elementos perjudiciales para la salud.
    • Proteínas: Las proteínas son un elemento formativo indispensable para todas las células corporales, para las secreciones glandulares, enzimas, hormonas y tejidos del organismo.
Suponen el segundo elemento más importante del cuerpo humano, después del agua. Su función es primordialmente plástica y reparadora. Son imprescindibles para el desarrollo, sin ellas no hay crecimiento, y por tanto son básicas en todas las dietas, pero especialmente en determinados momentos (infancia, adolescencia…) . En griego, el término “proteina” significa “de importancia primordial”. Contribuyen al funcionamiento de muchas actividades del organismo, desde el funcionamiento del cerebro hasta la formación de defensas.
Entre sus funciones principales están:
    • Mantener la viscosidad de la sangre, necesaria para estimular las contracciones cardiacas.
    • Aumentar la resistencia a las infecciones; los anticuerpos tienen una estructura proteica.
    • Aportar calorías (en la misma medida que los hidratos de carbono, cada gramo 4 cal)
Las proteínas están formadas por aminoácidos, cada uno con su función determinada. Éstos se juntan y forman grandes moléculas de proteínas. Hay dos tipos de aminoácidos:
    • Esenciales: son indispensables pero el cuerpo no los puede fabricar, por lo que es necesario aportarlos en la dieta.
    • No esenciales: son indispensables pero el organismo es capaz de sintetizarlos y cubrir sus necesidades.
Se dice que una proteína es de alto poder biológico cuando contiene todos los aminoácidos esenciales para el organismo. En el aporte de proteínas es importante tener en cuenta que la renovación de proteínas en los órganos es muy elevada (por ej, el hígado regeneran todas en pocos días); y que no existe ninguna depósito de reservas de proteínas.
Las recomendaciones de aporte de proteínas son de 0,7 gr/día y kg de peso corporal; durante la infancia, la adolescencia y el embarazo, recomiendan que sea mayor, entre 1 y 1,8 gr.
Las proteínas, en función de su origen, pueden ser:
    • De origen animal: tiene mayor poder nutritivo, porque contienen todos los aminoácidos esenciales. Se encuentran en la carne, la leche y el pescado.
    • De origen vegetal: no son tan completas como las animales, pero hay que tenerlas en cuenta. Se encuentran en las leguminosas, en los cereales y sus derivados y en los frutos secos.

b) Micronutrientes u oligoelementos
    • Vitaminas: son sustancias inorgánicas, que el cuerpo necesita en cantidades muy pequeñas, pero que no es capaz de sintetizar, por lo que es necesario ingerirlas desde fuera. No aportan energía ni calorías, pero son indispensables para la buena salud del sujeto. Participan en los procesos metabólicos y regulan algunas funciones de las células, por lo que son imprescindibles. Su exceso o su defecto produce grandes alteraciones en el desarrollo.
Se clasifican en:
        • Hidrosolubles: son vitaminas solubles en agua. No se almacenan en el organismo, la cantidad sobrante que ingerimos es expulsada a través de la orina, por eso hay que reponerlas regularmente. Las mas importantes son las vitaminas C, B1, B2 y PP. Se miden en microgramos
        • Liposolubles: son vitaminas solubles en grasa. Se almacenan en el organismo, en el tejido adiposo y en el hígado. Las más importantes son A, D, E, K.
Se miden en miligramos. En exceso (10 veces más a la recomendada) son nocivas para la salud.
    • Minerales: las sustancias minerales forman el 5% del peso corporal; su porcentaje es pequeño pero imprescindible para el buen funcionamiento del cuerpo humano. Cumplen funciones reguladoras y plásticas.
Son elementos inorgánicos y se suelen ingerir en cantidades suficientes con los alimentos, aunque en gran parte se pierden porque se concentran en lugares como la piel de la fruta y la cáscara de los granos. Además, en el proceso de la digestión se ven transformadas de manera importante en su composición, cuantitativa y cualitativamente.

    • Agua: El agua es una sustancia compuesta imprescindible para la vida.
Es el componente esencial de la sangre, las secreciones corporales (sudor, orina, respiración, heces…) y las células del cuerpo humano. El 62% de la persona adulta es agua.
En condiciones normales se eliminan unos 2500 ml al día, que se tienen que reponer para mantener el equilibrio acuosos del organismo. Cuando las pérdidas son más grandes se activa el mecanismo regulador del equilibrio hídrico, la sed.

    3.4. La rueda y la pirámide de los alimentos
La diversidad de alimentos que existen, hace que de cara a la elaboración de dietas adecuadas sea necesaria su clasificación; se pueden clasificar en función de su origen (animal, vegetal, mineral), en sólidos y líquidos…
La clasificación más practica de cara a la educación nutricional está en función de su composición y de los nutrientes que aportan.

GRUPO
ALIMENTOS
PRINCIPALES NUTRIENTES
1
Leche, queso y derivados lácteos
Proteínas y calcio
2
Carnes, huevos y pescado
Proteínas, hierro y vitaminas A y B
3
Legumbres, tubérculos y frutos secos
Proteínas, Hidratos de carbono, minerales y vitaminas
4
Verduras y hortalizas
Sales minerales y vitaminas A y B
5
Frutas
Hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas A, B y C
6
Azúcares, cereales y pastas
Hidratos de carbono y vitaminas
7
Mantecas y aceites
Grasas

La pirámide nutricional es la representación gráfica de las raciones recomendadas diariamente de cada grupo de alimentos. Es la mejor guía cualitativa y en ella queda patente que la base de la alimentación son los cereales, tubérculos, hortalizas y legumbres junto con la leche y derivados.


En la siguiente tabla se recogen las cantidades de alimentos que se consideran adecuadas y la frecuencia diaria o semanal que se recomienda a los niños en función de su edad.

ALIMENTOS
EDADES

raciones
1-3
4-6
7-9
10-12
Leche
200 cc
200 cc
250 cc
250 cc
2-3 veces día
Queso
30 g
30 g
50 g
80 g
En sustitución de una ración de leche
Carne
20-60 g
70 g
100 g
150 g
3 veces / semana
Pescado
50-100 g
120 g
150 g
200 g
4 veces / semana
Huevo
1
1
1
2
4-5 veces / semana
Patatas
60 g
80 g
100 g
150 g
Diariamente
Legumbres
30 g
50 g
60 g
70 g
3 veces / semana
Hortalizas
70 g
80 g
90 g
100 g
Diariamente
Frutas cítricas
100 g
100 g
150 g
150 g
Diariamente
Otras frutas
100 g
100 g
150 g
150 g
Diariamente
Pan, galletas
200 g
250 g
350 g
400 g
Diariamente
Azúcar y dulces
30 g
40 g
60 g
60 g
Diariamente
Arroz
40 g
50 g
60 g
70 g
2 veces / semana
Pasta
40 g
50 g
60 g
70 g
2 veces / semana
Fuente: Ministerio de Sanidad y Consumo
En la siguiente tabla se recogen las recomendaciones nutricionales desde el punto de vista de las calorías necesarias en función de la edad.
Kilocalorías necesarias
Edad
  • El 50-60% de las Kilocalorías deben proceder de los hidratos de carbono
  • El 25-35% de grasas
  • El 15% de las proteínas
650
De 0 a 6 meses
950
De 6 meses a 1 año
1250
De 1 a 3 años
1700
De 4 a 5 años
2000
De 6 a 9 años

4.- LA DIETA EQUILIBRADA
          4.1. Características generales de una dieta equilibrada
    • Dieta: sistema de nutrición adecuado a los requerimientos del organismo.
    • Dieta equilibrada: dieta adecuada al desgaste y a las características de cada organismo, en función de la actividad que realiza la persona, el momento del ciclo vital en el que esté, el sexo…
Sólo una dieta equilibrada, cuantitativa y cualitativamente, permiten un desarrollo armónico y sano, previniendo la aparición de trastornos y enfermedades derivados de la alimentación incorrecta. Así, consideramos que una dieta debe ser dictada desde las necesidades nutricionales, y no debe dejarse llevar por la tradición, las costumbres o las modas del momento.

Las características de una dieta equilibrada serían:
  • Ser variada: debe incluir alimentos de todos los grupos, en cantidades racionales.
  • Ser adecuada: a la edad, el sexo, tipo de vida, al peso y la talla…
  • Ser suficiente: en cantidad, se deben evitar los excesos, y en calidad, debe aportar todos los nutrientes
  • Debe estar repartida a lo largo del día: se recomiendan 5 comidas repartidas a lo largo de la jornada; el reparto de aporte nutricional debería ser el siguiente:

Desayuno
25-30%
Comida
30%
Merienda y media mañana
15-20%
Cena
25%

Hasta hace relativamente poco tiempo, sólo se consideraba la malnutrición por defecto, es decir, la ingestión insuficiente de algún tipo de nutriente; actualmente cada vez preocupa más la malnutrición por exceso, propia y exclusiva de los países desarrollados, que supone una alimentación desequilibrada, un consumo excesivo de determinado tipo de nutrientes y defecto de consumo de otros.
Muchas de las enfermedades propias del primer mundo están relacionadas con este tipo de alimentación: enfermedades cardiovasculares, obesidad, caries, anemia… Así, la consigna ideal para tener una correcta alimentación sería: comer un poco de todo y un exceso de nada.


En general se puede decir que una dieta equilibrada se basa:
    • Primer plato: Arroz, legumbres, pasta, ensaladas o verduras y patata; alimentos energéticos ricos en hidratos de carbono. Si se combina legumbres y cereales en el mismo plato, se convierte en un segundo plato muy nutritivo, que puede sustituir perfectamente alguna de las raciones semanales de carne, pescado o huevo.
    • Segundo plato: Carnes, pescados y derivados o huevos. Una cantidad moderada de estos alimentos aporta parte de proteína, hierro y otros nutrientes, que el niño necesita. Acompañarlos siempre de guarnición vegetal; ensalada, verduras, legumbres o patatas.
    • Postres: Fruta, yogurt.
          4.2. Algunos errores frecuentes en la alimentación infantil
  • Los refrescos azucarados con base de fruta nunca podrán tener el mismo valor nutritivo que los zumos naturales de frutas que contienen vitaminas y minerales, a parte de que tienen un exceso de azúcar.
  • El exceso de grasas y condimentos fuertes son otros errores de la moda alimentaria importada (comida rápida, tomate kepchut, mostaza, salsas…)
  • Frente a esa comida rápida, la dieta rica en fibra (legumbres), grasa vegetales (aceite de oliva), vitaminas y sales minerales (frutas y verduras), es decir la dieta mediterránea, es una buena alternativa, siempre que sea adecuada en cantidad.
  • El abuso de los alimentos azucarados, (ej, bollería industrial), es negativo. Son alimentos que provocan la aparición de caries, favorecen la obesidad, e interfieren con el correcto metabolismo del calcio…
  • En los países desarrollados otro de los errores frecuentes es la sobrealimentación. En muchos casos las pautas de sobrealimentación se deben a hábitos que se adquieren en la infancia y generan la obesidad adulta.

5.- NECESIDADES NUTRICIONALES DEL NIÑO
          5.1. La lactancia
El primer alimento que recibe el niño es la leche, ya sea materna o preparada, ambas contienen todos los nutrientes necesario para que el niño crezca y se desarrolle sano durante el primer periodo de su vida.
          a) La lactancia materna
Según algunos expertos la alimentación idónea para el recién nacido es la leche materna, que aporta todos los nutrientes que el niño necesita incluido el agua, y con la que no es necesario proporcionarle ningún alimento más. En su defecto o como complemento se usa la leche artificial.
La leche materna está constituida por: hidratos de carbono, proteínas, grasas, sales minerales y vitaminas; algunos especialistas consideran que el aporte no es suficiente en fluor, hierro y vitamina D; pero en general se considera que es la mejor alimentación desde el nacimiento a los 6-12 meses de vida del bebé, y debería ser el único alimento hasta el 4-6 mes de vida.
Ventajas de la lactancia natural:
  • Es un alimento que aporta los nutrientes que el niño necesita, tanto en cantidad como en calidad.
  • Por sus especiales características actúa previniendo enfermedades infecciosas, ya que aporta al niño defensas de la madre
  • Contiene proteínas propias de la especie humana, que no producen alergias.
  • El tipo de grasa que la componen favorecen el buen desarrollo del cerebro, y evitan el depósito precoz de colesterol en las paredes arteriales.
  • Las dificultades propias de la alimentación es menor en los niños alimentados con leche materna, (cólicos, alergias, vómitos…)
  • La tendencia a la sobrealimentación es menor, el niño deja de succionar cuando esta saciado.
  • La lactancia materna favorece el contacto más estrecho entre la madre y el bebé, siendo esto muy importante para la maduración afectiva y psíquica en general del pequeño.

b) La lactancia artificial
Cuando la lactancia materna no es posible (problemas de la madre, producción insuficiente de leche, tratamiento con antibióticos, SIDA, heridas en pezones… problemas del niño, niño muy “comilón”, paladar partido…), se recurre a la lactancia artificial.
La leche artificial es leche de vaca modificada, adecuada a la maduración del sistema digestivo del bebé, que sustituye apropiadamente a la leche de la mujer. Estas leches no deben incluir almidones ni acidificantes.
Esta leche es menos digerible para el bebé, debido a su mayor cantidad de proteínas, no aporta defensas necesarias para determinadas infecciones que la materna si aporta, y al prepararla es necesario la esterilización del agua.
Hay dos variedades:
  • La leche de iniciación: recomendada hasta los 4-6 meses, en la que se modifica notablemente la leche de vaca.
  • La leche de continuación: a partir de los 4-6 meses, en la que la modificación es menor.
En algunas circunstancias, el pediatra puede recomendar la lactancia mixta, administrar al bebé leche materna y artificial a la vez. Esto ocurre, sin ir más lejos, cuando la secreción de leche es escasa y el bebé recibe en cada toma la leche del pecho de su madre y a continuación el biberón con la leche industrial. También puede suceder que la madre no pueda dar el pecho a su bebé de forma regular por su trabajo, o que el pediatra recomiende la lactancia mixta para comenzar con el destete.
La lactancia materna o artificial (fórmulas adaptadas) en los primeros días debe realizarse en 6 ó 7 tomas (cada 3-4 horas) y deberán ser de entre 20 y 70 ml/toma.
Estas cantidades se irán aumentando hasta los 140-160 ml/toma, y debe constituir el alimento único hasta los 3 ó 4 meses.

5.2. La alimentación complementaria, alimentación Beikost
La leche como alimento único a partir de los seis meses no proporciona la energía y nutrientes que precisa el lactante a partir de esta edad, y además, como sus funciones digestivas han madurado, se deben incluir nuevos alimentos en su dieta, siguiendo unas normas regladas. No está justificado introducir nuevos alimentos antes de los tres meses, aunque tampoco es aconsejable no hacerlo más allá de los seis, porque la falta de diversificación es motivo frecuente de pérdida de apetito, a la vez que se desaprovecha una época muy válida para la educación del gusto y el conocimiento de los alimentos básicos que permitirán al bebé adaptarse a una alimentación equilibrada, variada y suficiente.
Se ha de ir sustituyendo, de una en una, las tomas de leche que recibe el lactante por los distintos componentes de la alimentación complementaria (papilla de cereales, fruta, puré de verdura...), de forma paulatina, con intervalo suficiente para que el niño vaya aceptando los nuevos alimentos, probando su tolerancia antes de introducir uno nuevo y dando tiempo a la adaptación de su organismo. En este periodo es muy importante permitir que la cantidad de alimento pueda variar de un día a otro y de una semana a otra, según el apetito.
a) Introducción de nuevos alimentos 
se introducirán cereales sin gluten para evitar sensibilizaciones e intolerancias a esta proteína (el trigo, avena, centeno y cebada contienen gluten; el arroz y el maíz, no) y a partir de los 7-8 meses se pueden mezclar. Los cereales contribuyen al aporte energético, son fuente de proteínas, minerales, vitaminas, ácidos grasos esenciales e hidratos de carbono de absorción lenta, por lo que permiten un mayor espaciamiento de las tomas. No obstante, al tratarse de un alimento calórico, existe riesgo de sobrealimentación si se abusa de su consumo. Para preparar las papillas debe utilizarse la leche habitual y añadir el cereal necesario, manteniendo así el aporte mínimo de 500 centímetros cúbicos de leche diarios. Son menos recomendables los preparados que contienen de origen cereales y leche y se preparan con agua, ya que es más difícil calcular la cantidad de leche usada.
A partir de los 4 meses se le dará al niño biberón de leche y cereales en las tomas de las 8 o las 12 de la mañana, que equivalen al desayuno y la comida del adulto respectivamente. Si el niño presenta dificultades de sueño, se puede dar este biberón de cereales en la toma de las 8 de la tarde, en vez de por la mañana.

Las frutas. Se empezará a partir de los 4-6 meses con una papilla de frutas por su aporte vitamínico, nunca sustituyendo a una toma de leche al principio, sino complementándola. Se deben emplear frutas variadas (naranja, manzana, pera, plátano...), para educar el gusto, y es preferible evitar las más alérgicas como la fresa, el melocotón, el melón, el kiwi… que no se empezarán a introducir hasta los 12 meses. Suelen introducirse después de conseguida la aceptación de los cereales, aunque puede hacerse al revés, primero la fruta y después los cereales. No deben endulzarse con azúcar y no se incorporarán galletas hasta después de los 7 meses, ya que éstas contienen gluten.
A partir de los 4 meses y medio se puede dar una papilla de frutas (naranja, manzana, plátano y pera) en la toma de las 4 de la tarde (merienda).
Las verduras y patatas. Se irán introduciendo a partir de los 6 meses buscando su aporte de sales minerales. Se recomienda empezar por judías verdes, zanahorias, patatas, calabacín… y poco a poco introducir las demás, evitando en un principio las más flatulentas (col, coliflor, nabo…) y las muy aromáticas (ajo, espárragos…). Las verduras se cocerán en agua sin sal para que no pierdan sus vitaminas, luego se triturarán y después se añadirá un chorrito de aceite de oliva. No es bueno conservarlas cocidas en las nevera más de 48 horas. Si la papilla de frutas se elabora con batidora lo ideal es que el puré se le ofrezca al niño hecho con pasapuré, para que no solo se acostumbre a diferentes sabores, y también lo haga a diferentes texturas.
El puré de verduras se introducirá en la toma de las 12 de la mañana. En ese momento, el biberón de cereales se dejará para la toma de las 8 de la tarde. En un principio se puede ofrecer también a las 12 un biberón de leche pequeñito (120cc), hasta que el niño se acostumbre a la nueva comida.
Carnes. Se introducirán en primer lugar, preferiblemente las menos grasas, se empieza por el pollo, nunca antes de los seis meses, en una cantidad de 10-15 gramos por día; después se añadirán carnes de pavo y ternera. La carne se debe cocer y triturar junto con las verduras. No se añade sal, y se echa un chorrito de aceite una vez que esté hecho el puré. Aportan proteínas de alto valor biológico, lípidos, hierro, zinc y ciertas vitaminas. Las vísceras (hígado, sesos, etc.) no tienen ventajas sobre la carne magra y aportan exceso de colesterol y grasa saturada.
El niño entonces tomará un biberón de leche a las 8, un puré de verduras y carne a las 12, una papilla de frutas a las 16 y un biberón de leche y cereales a las 8. A esta edad (6 meses) lo normal es que no requiera comer por la noche, pero si lo hace, tomará biberón de leche y cereales.
 
Pescados. Nunca antes de los nueve meses debido a su mayor capacidad de provocar alergia, y si el bebé tiene antecedentes familiares de alergia alimentaria, incluso hasta pasado el año de vida. A partir de esta edad, el pescado puede sustituir a algunas tomas de la carne. Es conveniente empezar por pescados blancos (gallo, merluza…). El procedimiento de elaboración es el mismo que el de la carne, se cuece y se mezcla con las verduras en el puré.
Al introducir el pescado se recomienda que el puré de las 12 alterne un dia verduras con carne y otro, verduras con pescado
Huevos. Se introducirá primero la yema cocida sobre el noveno mes; inicialmente un cuarto, la semana siguiente media y al mes entera, añadida al puré de medio día, para tomar el huevo entero (con la clara) hacia los doce meses. Puede sustituir a la carne, tomando 2-3 unidades por semana. La yema es buena fuente grasa, de ácidos grasos esenciales, vitamina A, D y hierro. La clara aporta principalmente proteínas de alto valor biológico, pero entre ellas se encuentra la ovoalbúmina, con gran capacidad de provocar alergias.
Legumbres. Añadidas al puré de verduras a partir de los 18 meses. Si se mezclan con arroz u otros cereales, sustituyen a la carne, y se pueden tomar así hasta dos veces por semana.
Yogures. El yogur se añadirá a la dieta del bebé a partir del octavo mes; puede ser natural sin azúcar, o de frutas, pero teniendo en cuenta que esté elaborado con leche de continuación (“mi primer yogur”). Se puede añadir como complemento o mezclado con la papilla de frutas de la merienda.
El yogur se ofrecerá en la toma de las 4 junto con la papilla de frutas, si el niño lo acepta bien, tambien se puede dar como postre de la toma de las 12, después del puré. Una vez introcido el yogur, en torno a los 8 meses el niño tambien puede merendar trocitos de jamón york cortados muy pequeñitos y quesos frescos o suaves (quesitos)
Azúcares refinados, miel y otros dulces. No es recomendable el consumo de azúcar, pues la dieta del bebé tiene un aporte adecuado de hidratos de carbono. Es muy importante no alimentar a los lactantes con miel ni jarabe de maíz debido a que estos alimentos se han identificado como las únicas fuentes dietéticas de las esporas del Clostridium botulinum y a esta edad, no tienen la inmunidad para resistir el desarrollo de estas esporas causantes del botulismo.

Agua. Mientras el lactante recibe sólo leche materna o fórmula adaptada, no suele requerir líquidos adicionales, salvo en situaciones extremas de calor o pérdidas aumentadas (fiebre, diarrea). Por el contrario, cuando se introduce una alimentación complementaria al suponer ésta una mayor carga renal de solutos (sustancias disueltas en líquido: sales minerales, glucosa...), no basta con los líquidos aportados por la leche y otros alimentos, y se debe ofrecer al niño agua con frecuencia, y no sólo en el momento de comer; si el niño tiene sed, beberá, si no rechazará el biberón.
La leche de vaca. Nunca se introducirá antes del año, y cuando se incluya en la dieta deberá ser entera o semidesnatada (últimas recomendaciones), por su aporte de vitaminas liposolubles y grasas, salvo que haya recomendación médica que especifique otra cosa.

En torno al año la dieta del niño sería la siguiente:

HORARIO
ALIMENTACIÓN
OBSERVACIONES
8:00
Biberon de leche (210-240 cc)
El tamaño del biberón es orientativo
12:00

Puré de verduras con carne o pescado y yema de huevo
Yogur
Si el niño muestra clara preferencia por un tipo de puré concreto, se puede respetar su gusto, mientras el aporte de nutrientes sea el adecuado.

16:00

Papilla de frutas
Yogur
Jamón York
Queso
Una vez introducidos los cereales con gluten, se pueden añadir galletas a la papilla de frutas
El queso y el jamón se puede ir alternando
20:00
Biberón de leche y cereales (240 cc)
El tamaño del biberón es orientativo


En la tabla siguiente se recoge desde un punto de vista más gráfico, cómo se introducen los alimentos en función de la edad del niño.

Meses
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Leche materna
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Leche de inicio
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Leche de continuación
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Cereales sin gluten
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Cereales con gluten
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Zumos de fruta
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Fruta en papilla
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Verduras
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Carnes
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Pescado (blanco)
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Yema de huevo
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
. .
.
Huevo completo
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Yogur natural sin azúcar
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.


6.- MANIPULACIÓN DE ALIMENTOS
Para garantizar que todos los alimentos que consumimos son inocuos para la salud, estos son controlados a nivel general a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde su producción hasta su consumo. En cada una de las fases de esa cadena se exige cumplir unas normas de seguridad y requisitos que garanticen un consumo sin riesgo.
En el caso de alimentos dirigidos a menores de 3 años la normativa es más estricta que en el caso de alimentos dirigidos a personas adultas.
LA normativa que hace referencia a la manipulación de alimentos está recogida en el RD 202/2000, de 11 de febrero, y en él se define el manipulador de alimentos como toda persona que por su actividad laboral tiene contacto directo con los alimentos durante su preparación, fabricación, trasformación, elaboración, envasado, almacenamiento, trasporte, distribución, venta, suministro y servicio; está claro que el educador infantil, en muchos de estos aspectos, es uno de estos profesionales.
  • Algunos de los aspectos que recoge este RD son los siguientes:
  • Cumplir las normas de higiene en cuanto a actitudes, hábitos y comportamientos
  • Garantizar la seguridad y la salubridad de los alimentos y de las zonas en las que se manipulan.
  • Mantener un grado elevado de higiene personal, utilizando la indumentaria adecuada, (batas, cubrecabezas…)
  • Cubrirse los cortes y heridas con vendajes impermeables apropiados
  • Lavarse las manos con agua caliente y jabón antes de incorporarse al puesto de trabajo, y siempre después de una ausencia
Centrándonos de manera específica en el ámbito escolar y en el educador infantil caben destacar los siguientes aspectos a tener en cuenta
  • La zona destinada a la preparación de los alimentos debe estar aislada del resto de las instalaciones para evitar posibles contaminaciones.
  • Si los biberones y papillas se preparan en el aula, el área de preparación estará alejada de la zona en que se cambian los pañales a los más pequeños, y será de uso exclusivo para esa actividad
  • En ambas zonas habrá pilas con abastecimiento de agua.
  • Lo ideal es que haya zonas claramente delimitadas para cada función, y en concreto en lo relacionado con los alimentos es conveniente delimitar espacios para:
    • La recepción de los alimentos
    • El almacenaje de los alimentos
    • La elaboración de los alimentos
  • Si en la escuela hay cocina, deben distinguirse, a su vez, subzonas de: manipulación, cocción y cocinado en frío.
  • Las basuras, y especialmente aquellas que contienen los pañales sucios y desechados, han de estar convenientemente aisladas.
  • Las basuras de la cocina no deben acumularse dentro de la misma durante un tiempo prolongado.
  • El personal que trabaja en la cocina debe tener el carné de manipulador de alimentos y utilizar un vestuario adecuado, no usar pulseras, anillos… y no comer chicle, comer, beber, silvar, sonarse la nariz ni fumar donde haya alimentos expuestos.
  • La zona dedicada a cocina y comedor debe contar con superficies fáciles de limpiar, lisas y sin ángulos. Se debe evitar el uso de trapos de cocina
  • Los productos empleados para la limpieza han de almacenarse en dependencias aisladas, separadas de la zona de los alimentos.
  • Las manos de quien manipula los alimentos deben lavarse con agua y jabón: antes de comenzar la manipulación, cada vez que haya habido una interrupción en el trabajo y siempre que se haya tocado un alimento y se vaya a manipular otro.
  • Los instrumentos a utilizar han de ser de materiales autorizados y estar en perfecto estado de conservación
La conservación de los alimentos también es importante para mantener su salubridad, algunos aspectos que debemos tener en cuenta son los siguientes:
  • No guardar productos cocinados junto a productos crudos
  • Conservar los alimentos en sus envases originales, para tener en todo momento acceso a su composición y fechas de caducidad
  • Verificar las fechas de los envases antes de utilizar los alimentos
  • Realizar el almacenaje en las condiciones de humedad y temperatura adecuadas:
    • La temperatura optima del frigorífico es de 4ºC
    • La temperatura óptima del congelador es de 18ºC
  • Una vez abiertos los envases, utilizar el producto dentro de los límites de tiempo recomendado y conservarlo en las condiciones que requiera. En el caso de leche y papillas en polvo o granulados, hay que evitar que los paquetes estén cerca de focos de calor y lugares húmedos, y cerrarse bien después de cada uso. En el caso de papillas y purés industriales, no se recomienda el consumo después de 24º de estar abiertos.

           6.1. Preparación de biberones
Antes de iniciar la preparación de biberones, éstos se deben esterilizar junto con la tetina o bien se deben mantener en una disolución de agua con un desinfectante específico. Se debe comprobar la caducidad de la leche.
Material necesario:  
Biberón, tetina, agua hervida templada, cazo medidor.
Procedimiento (PASOS):
1.- Lavarse las manos
2.- Poner en el biberón el agua caliente que se necesite, añadir los cacitos de leche en polvo que correspondan a esa cantidad de agua. Los cacitos ser enrasados y el polvo que contienen no se debe apretar.
3.- Tapar el biberón y agitar intensamente hasta su completa disolución.
4.- Comprobar que la temperatura de la leche es la adecuada antes de dársela al niño, echando unas gotas en el dorso de nuestra muñeca (zona sensible de la piel). Y comprobar que la tetina está en buen estado.

      

Se puede preparar varios biberones con agua fría y luego guardarlos en el frigorífico y calentarlos en el momento de usarlos. La leche así preparada deberá ser ingerida antes de que pasen 24 horas
No se debe dejar un biberón a medias para la siguiente toma, las bacterias se desarrollan con una facilidad importante en la leche.
En los botes de leche vienen unas recomendaciones de la cantidad adecuada para cada edad, pero son simples recomendaciones, la cantidad adecuada para cada niño la establece su pediatra, en función de aspectos como su peso, su apetito…

           6.2. Administración de biberones
Antes de dar de comer al niño es necesario crear un ambiente relajado y tranquilo. La relación afectiva entre el niño y el adulto de referencia es muy importante.
¿Cómo debe darse el biberón al niño?:
  • Antes de dar el biberón es necesario lavarse las manos.
  • Al niño se le coge semi-incorporado con la cabeza apoyada en le brazo, sujetando su cuerpo con el antebrazo.
  • El biberón se coge con la otra mano, y se introduce en la boca del niño, teniendo la precaución de ver que la tetilla está llena de leche, y no de aire.
  • Durante la toma hay que permitir al niño descansar, incorporándolo y facilitando la expulsión de aire que haya podido tragar
  • Cada toma no debe durar más de 15-20 minutos, no debemos empeñarnos en que el niño se acabe el biberón
  • Cuando termina la toma, se le incorpora y se la ayuda a expulsar el aire, con pequeños golpecitos en la espalda.

           6.3. Limpieza de biberones
Una vez que se ha dad el biberón al niño es importante llevar a cabo de forma correcta la limpieza tanto del biberón como de la tetina; para ello será necesario disponer de jabón, un escobillón y solución desinfectante.
Procedimiento a seguir:
  • Introducir el biberón y la tetina en agua jabonosa, eliminando los restos de alimento con el escobillón, frotando bien todas las superficies.
  • Aclarar con agua varias veces para asegurarnos que no quedan restos de jabón
  • Introducir la tetina y el biberón en un recipiente que contenga agua y una solución desinfectante, de forma que estén totalmente cubiertas por el agua. Se deben hervir con agua antes de volver a ser utilizados.

           6.4. Preparación de papillas
En general, la preparación de papillas es sencillas: se hierve el grupo de alimentos concretos y se pasa por el batidora, pasapuré…. Aun así, hay determinados alimentos con los que hay que tener un mayor cuidado, ya que requieren un cuidado especial en su manipulación y/o elaboración.
           Leche: no se debe calentar más que lo necesario para el consumo en un momento dado. La limpieza de los instrumentos en los que se calienta y consume la leche debe ser escrupulosa, ya que la proliferación de bacterias es relativamente rápida en los restos de leche.
           Huevos: deben ser limpiados con un paño húmedo antes de abrirse. Normalmente, en caso de dar problemas, la contaminación suele estar en el origen. Las mayonesas a emplear deben ser industriales, para prevenir el riesgo de salmonelosis, especialmente en las temporadas más calurosas.
      Pescados: se deben conservar en frío y tapados, limpios de vísceras y escamas. Se recomienda congelarlos antes de su cocción. Se puede recurrir sin problema al pescado congelado.
           Carnes: no deben lavarse nunca. Se deben conservar en frío. Los utensilios que se empleen para su manipulación en crudo deben ser fregados y separados para la manipulación después del cocinado.
           Frutas y hortalizas: la cocción no se debe prolongar demasiado; al caldo no se le debe añadir sal, aceite… si las hortalizas se consumen crudas deben ser lavadas, sumergidas en agua durante 5 minutos. La fruta se pela siempre.
           Aceites: no se deben usar hasta los 12 meses. Evitar el uso de aceites refritos. La freidora no debe superar los 180º.

           a) La papilla de frutas:
La papilla de frutas se debe utilizar fruta fresca y madura.
Las primeras frutas son el plátano, la manzana, la pera y la naranja en zumo; poco a poco se van añadiendo frutas propias de la temporada.
Para hacer la papilla se pone la fruta, pelada y sin semillas, en un recipiente, se bate hasta que no queden grumos. La consistencia será en un principio más líquida, según pasa el tiempo mas gruesa.
El consumo tiene que ser inmediato a su preparación, para evitar que las vitaminas se oxiden en contacto con el aire.

b) La papilla de cereales:
La papillas de cereales se encuentran en el mercado en polvo. Se mezcla el polvo de los cereales con el polvo de la leche, normalmente medio y medio cacito, (las cantidades exactas normalmente vienen especificadas por la casa comercial) con el agua caliente; se puede usar batidora hasta conseguir una mezcla homogénea.
c) Purés de verdura con carne:
En la elaboración de los primeros purés, la carne debe ser magra, cocida sin sal; se suele empezar con el pollo y/o la ternera.
Las verduras (judías, zanahorias, puerros, patata, acelgas…) que se utilicen que tienen que haber sido previamente bien lavadas.
Una vez cocido todo, se pasa por la batidora hasta que no queden grumos.
Los purés de pescado se preparan de la misma manera.
La introducción de nuevos alimentos y texturas de éstos es importante para que el niño se acostumbre a diferentes sabores.

7.- DIFICULTADES Y TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN
           7.1. Dificultades relacionadas con la alimentación
La conducta alimentaria presenta, con relativa frecuencia, trastornos que pueden ser muy variados. Los más comunes son aquellos que responden al defecto o al exceso en la ingesta, al rechazo de nuevas texturas y sabores, o a la actitud selectiva ante la comida.
El niño que empieza a adaptarse a la vida en sociedad suele emplear el alimento como contraprestación. De ese modo, es frecuente que veamos al adulto ingeniándoselas para conseguir que el niño coma, y al niño haciéndose de rogar, aunque haga bastantes horas que no come.
Antes de entrar en profundidad en los trastornos y dificultades más comunes, relacionadas con la alimentación, diferenciamos dos conceptos:
Hambre: factor biológico, producto de una necesidad insatisfecha de alimento, que provoca insatisfacción, malestar, ansiedad, dolor…
Apetito: es un componente psicosocial y se caracteriza por el placer o deseo de comer; en muchos casos depende de experiencias anteriores y se activa ante determinados alimentos y ante la manera en como estén preparados. El apetito es una actitud ante la comida.
El apetito tiene especial importancia en las dificultades que el niño puede presentar en su comportamiento alimentario, reacciones positivas o negativas ante determinados alimentos, en función de su apariencia: gusto, vista, olor, tacto… su actitud ante alimentos nuevos…

De manera genérica se pueden catalogar este tipo de dificultades en:
  • Falta de apetito, el niño nunca tiene ganas de comer: los niños igual que los adultos pueden sentirse inapetentes por muchos motivos: cansancio, calor, comida poco atrayente, enfermedades… pero también por experiencias vividas que pueden predisponerlo.
  • El niño tiene exceso de apetito: El niño desde que nace tiene que quedar satisfecho con la cantidad de alimentos que toma; generalmente desde que nace el niño sabe autocontrolar sus necesidades, y deja de comer cuando está saciado. Pero a veces esto no es así, y el niño tiene un apetito exagerado, nunca queda satisfecho, es necesario plantearse por qué y ayudarle a que ponga límites. 
  • Actitud selectiva ante la comida: el niño rechaza nuevas texturas, nuevos alimentos, nuevos sabores… es una situación relacionada directamente con la falta de apetito y los hábitos alimentarios establecidos desde el principio. Muchos de los problemas graves relacionados con la alimentación tienen su origen en esta actitud selectiva ante la comida (dietas restringidas, anorexia, ingesta excesiva…)
7.2. Trastornos relacionados con la alimentación
Más allá de las dificultades relacionadas con la alimentación infantil, nos fijamos ahora en los trastornos alimenticios más frecuentes. Con carácter general, tanto unos como otros son uno de los temas que más preocupan a los padres, (preocupación que traspasan éstos a su vez a los educadores), pero la gravedad de los trastornos va a ser mayor y muchas veces no está directamente relacionada con las pautas educativas que se han seguido en el proceso de adquisición de los hábitos. Nos fijamos en los más comunes y habituales.
  • Regurgitación: es un trastorno característico de los lactantes, implica la expulsión de leche, generalmente después de las comidas. La leche puede salir de golpe o ir saliendo poco a poco. Se debe a que el píloro (válvula de cierre del estómago) no se cierra bien. Generalmente, la regurgitación de desaparece con la maduración del sistema digestivo; aunque si persiste y se ve que el bebé no coge peso, deberá consultarse al pediatra.
  • Cólicos del lactante: Son ataques de llanto e irritabilidad inexplicables, de frecuencia diaria aunque con predominio vespertino (entre las 18 y las 20 horas de la tarde). El niño encoge la piernas, se pone rojo llora sin aparente motivo; después cesa de forma repentina y el bebé se queda tranquilo. No presenta diarrea ni otros síntomas asociados. Afectan a entre un 10 y un 20% de los lactantes durante sus 3 primeros meses de vida; después suelen disminuir y desaparecer en torno al cuarto o quinto mes.
No se conocen las causas, pero se cree que tiene que ver con un aumento de los movimientos intestinales. Otro factor asociado de tipo conductual, se debe al nerviosismo e inseguridad de los padres, que transmiten esa ansiedad al niño.
Intervención educativa: 

          · El adulto debe ser consciente que se trata de un proceso benigno y funcional que desaparece con el tiempo, por lo que debe afrontar el problema de manera paciente.
            · Los movimientos y sonidos rítmicos suele calmar a los niños cuando se encuentran en crisis:balanceos, paseos…
                · Conviene dar las tomas al niño en un ambiente relajado.

              · Se debe evitar la ingesta de aire y ayudar al bebé a expulsar los gases después de cada toma.
                · No se debe cambiar la alimentación del bebé ni aplicar fármacos sin previa consulta y recomendación del pedíatra. 
                · Es conveniente aplicar un masaje abdominal suave.
  • Vómitos: Consiste en la expulsión más o menos brusca de una cantidad importante de alimentos. En principio, si el bebé se encuentra bien, no hay otros síntomas asociados, y el aumento de talla y peso no presenta anomalías, y los vómitos no son continuos, no hay que preocuparse.
  • Intolerancias y alergias alimentarias: Intolerancia y alergia son dos conceptos que se utilizan a veces como sinónimos pero que son dos cosas diferentes; en común tienen las reacciones espontáneas y desagradables de nuestro organismo ante la ingesta de algunos alimentos concretos.
    • Alergia alimentaria: Una alergia alimentaria es una reacción del sistema inmunológico ante algún alimento (sobre todo los que contienen proteinas). El sistema inmunológico se activa de manera inapropiada ante la presencia de un alimento que no es nocivo para el organismo; a ese alimento que desencadena dicha reacción se le llama alergeno.
No suelen ser muy frecuentes, sólo afectan al 5% de los menores de tres años y el factor genético tiene un gran peso, aunque no se hereda la alergia, sino la disposición a tenerla. Los alimentos que con más frecuencia producen alergias son el huevo, la leche, el pescado y el trigo. Las reacciones pueden ser inmediatas ante a ingesta (hinchazón de la cara, sarpullido, urticaria…), o de efecto retardado (vómitos, diarrea, dolor de estómago…).
Ante una alergia alimentaria la actuación será eliminar de la dieta del niño el alimento en cuestión (siempre por indicación médica, no por decisión familiar o del educador). Por lo general el pronóstico es bueno, ya que a partir de los 2-3 años los niños toleran los alimentos que les producían alergia. Algunas de las más comunes son…
      • La alergia al huevo: las proteínas del huevo a las que los niños suelen ser alérgicos están en la clara; es frecuente que esta alergia coexista con la alergia a la leche; generalmente se da en torno a 1 ó 2 años. Tiende a desaparecer entre los 2 y 4 años.
      • La alergia al pescado: los alergenos del pescado son comunes en muchas especies diferentes, sin embargo, una persona puede tener alergia aun pescado y a otro no. Es más normal la alergia pescados blancos (merluza, pescadillas, dorada, lubina, trucha…) que a los azules (sardina, boquerón, atún,…)
      • La alergia al marisco: es una alergia relativamente frecuente, aunque no está presente en un principio, en la alimentación de los niños… (gambas…)
      • La alergia a la fruta: las frutas más comunes generadoras de alergias son las siguientes: melocotón, cereza, albaricoques, uvas, melón… frutas tropicales (Kiwi)
      • La alergia a los frutos secos: nueces, almedras, avellanas..

    • Intolerancia alimentaria: La intolerancia alimentaria se produce cuando un alimento sienta mal al organismo, (el sistema inmunológico no se activa). Son más normales las intolerancia que las alergias, pero normalmente son términos que se usan como sinónimos. Algunos ejemplos…
      • La intolerancia a la lactosa: consiste en la incapacidad del organismo para reducir la lactosa a azucares sencillos que puedan ser absorbidos por el organismo. Se debe a la deficiencia de lactasa (enzima encargada de la digestión de los azucares) en el organismo.
Síntomas: diarreas líquidas y ácidas, que pueden provocar irritación y lesiones alrededor del ano. En los lactantes y niños de corta edad puede provocar deshidratación y afectar de manera importante al crecimiento; puede producir también dolor tipo cólico.
Intervención: Supresión de la alimentación todo tipo de leche de vaca y sus derivados. Además, hay lactosa en:
        • Todos los productos precocinados; purés y sopas elaborados, pasta, bollería industrial, bizcochos, galletas…
        • Fiambres, frituras de carne, pescado
        • Huevos y sucedáneos de los huevos, (batidos, flanes, etc.)
        • Cereales enriquecidos con proteínas.
        • Algunos medicamentos
Consecuencias: La falta de leche y estos alimentos en la dieta puede producir falta de Calcio, Vitamina D (necesaria para la absorción del Calcio), vitamina B2 y proteínas. Por tanto, resulta esencial consumir otros productos ricos en estas sustancias.
Otra alternativa posible consiste en agregar a la leche enzimas de lactasa o tomarlas en cápsulas o en forma de tabletas masticables antes de cada ingestión.
La intolerancia a la lactosa afecta más a los adultos que a los niños. Aun así, se puede nacer con esa intolerancia (problema genético, normalmente), aunque se detectará en torno a los 6 meses cuando empieza a consumir leche de vaca. La intolerancia se puede mantener durante toda la vida o desaparecer en torno a los 2 años.
La intolerancia a la lactosa es un grave problema para los bebés, ya que durante su primer año de vida, el principal alimento es la leche y por tanto sus posibilidades de alimentación se complican; la leche de vaca se suele sustituir entonces por la de soja.
      • La intolerancia al gluten: La intolerancia al gluten se conoce con el nombre de enfermedad celiaca. Ésta consiste en la inflamación del intestino delgado cuando se consumen alimentos que contienen gluten (todos los cereales excepto el arroz y el maiz); afecta a individuos predispuestos genéticamente. Es la enfermedad crónica intestinal más frecuente en España, afecta a 1 de cada 100 personas.
El inicio de la enfermedad coincide con la introducción del trigo en la dieta infantil, (8 meses aprox). En las personas que sufren la enfermedad se produce un aplanamiento de las paredes del intestino que dificultan la absorción de nutrientes por parte del organismo.
Síntomas: existen diferentes grados en función de la cantidad de pared de intestino afectada, pero son frecuentes la diarrea crónica y abundante debida a la mala absorción, pérdida de peso, no aumento de talla, deficiencias nutricionales, anemia por deficiencia de hierro, acido fólico, vitamina B12… cuando es más grave: lesiones óseas, irritabilidad y alteraciones en la memoria, contracciones musculares, dificultad para mantener el equilibrio…
Intervención: retirar totalmente el gluten de la alimentación durante toda la vida, lo que permite la normalización clínica y funcional y la reparación de las lesión intestinal. El celiaco debe basar su dieta en alimentos naturales: leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales sin gluten (arroz y maiz). No debe comer alimentos precocinados, ya que es difícil garantizar la ausencia total de gluten.
  • La obesidad infantil: la obesidad es la acumulación excesiva de grasa corporal en el niño. La causa está en la ingestión de una cantidad de energía mayor que la necesaria; ese exceso se acumula en forma de grasas que provocan la obesidad.
Hay una predisposición genética a la obesidad, pero el 99% de los casos actualmente son debidos a la mala alimentación y la vida sedentaria.
La obesidad es un problema tanto físico como psíquico. Algunas consecuencias físicas son la hipertensión, el colesterol, dificultades respiratorias, cardiovaculares… desde el punto de vista psíquico, va más allá de un problema estético ya que genera baja autoestima, introversión, alteración de la propia imagen…
Un niño obeso durante sus primeros años de vida tiene gran probabilidad de serlo durante toda su vida.
Intervención: En la infancia y la adolescencia las dietas para niños obesos tienen la finalidad de controlar y disminuir el peso pero sin ser muy restrictivas para que no afecten el crecimiento. Se trata de disminuir la ingesta de calorías y se suele apoyar en planteamientos cognitivo-conductuales.
La reducción de las calorías que ingiere el niño debe hacerse de forma gradual y durante periodos de tiempo controlados y cortos, tratando de mantenerla lo más parecida a la dieta de un niño de esa edad, y siempre bajo el estricto seguimiento médico.
  • Anorexia infantil: Al hablar de anorexia es habitual pensar en un trastorno psicológico que surge en la adolescencia, pero también existe un tipo de anorexia que afecta al a infancia.
En la anorexia infantil, a diferencia de la adolescencia que surge en la pubertad, no se produce distorsión de la imagen corporal, y su principal síntoma es la negativa a comer del niño. Nos fijamos en los distintos tipos:
  • La anorexia del lactante: es muy rara. Por la general es síntoma de otra enfermedad o de una relación “defectuosa” entre el niño y la madre: los niños son muy sensibles a los estados de ánimo de la madre, perciben su ansiedad, nerviosismo… y pueden sentirse confusos e inseguros, rechazando entonces la comida; entonces la madre se preocupa y se pone más nerviosa, creándose un círculo vicioso difícil de romper. Los niños se muestran inquietos y no aumentan su peso.
Se diferencian:
  • Anorexia precoz esencial: El niño adopta una postura pasiva ante la comida, se da al poco de nacer.
  • Anorexia inerte: El niño no colabora ante la introducción de nuevos alimentos, se da en torno a los 6 meses.
  • Anorexia de oposición: rechazo a la comida, enfrentamiento total con el adulto, muchas veces relacionado con llamadas de atención.
  • La anorexia funcional: a parece en torno al segundo año de vida y suele estar relacionada con una alteración en el desarrollo del hábito, que debe ser reeducado
  • La anorexia psicógena: se produce ante una imposición excesiva de comida. La reeducación del hábito será la solución
  • La anorexia nerviosa adolescente: las causas de esta enfermedad suelen ser complejas (autoestima, dependencia, culto al cuerpo, hábitos alimenticios desestructurados, culto al cuerpo…) en cualquier caso se produce una distorsión de la imagen corporal; el tratamiento es de carácter interdisciplinar
  • Bulimia: Es un trastorno alimenticio también propio de la adolescencia y muy relacionado con la anorexia. Es consecuencia de la falta de normas y estructura de hábito alimentario en muchos casos.
  • Rumiación: es un trastorno alimenticio raro que consiste en la regurgitación repetida de los alimentos ya ingeridos, de forma voluntaria y placentera, del estómago a la boca. La comida, parcialmente digerida, es devuelta a la boca (sin arcadas o nauseas…). Posteriormente la comida puede ser expulsada o tragada de nuevo. Se acompaña de movimientos de la cabeza hacia atrás, con tensión y arqueo del cuello y la espalda, junto a movimientos succionantes con la lengua. Existen dos tipos:
    • Afecta a personas con deficiencia mental grave.
    • Afecta a niños de 3 a 17 meses, después de un periodo de digestión normal.
Las consecuencias: pérdida de peso, no ganancia del mismo ni desarrollo según pautas de crecimiento, deshidratación, caries, malnutrición…
Se considera un trastorno potencialmente grave, con hasta un 25 % de mortalidad. El olor nauseabundo del material regurgitado, que el niño parece disfrutar, bien escupiendo, bien masticando y engullendo para volver a rumiar, puede provocar la repulsa y el desánimo de los cuidadores
  • Pica: es un trastorno que consiste en la ingestión persistente de sustancias no nutritivas (pinturas, plastilina, ropa, piedras…). Para el diagnóstico es necesario que se repita durante un mes o más.
Se presenta generalmente, en personas con discapacidad intelectual y niños con carencias afectivas.
Las consecuencias pueden ser intoxicaciones, obstrucción intestinal…
Cuando el problema es la deprivación ambiental se puede solucionar enriqueciendo el ambiente y trabajando con la familia

7.3. Otras dietas especiales
           a) Dieta astrigente
La dieta astrigente es el tratamiento fundamental frente a las diarreas, y popularmente se conoce como dieta blanda. Se basa en dos puntos fundamentales:
  • El reposo del aparato digestivo y la reposición de líquidos perdidos: suero
  • El inicio de la realimentación: esta se debe iniciar de manera progresiva y una vez se haya producido la rehidratación oral
En esta dieta es muy importante respetar el ritmo del niño, de manera que progresivamente él vaya pidiendo alimentos, no hay que forzarle a comer.
Los alimentos en los que se basa la dieta son: arroz cocido, plátano, manzana, limón (gotas), pollo cocido, patata y zanahoria cocida, jamón york, yogur natural… siempre que ya se hayan introducido en la dieta normal del niño esos alimentos.
           b) Dieta laxante
La dieta laxante es el tratamiento más adecuado para problemas de estreñimiento. En general el estreñimiento es consecuencia de hábitos de vida sedentarios y una alimentación pobre en residuos.
La dieta laxante es una dieta rica en fibra; las sustancias que más fibra tienen son las verduras, frutas, leguminosas, cereales y frutos secos.
Conviene evitar además los alimentos de la dieta astrigente.
Se debe tratar de que el niño beba 1-1,5 litros de agua a día.
           c) Dieta para diabéticos
La dieta del niño diabético es similar a grandes rasgos que la de otros niños de su edad pero se deben tener en cuenta de manera más estricta algunas recomendaciones y seguir las pautas médicas establecidas:
    • Respetar mucho el horario de las comidas y no comer entre horas.
    • Aportar al organismo la misma cantidad de azúcar todos los días, según indicaciones médicas y de la familia
    • Dar preferencia a los alimentos ricos en fibra, según indicación médica y familiar
    • Evitar el sobre peso, reduciendo el aporte de energía o aumentando el ejercicio físico.

8. ADQUISICIÓN DE HÁBITOS RELACIONADOS CON LA ALIMENTACIÓN.
La alimentación es una actividad que, más allá de saciar el hambre, promueve relaciones afectivas y sociales y, junto con el descanso, la higiene y el vestido, se refuerza la adquisición de la autonomía.
Ante todo se trata de que se adapten a una dieta sana y equilibrada de cara a mantener un buen estado de salud y las costumbres y usos alimentarios de su entorno.

8.1. Aspectos previos a tener en cuenta
- Inicialmente, el niño debe hacer sus comidas fuera del horario de la familia, para poderle dedicar la atención y el cuidado que requiere.
- El adulto debe dejar de darle la comida paulatinamente, potenciando la colaboración del niño y así su autonomía. (el adulto ­no debe tomar la iniciativa para terminar antes).
- El adulto debe tomarse con calma el momento de las comidas (cada niño tiene su ritmo), pero debe saber poner límites, con el fin de no eternizarse el momento.
- Hay que tener en cuenta los cambios que se producen en la alimentación en estas edades:
    • El paso de la alimentación líquida a papillas, triturados y sólidos, además de la adaptación a los diferentes gustos y texturas
    • El paso de comer sentado sobre el adulto, a la trona y a la mesa donde se debe ya cuidar la higiene postural.

8.2. Aspectos a trabajar y secuenciación en la adquisición del hábito:
  • DE 1 A 3 AÑOS:
    • Comportamiento en la mesa.
           - Ha de comer sentado en una silla adecuada.
           - Al final de la etapa ha de comer solo aunque en algún momento necesite ayuda.
           - En su dieta, se han de ir introduciendo todos los alimentos sin triturar cuidando la presentación de nuevos alimentos..
           - Necesita babero.
           - Debe saber esperar su turno para ser servido.
           - Debe acudir a la mesa con la manos bien lavadas y hacerlo después de comer.
           - Ha de disfrutar de la compañía de los demás.
  • Utilización de los cubiertos.
           - Al final de la etapa debe utilizar con cierta precisión la cuchara y el tenedor.
           - Debe usar la servilleta y el vaso para beber.
  • Corrección con la bebida.
           - Pasa de beber líquidos en biberón a vasos especiales, para después coger el vaso normal con las dos manos, aunque se pueda mojar ocasionalmente.
           - El biberón ha de relegarse a la noche y al final utilizarse sólo de forma esporádica.
  • Preparación de alimentos.
           - A esta edad, empieza a coger alimentos que están a su alcance y comérselos. Es mejor mantener al niño fuera de la cocina por su seguridad, aunque con precaución, se le puede permitir “colaborar” en pequeñas acciones (batir un huevo, remover una comida...)
  • Participación en la preparación del entorno.
           - Al final del periodo puede poner y quitar objetos de la mesa de uno en uno, bajo la necesaria supervisión del adulto para evitar riesgos.
  • De 3 a 6 años.
  • Comportamiento en la mesa.
           - Ha de conseguir permanecer sentado hasta finalizar la comida.
           - No hará tonterías comiendo, su comportamiento ha de ser adecuado: postura adecuada, no hablar con la boca llena, masticar con la boca cerrada...
           - Deberá controlar las porciones que se lleva a la boca y los ritmos adecuados entre bocado y bocado.
           - Separación de desperdicios: espinas, huesos, etc.
           - Deberá valorar todos los alimentos.
  • Utilización de los cubiertos.
           - Al final de la etapa comienza a utilizar el cuchillo, aunque tendrá dificultades en la coordinación tenedor-cuchillo, que irá mejorando con la práctica.
  • Corrección con la bebida.
           - Ya no utiliza el biberón para nada.
           - Ha de coger el vaso con una sola mano y beber sin mojarse.
           - Al final de etapa, será capaz de servir agua de una botella o jarra procurando no derramarla, aunque con dificultades.
  • Preparación de alimentos.
           - Podrá untar alimentos como mantequilla, patés...
           - Podrá participar en la elaboración de alimentos sencillos.
  • Participación en la preparación del entorno.
           - Hacia los 5 años, puede poner y quitar la mesa.

8.3.- Procedimiento general

Se debe regular el horario de las comidas, pues contribuye a favorecer a que el niño tenga apetito cuando le corresponde.
Hasta los 2 años, es mejor que el niño coma solo (en horario distinto al del resto de la familia), para evitar distracciones y poder dedicarle una mayor atención. Se debe colocar al niño en una trona. Se dispone la comida en una bandeja con bordes altos para facilitar la estabilidad de todos los utensilios y se colocan los alimentos de forma que estén al alcance del niño.

Los alimentos se le deben presentar de forma que le resulten atractivos, teniendo en cuenta su color, textura, etc. Además, deben dársele pequeñas cantidades y en pequeños trozos, y si tiene más apetito, se le va dando más alimento a lo largo de la comida. Se deben poner inicialmente aquellos alimentos que son de su agrado y poco a poco ir introduciéndole aquellos otros que no forman parte de sus gustos, hasta que vaya aceptándolos.

Hay que evitar darle juguetes, cuentos, que vea la televisión, etc., durante las comidas, es decir, todo aquello que pueda distraerle de lo que está haciendo.

Es conveniente dejarle comer solo a medida que el niño va creciendo; al principio, cogerá los alimentos con las manos y poco a poco, usará los cubiertos; es cuestión de dedicar tiempo y paciencia. Cuando se estime conveniente, se le puede incorporar para que coma con toda la familia. Progresivamente, se le va sensibilizando para que sea cuidadoso con las comidas, haciéndole recoger los alimentos si se le caen del plato. Si se mancha, se le limpiará después de la comida para irle creando la necesidad de que debe estar limpio.

Es importante darle un tiempo razonable para comer, si se levanta de la mesa se entiende que ya ha terminado de comer, por lo que se le retirará el plato.



8.4. PROGRAMACIÓN POR OBJETIVOS PARA QUE EL NIÑO APRENDA A COMER SOLO
           - Puede plantearse con niños mayores de 15 meses, momento en el que ya son capaces de utilizar la cuchara y ya han adquirido des­trezas y habilidades manuales.
OBJETIVOS
           - Conseguir que el niño sea capaz de comer solo la comida, utilizando la cuchara.
           - Ingerir, poco a poco, los alimentos presentados en trocitos, además de los menús completos. Alimentación y nutrición del niño de O a 6 anos a.
           - Beber agua, poco a poco, él sólo con el vaso.
           - Participar en poner y quitar la mesa y en relacionarse con los demás niños.
METODOLOGÍA
           - Las actividades se deben realizar en colaboración directa con los padres, para facilitar en el niño el proceso de aprendizaje y adquisición de los mismos.
           - Se plantearán como actividad de grupo, teniendo siempre en cuenta, las características individuales de cada niño.
           - Se llevarán a cabo las actividades aprovechando las horas de las comi­das, estimulando a los niños para que participen en la misma.
ACTIVIDADES PROPUESTAS
           - Coger la cuchara correctamente con la mano y llevársela a la boca.
           - Antes de empezar las comidas, deben tener puesto el babero, para así poder mantenerse limpios. Lavarse las manos al finalizar la actividad.
           - Comer utilizando la cuchara, en lugar de las manos, permitiendo cier­to margen de libertad. Se les ayudará siempre que lo soliciten.
           - Durante la comida, se puede aprovechar para que empiecen a beber agua ellos solos directamente del vaso; al principio necesitarán de la ayuda del educador.
           - Plantear alguna actividad de reconocimiento de ciertos alimentos que puedan llamar la atención del niño, diciendo sus nombres (frutas, cho­colate, yoghurt, etc.).
           - Participación de los niños en «poner y quitar» la mesa; se empeza­rá con aquellos utensilios que no conllevan riesgo de rotura ni de pro­ducir algún tipo de lesión.
           - Hacer que los niños permanezcan sentados, si es posible, durante todo el tiempo que dure la comida y controlar la duración de la misma.
           - Realizar otras actividades asociadas la adqui­sición de este hábito, tales como:
- Higiene y limpieza de cara, boca, manos y ropa.
- Fomentar las relaciones y respeto a los otros niños que comparten la mesa.
EVALUACIÓN
Si se quiere hacer una valoración del proceso de enseñanza aprendizaje, se debe tener en cuenta:
           - Si el niño es capaz de utilizar la cuchara con destreza y puede comer solo y desde cuándo lo hace.
           - La actitud del niño frente a las comidas en general y, ante los cambios de sabores y variación de los alimentos.
           - Valorar si el niño intenta beber solo el agua en vaso y/o solicita ayuda del adulto.
           - Tiempo que tarda en ingerir la comida y el que es capaz de permane­cer sentado.
           - Actitud en relación con el hábito de limpieza.
           - Grado de participación en «poner y quitar» la mesa.
           - Observar si presenta algún tipo de alteración o trastorno como: recha­zo de la comida, ina­petencia persistente, aparición de vómitos de forma habitual, etc.

Una vez que ha hecho la valoración de los resultados obtenidos después de la aplicación del «programa», se debe plantear, si es necesario modificar los aspectos que se consideran importantes y significativos para estimular al niño y mejorar su actitud para favorecer el proceso de la adquisición de los objetivos previstos.

Si se detecta algún tipo de alteración, que no ha sido posible corregir con la reestructuración del programa, se debe acudir a otros profesio­nales como el médico y/o el psicólogo, para descartar otras posibles alteraciones o patologías e intentar superar el «problema».

"MEN SANA IN CORPORE SANO"

No hay comentarios:

Publicar un comentario